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En la Comisión parlamentaria que investiga la 'Operación Kitchen', este martes han comparecido dos altos cargos del Gobierno de Rajoy, Ignacio Cosidó y Francisco Martínez. El excomisario Villarejo les señaló como impulsores de la operación, algo que ellos han negado por activa y por pasiva. Cosidó también desmiente la existencia de una organización parapolicial en el Ministerio de Interior. También Francisco Martínez, que está imputado por este caso en los tribunales, ha negado que existiera un operativo que utilizara medios ilegales para favorecer al PP.

Foto: EFE/Javier Lizón

El excomisario José Manuel Villarejo ha involucrado a la antigua cúpula del Partido Popular y del Gobierno de Mariano Rajoy en la presunta operación de espionaje al extesorero Luis Bárcenas. En concreto, ha afirmado que mantuvo un contacto directo vía mensajes con el expresidente Rajoy. Villarejo, que salió de la cárcel hace escasos dos meses tras más de tres años en prisión preventiva, ha hablado por primera vez públicamente durante tres horas y media de este dispositivo ante la comisión parlamentaria que investiga si desde el Ministerio del Interior se destinaron medios públicos para seguir a la familia de Bárcenas en busca de documentos comprometedores para el PP. Asimismo, ha afirmado que alguien intentó envenenarle mientras estaba en prisión.

El excomisario José Manuel Villarejo ha declarado este jueves por la tarde ante la comisión del Congreso que investiga el presunto espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas con dinero público. En su declaración, Villarejo ha puesto en duda que el entonces presidente Mariano Rajoy desconociera la llamada operación 'Kitchen'. Según el comisario jubilado, Rajoy le habría preguntado a través de un teléfono de contactos cuestiones relacionadas con la operación porque "tenía interés" por si Bárcenas guardaba información que pudiese afectar a los intereses de altas instituciones del Estado.

Foto: EFE/J.J. GUILLÉN

La portavoz del PP, Cuca Gamarra, defiende que el presidente del Gobierno no debería plantearse conceder ningún indulto a los condenado por el ‘procés’. “El único camino es renunciar. Si no lo hace, será una huida hacia adelante que tendrá consecuencias para él, aunque no lo crea”. Dice Gamarra que el Gobierno solo quiere aprobar los indultos para garantizarse más tiempo en la Moncloa y anuncia que intentarán poner en marcha reformas legales que impidan indultos de este tipo en el futuro. Rechaza también la mesa de diálogo con Cataluña porque, ”solo tiene como objetivo cumplir los compromisos que Sánchez ha adquirido para seguir en la Moncloa. No tienen nada que ver con la sociedad catalana, solo con la Amnistía y el indulto”. Defiende su postura en la negociación del Consejo General del Poder Judicial: “El acuerdo no puede ser a cualquier precio. Aceptar la conducta del Gobierno de ataque al Poder Judicial no está dentro de la hoja de ruta. Si hay un respeto al Poder Judicial habrá acuerdo”. Sobre la decisión de VOX de retirar el apoyo al Gobierno andaluz para intentar que se adelanten las elecciones, Gamarra dice que eso no está sobre la mesa: “Se están equivocando de enemigo y tendrá que recapacitar. La hoja de ruta del PP no está convocar elecciones sino garantizar la estabilidad. No hay prisas ni ansiedades”. Por último, quita importancia a la comparecencia del ex comisario Villarejo en la comisión del caso Kitchen: “No tengo mucho interés en escucharlo, como nada que tenga que ver con una comisión que solo quiere juzgar a un partido. La persecución al PP debe quedar fuera de la política”.

El ex comisario José Manuel Villarejo comparece hoy ante la comisión parlamentaria del caso Kitchen, la que investiga el supuesto espionaje a Luis Bárcenas y en la que, presuntamente, participó activamente el ex comisario. Es una de las comparecencias más esperadas de una figura muy controvertida que ha pedido declarar a puerta cerrada. Con un pasado contra la lucha antiterrorista, Villarejo es un personaje que desde hace años aparece relacionado en casi todos los casos de espionaje político y policial. Repasamos su perfil con Julio Leyte.

El juez de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, ha imputado al presidente de Repsol, Antonio Brufau, y al presidente de la Fundación La Caixa, Isidro Fainé, por un presunto delito de cohecho activo. Un delito que habrían cometido al haber encargado y sufragado, presuntamente, el espionaje al presidente de Sacyr, Luis del Rivero. Un espionaje realizado por el excomisario Villarejo y encargado después de que la constructora intentara incrementar su patrimonio en Repsol a través de la compra de Petróleos Mexicanos.

Informa Yolanda Rodríguez

El comisario Villarejo vuelve a la carga. Dice que va a desenmascarar a muchos y a colaborar con la justicia, lo ha hecho ante las cámaras después de cumplir, en la Audiencia Nacional, con su primera cita judicial tras salir de la cárcel. Tenía que declarar por dos de las piezas del puzzle del 'caso Tándem'. Tras declarar dos horas ante el juez se ha vuelto a dirigir a los periodistas, ante las que ha asegurado que tiene mucho que contar después más tres años en prisión. Pocas respuestas a preguntas sobre casos concretos, pero sí un aviso a navegantes: "No voy a ir contra nadie, pero he venido a defenderme y por supuesto voy a desenmascarar a todos. Ningún secreto aguanta el tiempo" , ha señalado. Aunque sólo ha insistido en un nombre, el del exjefe del CNI Félix Sanz Roldán, al que el comisario jubilado responsabiliza de su entrada en la cárcel. Villarejo defiende los negocios que hizo durante décadas y que han desembocado un laberinto judicial donde lo dificil es no perderse. Quiere hablar de todo ante el juez, al que hace dos peticiones: que se investigue quién está en el origen de las filtraciones que le han atribuido durante años y que le den una copia de todo material incautado en su domicilio del que solo ha salido a luz, dice, una pequeña parte.

Foto: EFE/Emilio Naranjo