Esta es la historia de la muerte de una mujer inmigrante en un CIE y la de otra, africana y víctima de trata para la prostitución, doblemente discriminada, por ser mujer y migrante. La película de Ramón Termens recoge una realidad que a menudo no queremos ver.
Dos aviones con inmigrantes han llegado a Valencia procedentes de Lanzarote y Tenerife. Al menos seis de ellos ya tenían abierto su expediente de expulsión en Canarias, donde llegaron hace semanas. Tras pedirles la documentación, los han dejado en libertad hasta que se ejecute la expulsión. La policia ha reforzado su control en el aeropuerto. El martes ya llegaron 16 personas que viajaban de manera irregular y que ahora están en cuarentena porque dos de ellos dieron positivo por COVID-19. El ministro de interior Grande Marlaska asegura que solo han autorizado traslados muy esporádicos de personas vulnerables.
El traslado de inmigrantes de Canarias a la península ha causado una nueva polémica entre Gobierno y oposición. El Partido Popular y Ciudadanos acusan al Ejecutivo de no informar debidamente sobre estos traslados, el último este viernes a Valencia. El ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, ha negado que se trate de traslados masivos y que solo se autorizan traslados esporádicos. Informa Laura Alonso.
El nuevo trabajo del director Ramon Térmens denuncia la situación de numerosos inmigrantes en los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE). La película gira en torno a un abogado en el ocaso de su carrera que se dedica a ayudar a los inmigrantes a conseguir los permisos de residencia en España. Cuando Zita Krasniqi, una de sus clientas, muere en un CIE, todo cambia para él.
Lo ocurrido en Badalona ha aflorado el drama al que se enfrentan los inmigrantes que llegan a nuestro país. Les faltan papeles, trabajo y eso les obliga a vivir en condiciones infrahumanas. La mayoría de los habitantes de la nave que se quemó en Badalona eran personas sin papeles, que no tienen posibilidad de trabajar de manera legal ni alquilar una vivienda. En torno a 400.00 personas viven sin papeles en neustro país.
Informa Minerva Oso
Identificados dos senegaleses de 48 y 58 años entre los muertos del incendio de Badalona. Mientras tanto se preparan los trabajos para destruir el edificio y para ello se han mantenido conversaciones con cuatro empresas.
La controversia por los vuelos de migrantes desde Canarias a la Península sigue dando que hablar. Mientras algunos órganos y administraciones acusan al Gobierno de organizar traslados sin avisar, el Ejecutivo afirma que viajan a otras comunidades con su pasaporte y billete pagado. Son libres de hacerlo, aseguran, aunque en las últimas horas la policía ha arrestado a 16 migrantes, dos de ellos, además, positivos por COVID-19
Hasta sesenta personas podían estar durmiento en la nave en el momento del incendio según el Ayuntamiento de Badalona. La mayoría son senegaleses que viven de la manta o de la chatarra y que esta noche han sido realojados en albergues o han buscado un nuevo techo bajo otra nave igual.El drama saca a la luz sus duras condiciones de vida.
Un vecino de Badalona que observó el incendio de la nave ocupada cuenta a TVE que varias personas saltaron por las ventanas para huir del fuego. Al menos dos personas han fallecido en el suceso pero los bomberos no pueden entrar hasta comprobar si hay daños estructurales en el edificio industrial abandonado. El testigo afirma que muchos salieron por su propio pie y que la convivencia con los vecinos era buena, en general, aunque había mucha basura.
El vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, ha criticado este martes la "deslealtad" del Gobierno de España con el Ejecutivo andaluz por no haberle informado de la llegada de inmigrantes al aeropuerto de Granada procedentes de Canarias.
Un sindicato policial ha denunciado que se están produciendo traslados a la Península sin notificar, a pesar de que Interior aseguró que esta no sería la solución a la crisis migratoria en Canarias.
Hasta el momento, el Gobierno andaluz no ha obtenido ninguna respuesta del gabinete de Pedro Sánchez en relación con los vídeos con la llegada de un grupo de inmigrantes al aeropuerto de Granada y ha reconocido su sorpresa porque "la Junta sabía que iban a venir vuelos a Málaga y a Sevilla, pero no se le comunicó nada de Granada".
Cientos de personas continúan durmiendo en plena calle en distintos puntos de la provincia de Jaén, donde trabajan como temporeros en la campaña de la recogida de la aceituna. Están pasando las noches a la intemperie en plena pandemia, y bajo el frío y las lluvias de las últimas borrascas. El responsable del sector del olivar de COAG, Juan Luis Ávila, ha asegurado que las organizaciones agrarias no pueden controlar a personas que se están moviendo por toda España en busca de trabajo y, en muchos casos, sin documentación para poder ser contratados, y ha insistido en que las responsables son las administraciones. "No es una situación generalizada, pero no está en nuestra mano controlarla. Estas personas tienen que ser tratadas de una manera digna y eso pasa por que las administraciones actúen", ha afirmado Ávila, que ha recordado que la situación se está viendo agravada porque la red de albergues de Jaén tiene el aforo limitado por culpa de la pandemia.
Un informe de La Fundación Caixa explica que los inmigrantes rejuvenecen la España rural. El año pasado el 10% de los residentes en municipios de menos de 10.000 habitantes habían nacido en el extranjero. Los habitantes rurales son pocos, pero diversos y cosmopolitas.
Casi un millón ha nacido en el extranjero. En la franja de entre 20 y 39 años, la edad mas fecunda, el porcentaje de los que han nacido fuera de España alcanza al 16% de la poblacion rural. Pero el informe de La Caixa alerta de que trabajan en los sectores mas precarios e irregulares y su acogida tambien lo es.
Viven en areas rurales muy envejecidas en municipios donde el 20% de la poblacion tiene mas de 80 años, dinamizan los pueblos pero su aporte esta invisibilizado. La pandemia puede suponer un frenazo al arraigo y reagrupacion familiar de estas familias como ya ocurrio con la anterior crisis.
En algunas aldeas del interior de Marruecos ya no quedan jóvenes. Todos los chavales de 16 a 24 años han cogido una patera. En cada hogar o en cada familia del pueblo, hay uno o varios miembros que se han ido a Europa. Allí, dicen, ya no tenían oportunidades.
La mayoría de los migrantes marroquíes salen de pueblos como que parecen sin terminar, las construcciones están a medias, según va llegando el dinero de los que se han ido.
"En ningún momento me dijo que se iba a marchar, solo me dijo que iba acompañar a mi nieto para ayudarle a coger una patera", dice una anciana que lleva más de dos meses esperando una llamada. Su hijo, Omar de 45 años, pescador y acostumbrado a faenar en patera, y su nieto, Sharaf, de 22, han desaparecido.
Ousman Umar llegó a Fuerteventura en patera después de cruzar el Sahara y malvivir durante cinco años en Libia. El dureza de la experiencia por la que pasó es similar a la de muchos inmigrantes que están llegando estos días a Canarias. Él es uno de los protagonistas del programa Crónicas sobre racismo en España, que se emite este miércoles por la noche en La 2.
