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Francia mantiene confinado a un tercio de su población, en un intento de reducir la elevada tasa de contagios, más de 20.000 al día, mientras en el Reino Unido, donde se ha guardado un minuto de silencio en el aniversario del primer confinamiento, estudian alargar hasta el verano el plan de desescalada por la COVID-19.

Foto: Un hombre camina delante de un negocio cerrado en París. Anne-Christine POUJOULAT / AFP

Una mujer condenada por la Justicia francesa en 2019 por no mantener relaciones con su marido ha demandado al Estado francés ante la Corte Europea de los Derechos Humanos para pedir un cambio en la interpretación de las juezas, que consideraron que hubo una violación grave de los derechos de obligaciones del matrimonio. Las jueces interpretaron la fidelidad y el vivir juntos como una obligación de tener relaciones.

La mujer, de 66 años, no fue condenada a pagar ninguna indemnización. Su abogada afirma que su clienta quiere un cambio en la interpretación de los jueces y que se elimine el principio de culpabilidad extraído de una lectura arcaica de la ley francesa. Es la interpretación del derecho canónico de la época de Napoleón y que perdura en Francia.

Más de 6.500 personas han participado este domingo en carnaval no autorizado en el centro de Marsella. La policía tuvo que intervenir para disolver el evento, ya que no se estaban cumpliendo las medidas de contingencia contra el coronavirus. Según un comunicado de la policía, al menos siete personas han sido detenidas. Las imágenes de este carnaval ilegal se producen mientras los contagios de COVID en Francia siguen en aumento.

  • Francia ha cerrado algunas vías de paso desde España para un mayor control fronterizo alegando motivos de alerta terrorista
  • Las restricciones por seguridad y por alerta sanitaria causan en nuestra frontera problemas relacionados con la inmigración y con la economía
  • Ya puedes ver "Fermez les frontières!" en RTVE.es, un reportaje de Repor

Un tercio de los franceses ha comenzado su tercer confinamiento desde el inicio de la crisis del coronavirus, aunque en esta ocasión es menos restrictivo que los anteriores. Las restricciones se limitan al cierre de comercios no esenciales y permite salidas sin limitaciones a espacios exteriores. Las primeras horas de este nuevo periodo, que se aplica en 16 departamentos, incluida la región de París, han estado marcadas por la confusión y la polémica, puesto que las nuevas reglas aplicables son menos claras. Alemania, por su parte, también se plantea dar marcha atrás al relajamiento permitido hace dos semanas, mientras que Polonia ha impuesto un confinamiento parcial durante al menos tres semanas por el aumento de casos. Coronavirus: última hora.

Foto: Vista general de una estatua ecuestre de Juana de Arco en París, Francia. EFE / CHRISTOPHE PETIT TESSON

Desde hoy y durante al menos un mes, en Francia entran en vigor nuevas medidas restrictivas para intentar controlar la pandemia ante una situación sanitaria, que sigue siendo preocupante. La medida afecta al menos a 16 departamentos del norte y del sur, entre ellas la región de París, y afecta a más de 20 millones de habitantes. Los habitantes podrán salir sin límite de tiempo en un radio de 10km y respetando el toque de queda a las 19:00. Las tiendas estarán cerradas salvo aquellas de primera necesidad y colegios y universidades a media ocupación. Informa Paco Forjas, corresponsal.

Varios países europeos han retomado la vacunación con Astrazeneca este viernes. Hay otros que, sin embargo, van a esperar a los informes de sus propias agencias del medicamento, como es el caso de Noruega, Suecia y Dinamarca. El reto ahora es que los ciudadanos recuperen la confianza en esta vacuna. En Francia, el primer ministro francés ha intentado despejar posibles dudas poniéndose la vacuna de Astrazeneca. Italia también se plantea lanzar una campaña para quitar la desconfianza generada por la polémica.

Foto: EFE/EPA/Guillaume Horcajuelo

De la quincena de países europeos que suspendieron la semana pasada la vacunación de la COVID-19 con las dosis de AstraZeneca, cinco de ellos -Francia, Italia, Bulgaria, Eslovenia y Alemania- han sido los primeros en volver a usarla este viernes, después de que la Agencia Europea del Medicamento afirmara que "es segura". Otros, sin embargo, van a esperar a los informes de sus propias agencias del medicamento. Ahora el reto es que los ciudadanos recuperen la confianza en AstraZeneca, por lo que algunos grandes cargos como el primer ministro francés, Jean Castex, se la han puesto de manera pública para dar ejemplo. Coronavirus: última hora.

Foto: El primer ministro de Francia, Jean Castex, recibe la vacuna de AstraZeneca en París. EFE/EPA/THOMAS COEX

Francia ha impuesto el confinamiento en 16 departamentos. Las nuevas restricciones estarán vigentes al menos un mes y podrían hacer que se reduzca el número de franceses que desde hace unas semanas deciden venir a España de vacaciones y en busca de un poco más de libertad. Se ha hablado de una oleada de franceses en España, pero lo cierto es que si lo comparamos con el año pasado, antes de la crisis, ha habido una caída del 70 %, aunque siguen siendo los extranjeros que más visitan nuestro país.

Francia devolverá a sus legítimos propietarios un cuadro del artista austriaco Gustav Klimt expliado durante el período nazi, según ha anunciado la ministra de Cultura francesa, Roselyne Bachelot. El cuadro titulado "Rosales bajo los árboles" se encontraba actualmente en el Museo d'Orsay de París.

El lienzo, comprado por Francia en los años 1980, será devuelto tras la promulgación de un proyecto de ley que encuadre la cesión de obras que figuran en instituciones públicas, con el objetivo de "reconocer el sufrimiento y los crímenes" que sufrió esta familia.

Francia ha empezado a talar los robles centenarios con los que va a reconstruir la Catedral de Notre Dame, que fue pasto de las llamas hace dos años. Serán necesarios un millar de estos árboles para rehacer la icónica aguja y la techumbre. Se espera que la Catedral recupere su esplendor en 2024. 

(Foto de JEAN-FRANCOIS MONIER / AFP)

Emmanuel Carrère es uno de los escritores franceses con mayor éxito. En su último libro, Yoga, hace, de nuevo, un viaje interior. Empieza en un centro para meditar y acaba en un psiquiátrico donde ingresa por depresión. Su idea inicial era hacer un libro amable sobre el yoga y la meditación -que lleva practicando tres décadas-, pero cogió otro rumbo a raíz de una serie de acontecimientos que marcaron de pronto su vida. Momentos como el atentado contra Charlie Hebdo, en el que murieron varios amigos.

Tubo también una crisis personal, conyugal, que desembocó en una depresión profunda y le llevó varios meses a un hospital psiquiátrico. El libro, que iba a ser sobre el yoga, se convirtió en la narración de su dolorosa experiencia vital. Un viaje autobiográfico en el que encadena otros episodios como el tiempo que pasó ayudando a refugiados en la isla griega de Leros.