El papa Francisco ha salido del hospital tras nueve días ingresado por una operación en el estómago. Pese al tumulto y los guardaespaldas ha hablado a los periodistas sobre su salud y la tragedia del reciente naufragio. “Sigo vivo”, ha afirmado.
Su primer acto público será el rezo del Angelus este domingo. Solo se ha cancelado la audiencia general del miércoles para favorecer su recuperación.
Antes de regresar al Vaticano, el papa ha rezado ante el icono de una virgen en la Basílica de Santa María la Mayor, como hace siempre antes y después de sus viajes. También ha visitado de forma privada a unas religiosas. Entre sus próximas audiencias, la semana que viene, las de los presidentes de Brasil y Cuba.
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El papa Francisco sigue evolucionando bien. La operación es muy reciente y, aunque no hubo complicaciones, tiene que descansar. El secretario de Estado del Vaticano informó de que la intención del papa es gestionar los asuntos más urgentes desde el hospital.
Se habla de que podría permanecer en torno a una semana. Se tomarán todo tipo de precauciones, aunque el posoperatorio va bien.
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"Es un gran honor" le ha dicho Volodímir Zelenski al papa Francisco cuando le daba la bienvenida a su llegada al Vaticano. Ambos se han reunido en una sala privada, sin cámaras, durante unos 40 minutos. Zelenski le ha pedido al pontífice que se una al plan ucraniano de paz y le ha dicho que no necesitan mediadores con el agresor. Sobre todo después de que el papa Francisco revelara hace poco la existencia de una misión de paz que aún no podía hacer pública, pero que ha reforzado el posible papel del Vaticano como mediador en el conflicto. Lo ha explicado en una entrevista posterior para la Rai. En su viaje relámpago a Roma también se ha reunido el presidente de la República, Sergio Mattarella, y con la primera ministra, Giorgia Meloni.
El papa Francisco ha dado derecho de voto a mujeres y fieles laicos en una asamblea que se llama el Sínodo de los obispos y que asesora al papa en diferentes temas. Se interpreta como un paso más hacia una iglesia más progresista y abierta. Una mujer dirige ya los museos vaticanos, una de las principales fuentes de ingresos de la santa sede. Y hay mujeres en cargos de responsabilidad en los dicasterios, el equivalente a los ministerios. Aunque no de número 1.
