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El siglo de Jane Austen era un mundo hecho por y para los hombres. Las mujeres eran hijas, esposas o viudas. No podían heredar, no podían votar, no podían firmar contratos legales por sí mismas. La escritura profesional, y mucho más la publicación, era un terreno minado. Las pocas escritoras que lograban reconocimiento eran vistas con recelo, tildadas de extravagantes o peligrosas. Por eso, que Austen escribiera sobre mujeres que pensaban, que decidían, que se rebelaban en silencio, fue profundamente subversivo. Su ironía, su mirada lúcida sobre el matrimonio como transacción económica, y su comprensión de las dinámicas del poder de género, la convierten en una autora radical, aunque su tono sea moderado y su estilo, clásico.

Nunca fue una feminista en el sentido moderno del término, pero supo, con la elegancia de la inteligencia, denunciar un sistema que dejaba a las mujeres a merced de su fortuna o de su belleza. Sus personajes femeninos no necesitan salvar al mundo: necesitan salvarse a sí mismas. Jane Austen comprendía que el mundo no estaba hecho para ellas. Y sin embargo, las hizo protagonistas.

Entrevistamos a Pitu Aparicio. Esta educadora social realiza talleres en los que realiza divulgación sobre educación sexual a través del humor. Además, también es una creadora de contenidos online, ha puesto en escena monólogos sobre el autoconocimiento sexual de las mujeres y la diversidad sexual y es autora del libro recientemente publicado "Autocoñocimiento".

En Las Mañanas de RNE hablamos con Elena Valenciano, actual presidenta de la Fundación Mujer y vicesecretaria general del PSOE entre los años 2012-2014: "Tengo una especial sensibilidad sobre la desigualdad que sufrimos las mujeres y he trabajado para instalar una agenda feminista dentro del PSOE". Respecto a las conversaciones entre Koldo, García, Ábalos y Santos Cerdán en el informe de la UCO afirma: "Hay que recuperar el valor de las palabras, uno no puede tener discursos feministas y después tener un comportamiento como ese [...] Es un comportamiento amoral, estamos perdiendo el valor de la ejemplaridad en la política y, sobre todo, de la coherencia". Valenciano cree que, ante esta realidad, trabajar por la igualdad de las mujeres no siempre es motivador: "Te invade el desánimo cuando llevas tanto tiempo intentando que todo el mundo entienda de lo que hablamos y que personas que estaban en el centro de la organización se comporten así te desanima" .

Valenciano ha cargado contra ese núcleo que ha existido dentro del PSOE: "Se acepta de una maneral natural el consumo del cuerpo de las mujeres por hombres que son muy poderosos, la desigualdad es aún más acusada y la sociedad lo tiene completamente normalizado [...] Esto resquebraja completamente la columna vertebral del Partido Socialista y es como volver a empezar con esta pedagogía de la igualdad y el combate de los privilegios". Sobre la comparecencia de ayer de Pedro Sánchez, ha reconocido: "Parece clarísimo que el Gobierno no tenía ni idea sobre el informe de la UCO, pero es bastante sorprendente que otras personas sí".

Gizonduz, el servicio vasco para el trabajo con hombres y masculinidades por la igualdad, de Emakunde-Instituto Vasco de la Mujer, organiza talleres para formar a hombres políticos de las distintas instituciones en perspectiva de género, igualdad y lucha contra la violencia machista. Nos lo cuentan en Objetivo Igualdad como parte de la campaña HeForShe

La representación de las mujeres en la pintura clásica y moderna han transmitido los estereotipos que pesaban sobre las mujeres. La inmensa mayoría de los pintores eran varones y representaban a la mujer a través de los arquetipos sociales o plasmando el deseo masculino. Mujeres desnudas y provocadoras, santas y sumisas, humildes y abnegadas llenan los museos. ¿Sabemos percibir esa representación de arquetipos patriarcales cuando miramos un cuadro?

Nellie, vivió la Revolución Mexicana desde niña en carne viva. A los siete años vio cómo fusilaban a su padrastro y a otros hombres del pueblo. Esa imagen —los cuerpos deshechos sobre la tierra, la pólvora incrustada en el aire, los rostros de las viudas— quedó grabada para siempre en su memoria. No la procesó con lágrimas, sino con literatura. Y de esa infancia trágica, de ese paisaje de muerte y heroísmo, nació Cartucho, una de las obras más desgarradoras, líricas y originales de la literatura mexicana. Una mujer que, por ser mujer, por ser artista, y por ser rebelde, fue borrada del relato oficial. Porque Nellie Campobello fue, en el sentido más puro, una mujer invisible: invisible en los registros de nacimiento, invisible en las academias dominadas por hombres, invisible en la historia mexicana que durante mucho tiempo recordó a Pancho Villa a caballo antes que a la niña que lo vio pasar.

Os recomendamos el ensayo Maternidades precarias, de Diana Oliver, sobre tener hijos en el mundo actual. También un temazo de la rapera Ana Tijoux, para que dejéis de decir tonterías.

La escritora Rebecca Solnit ha pedido pasos firmes por el clima y el feminismo en su nuevo libro 'El camino inesperado'. En una entrevista a TVE con motivo de su visita a la Feria del Libro, la autora y activista estadounidense ha dicho, que aunque hay "catastrofistas climáticos que dicen que no se puede hacer nada", ella defiende que "todo lo que se puede salvar merece la pena ser salvado". Foto:

Hay todavía muchos padres que "ayudan", pero no se hacen cargo de las obligaciones cotidianas hacia sus hijas e hijos, dejándole todo a las madres... salvo ir alguna vez al parque. Este es un nuevo video "Tengo un amigo que..." de Objetivo Igualdad con la colaboración de Fundación Iniciativa Social.

Si te mueves en autobús, ¿te has fijado en quién conduce? Ver a mujeres al volante del transporte público es un fenómeno bastante reciente, al tratarse de un sector tradicionalmente masculinizado. Chile es uno de los países que está llevando a cabo políticas para fomentar que haya mujeres conductoras. Su directora de Transporte Público Metropolitano, Paola Tapia, y las conductoras Cindy Venegas y Carolina Pérez, han explicado a Objetivo igualdad cómo es conducir en un mundo de hombres.

En abril de 2025, había 2.025 conductoras de autobuses en el transporte público, frente a unos 18.000 hombres, un 11% de la plantilla. Se ha avanzado mucho en los últimos años: en 2007, en Santiago, había solo 44 mujeres al volante. A través de las políticas de igualdad se ha impulsado la feminización del transporte.

El 50% de los mensajes sobre feminismo en X (antigua Twitter) son negativos. Además, el aire que se respira en esa red es muy polarizado y el 98% de los perfiles ya están radicalizados. España es uno de los países donde más sucede. Así se desprende del análisis de ocho millones y medio de mensajes en X en 12 países de la fundación Llorente y Cuenca, el estudio "Sin Filtro".

Conducir autobuses y autocares, tradicionalmente, ha sido un trabajo de hombres. Sin embargo, desde hace algunos años, vemos más mujeres al volante. Nos hemos fijado en Chile, donde se están llevando a cabo políticas para incorporar a conductoras al transporte público. A muchas, esa estabilidad laboral les ha cambiado la vida.