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  • Seis maestros del ajedrez disputan 80 partidas simultáneas en mesas distribuidas por el recorrido de los encieros sanfermineros.
  • El espectáculo cierra el Gran Torneo Internacional de Ajedrez San Fermín Mundial con el Rey Enigma como gran protagonista

Rey Enigma es el nombre de un maestro de ajedrez del que se desconoce su identidad. Totalmente cubierto por un disfraz que simula un tablero, se convirtió en la estrella de las partidas simultáneas jugadas en Pamplona, en las calles por las que transcurren los encierros de los Sanfermines.

80 mesas de ajedrez sustituyen a los toros en el que sería el último encierro de los Sanfermines 2021. Seis maestros juegan partidas simultáneas a lo largo del recorrido de la carrera más famosa de las fiestas de Pamplona. Es una iniciativa del ayuntamiento de la capital para sustituir a las fiestas, suspendidas por el COVID.

TVE ha hablado en Pamplona con el Rey Enigma, un misterioso maestro del ajedrez que, como un superhéroe, oculta su rostro y su voz verdadera para enseñar su poder: su habilidad en los tableros. Ha participado en un curioso encierro de ajedrez que sustituyó al clásico de los Miuras, suspendido por la pandemia. La partida ha acabado en 20 segundos, con él como vencedor, y es que en muy pocas ocasiones ha perdido una partida cuando le retan por la calle. Tiene menos de cuarenta años, está soltero, trabaja en el sector de la publicidad y está obsesionado con el anonimato. Pero mantener el personaje le está costando muchos sacrificios. En las redes tiene mucha presencia: casi 300.000 seguidores en TikTok y más de 25.000 en YouTube. En un futuro quiere dejar la publicidad y dedicarse en exclusiva al ajedrez, su verdadera pasión, la que empezó a gestarse cuando tenía 5 años mientras jugaba con su abuelo. Foto: Jesús Diges / EFE.

Se calcula en 100 millones de euros la pérdida económica del sector hostelero de Navarra por la no celebración de las fiestas de San Fermín y por la incidencia del coronavirus, que ha obligado a adelantar los horarios de cierre.

El 6 de julio marcó otro año sin fiestas en Pamplona. Los controles de acceso al Casco Viejo impidieron una presencia masiva a la hora en la que habitualmente se lanza el txupinazo. Los altos índices de contagio de covid y el mal tiempo provocaron una clara reducción de asistencia a los tradicionales almuerzos.

En Pamplona, por segundo año consecutivo, se quedansin el chupinazo que debería haber marcado el inicio de los sanfermines. La Comunidad Foral de Navarra tiene una incidencia acumulada de 40 puntos por encima de la media y preocupa especialmente un brote de jóvenes que viajaron a Salou. Todo esto, ha hecho que este martes hayamos visto mucha prudencia en ese "no chupinazo".

[Coronavirus: última hora, en directo]

Foto: REUTERS/Susana Vera

El alcalde Pamplona, Enrique Maya, confiesa su preocupación ante el día de hoy. Es 6 de julio, el día del chupinazo, pero por segundo año consecutivo no hay fiestas de San Fermín. Sin embargo, el año pasado las concentraciones poco prudentes provocaron un brote importante y este año se teme que ocurra lo mismo. “Me preocupa más que el año pasado. Estamos extremadamente preocupados por lo que pueda pasar. Por eso, si alguno tiene la idea de venir a ver qué pasa, que sepa aquí no pasa nada. Que no vengan este año”. Pide lo mismo a los ciudadanos de Pamplona, que no acudan al centro y que sean muy prudentes. Reconoce que la situación es difícil para la economía y también para el ánimo de los navarros: “Estamos todos un poco de bajón. Nos la prometíamos con más alegría, pero de repente este mazazo que nos obliga a ser todavía más prudentes”. Hoy será un día de muchos controles de las Fuerzas de Seguridad para evitar que las cifras de incidencia sigan creciendo: “Donde haya más gente, la policía actuará”.

  • La sobrepoblación de estos animales lleva al ayuntamiento a lanzar una campaña para que no se les proporcione comida y poder reducir el número
  • Los hosteleros de la capital están hartos de las incomodidades y daños que provocan en sus terrazas

Se calcula que más de 8.000 palomas viven en Pamplona, sobre todo en el centro de la ciudad.Esta sobrepoblación causa graves problemas en las terrrazas de los bares y restarurantes. El ayuntamiento ha iniciado una campaña para que no se les proporciona comida y así reducir su número.