La situación humanitaria en Gaza es insostenible y empeora día a día, casi hora a hora. Médicos sin Fronteras ha pedido actuar con urgencia y ha denunciado un aumento de los casos de malnutrición infantil en la Franja. En las últimas 24 horas, 15 palestinos han muerto por el hambre y la desnutrición, incluidos cuatro niños. Las imágenes de este reportaje pueden herir la sensibilidad del espectador.
En el sur de Gaza, un nuevo ataque deja al menos 36 muertos y más de 80 heridos en un punto de recogida de alimentos. Israel admite que investiga un incidente con víctimas, pero matiza: había sospechosos en la zona. En total, en las ultimas horas la ofensiva israelí deja 70 muertos en la Franja.
Los cadáveres de adolescentes y niños atrapados en una estampida del reparto de comida se han ido apilando en la morgue. Estaban desnutridos. Han muerto aplastados por otros palestinos hambrientos como ellos.
La empresa estadounidense que distribuye la comida acusa a Hamás de usar a agitadores para provocar el caos, pero los supervivientes relatan que los mercenarios cerraron la distribución de golpe y que luego les lanzaron gases lacrimógenos.
Israel impuso este sistema de distribución de ayuda hace dos meses. En ese tiempo, sus soldados y los mercenarios han matado a más de 900 palestinos.
Estados Unidos asegura que podría ponerse fin a las imágenes de muertos y destrucción en la Franja de Gaza si Hamás accediera a dos demandas clave: la liberación de todos los rehenes y el desarme de la milicia palestina. Según Washington, si estas condiciones se cumpliesen, la guerra terminaría. Por ahora, las negociaciones se centran en liberar al menos a la mitad de los rehenes, aunque muchos de ellos ya han muerto.
Por su parte, Netanyahu afirma que aceptaría la tregua de 60 días propuesta si Hamás accede a estas condiciones. Dos meses durante los que, según el primer ministro israelí, se podría negociar una paz definitiva, que pondría fin al sufrimiento de la población, como la desesperación que se vive en los puntos de reparto de ayuda humanitaria.
Mientras tanto, se multiplican historias como la de Osama, un niño de cinco años ingresado en un hospital de Naser por desnutrición severa. Uno de los últimos bombardeos israelíes ha matado al menos a diez niños que esperaban en fila para recibir tratamiento médico en el centro de Gaza.
Por otro lado, la relatora de la ONU para Palestina ha respondido a la sanción impuesta por Estados Unidos, asegurando que esta medida no demuestra poder, sino vergüenza.
Hamás ha aceptado liberar a 10 rehenes vivos en las negociaciones de alto el fuego en Gaza, aunque califica las conversaciones de "difíciles" por la "intransigencia" de Israel. EE.UU. propuso liberar también a nueve rehenes muertos y establecer una tregua de 60 días. Ambas partes siguen negociando temas como la ayuda humanitaria y la retirada del Ejército israelí, exigida por Hamás. Israel, por su parte, pide el desarme y retirada de Hamás del Gobierno de Gaza.
Trump afirma que "el acuerdo puede cerrarse esta semana o la siguiente", calificando el conflicto de tener "mucho odio". Netanyahu también se muestra optimista, aunque advierte que no aceptará un acuerdo "a cualquier precio" y que Israel tiene "requisitos de seguridad".
Por otro lado, el jefe del Estado Mayor israelí, Eyal Zamir, asegura que la ofensiva militar "creó las condiciones para avanzar en un acuerdo" gracias al daño infligido a Hamás. Mientras tanto, los bombardeos israelíes mataron el miércoles a 54 palestinos en el campo de Al Mawasi y a ocho más en Shati, además de herir a 30 personas. Desde octubre de 2023,Israel ha matado a más de 57.575 palestinos y herido a cerca de 136.879. La ONU calcula que Israel controla más del 85% de Gaza.
Moussa Bourekba, investigador principal del CIDOB ha hablado en Las Mañanas de RNE tras la visita de Netanyahu a la Casa Blanca después de la propuesta de alto el fuego de 60 días de Trump: "lo que ha quedado claro con esta visita es que están de acuerdo en que la mejor solución a este conflicto es una franja sin palestinos", en un contexto en el que "Netanyahu ha convencido a Trump de que la única vía es usar la fuerza".
El investigador sostiene que "cuando Trump dice que los países árabes ahora van a respetar a Israel y a Estados Unidos después de la guerra en Irán, está manteniendo la narrativa de que la estabilidad solo se puede conseguir mediante la fuerza, pero la realidad histórica demuestra todo lo contrario". Ante esta postura, Bourekba plantea que "Washington no puede ser un mediador legítimo ya que es parte al conflicto, es decir para ser mediador se requiere imparcialidad y neutralidad".
Israel ha decidido enviar una delegación a Catar para negociar un posible acuerdo de rehenes y alto el fuego en Gaza, según han confirmado fuentes gubernamentales israelíes, lo que ha reavivado las esperanzas de un avance en las conversaciones para poner fin a la guerra de casi 21 meses.
El grupo palestino islamista Hamás, que gobierna de facto la Franja de Gaza, afirmó el viernes que había respondido con "espíritu positivo" a la última propuesta de alto el fuego en Gaza de los mediadores, respaldada por EE.UU., pocos días después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, desvelara que Israel había acordado "las condiciones necesarias para finalizar" una tregua de 60 días.
Más de 130 personas han muerto en Gaza en las últimas 24 horas, casi la mitad mientras intentaban acceder a ayuda humanitaria. Hamás sigue debatiendo si acepta la última propuesta de tregua del presidente estadounidense, Donald Trump, aunque algunas fuentes apuntan a una respuesta positiva.
El grupo islamista aún busca garantías de que el alto el fuego conduzca al fin definitivo de la ofensiva israelí por su parte. Israel, por su parte, espera lograr la liberación de todos los rehenes. El próximo lunes, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, tiene previsto reunirse con Trump en Washington para tratar la cuestión de un fin de las hostilidades.