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El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha publicado miles de archivos no clasificados del caso Epstein, pero no aportan novedades importantes, aún faltan muchos más. El material incluye fotografías de propiedades del magnate y de encuentros con celebridades, entre ellas, Bill Clinton. Los demócratas forzaron esa publicación con una ley en el congreso.

Foto: Departamento de Justicia de EE.UU.

Tras insultar a sus predecesores Joe Biden (2021-2025) y Barack Obama (2009-2017), tanto verbalmente como por escrito, el magnate republicano ha dado un paso más al instalar placas en la Casa Blanca que reiteran sus quejas contra ambos presidentes demócratas.

El presidente republicano ya había causado revuelo al instalar una galería de retratos de expresidentes bajo una columnata exterior que conduce al Despacho Oval, donde la fotografía de Biden fue sustituida por la de una máquina de firmas. Esto se hace eco de las afirmaciones de Trump de que su predecesor estaba senil y ya no era capaz de gobernar.

El miércoles, los periodistas han descubierto que se habían añadido placas debajo de los retratos, con resúmenes biográficos. Los de Joe Biden y Barack Obama son, como era de esperar, muy negativos.

Fotos: GETTY

Pese a anunciar a bombo y platillo que daría un anuncio muy importante, Trump solo ha hecho un balance anual y de lo que ha considerado como los mayores "cambios positivos" de la historia de Estados Unidos, durante el tradicional discurso navideño en la Casa Blanca.

Su esperada alocución televisada ha arrancado con duras críticas a la inmigración y al sistema político heredado, asegurando que en apenas unos meses el país ha pasado "de lo peor a lo mejor", especialmente —según ha dicho— gracias a las deportaciones.

Previamente, el periodista ultraconservador Tucker Carlson había afirmado que el republicano anunciaría la guerra con Venezuela esta noche. Sin embargo, las premisas no se han cumplido y Trump no ha hecho ninguna referencia al país latinoamericano, aunque sí que lo ha hecho sobre su guerra contra el narcotráfico. "Casi he terminado con la droga que entra al país", ha asegurado, volviendo a subrayar que tienen a "la Fuerza Armada más poderosa del mundo".

El Gobierno de Venezuela ha denunciado este miércoles ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas una "agresión abierta y criminal" por parte de EE.UU., después de que Trump haya ordenado el bloqueo de todos los petroleros sancionados que entren y salgan de las costas venezolanas. También ha solicitado a este organismo una reunión "urgente" para abordar lo que ha calificado de "plan propio del colonialismo" y "gigantesco acto de extorsión".

Y la palabra preferida de Trump es la palabra del año, para la Fundeu. Es decir: arancel. Un término que ha estado en el centro del debate político y económico, tras la batalla comercial abierta por el presidente estadounidense. Había otras palabras candidatas: trumpismo, apagón o dron.

Fotografía: EFE/ Mariscal

Trump continúa con las sanciones sobre Venezuela en su lucha, por el momento naval, contra el narcotráfico. Este martes, el presidente de los Estados Unidos ha ordenado "el bloqueo total y completo de todos los petroleros sancionados que entren y salgan" del país latinoamericano, en lo que supone un paso más en la escalada de presión de Washington sobre el Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro.

Trump ha acusado a Caracas de emplear el crudo de "yacimientos robados para financiarse a sí mismo" así como al narcotráfico y el crimen. Y ha asegurado que el despliegue estadounidense "seguirá creciendo", advirtiendo que el impacto que sufrirán "no tendrá precedentes"

El Ejecutivo de Maduro ha respondido calificando el anuncio de "amenaza grotesca" y acusa al país norteamericano de "robar la riqueza que pertenece a nuestra patria".

La semana pasada, fuerzas estadounidenses incautaron un petrolero, el Skipper, con destino a Cuba, en el mar Caribe. El barco transportaba entre 1 y 2 millones de barriles de crudo venezolano, según diversas fuentes, con un valor de entre 50 y 100 millones de dólares. Según Washington, el barco había estado bajo sanciones estadounidenses desde 2022 por presuntos vínculos con el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y el Hezbolá libanés.

2 de septiembre de 2025. Comienza la Operación Lanza del Sur, con hasta ahora más de 20 ataques y decenas de víctimas mortales. Sin presentar pruebas, la Casa Blanca asegura que eran narcoterroristas transportando drogas que terminan matando estadounidenses. Por eso lo llaman legítima defensa.

La Carta de las Naciones Unidas es clara. Prohíbe el uso de la fuerza armada en las relaciones internacionales, pero contempla dos excepciones. Una, las intervenciones autorizadas por el Consejo de Seguridad, que no es el caso. Y dos, la legítima defensa ante un ataque armado.

La Constitución americana dice que es el Congreso quien declara la guerra, pero allí no se ha votado el uso de la fuerza armada. No es la primera vez que este debate surge en el país. Ya hubo presidentes republicanos y demócratas que usaron drones en Pakistán, Yemen, Libia para matar a presuntos terroristas.

Quizá la diferencia es el descaro con el que Trump admite lo que muchos consideran ejecuciones extrajudiciales.

Foto: @Southcom / X

El Ejército de Estados Unidos ha anunciado tres nuevos ataques cinéticos contra presuntas narcolanchas en aguas internacionales del Pacífico oriental, cerca de Colombia, y en el que han muerto ocho hombres. "Información de inteligencia confirmó que los buques transitaban por rutas conocidas de narcotráfico en el Pacífico Oriental y se dedicaban al narcotráfico", ha declarado el ejército en una publicación en X.

El Gobierno de Estados Unidos no reconoce la legitimidad de Maduro en Venezuela y lo acusa de liderar el Cartel de los Soles, un supuesto grupo vinculado al narcotráfico, aunque funcionarios venezolanos como el ministro de Interior, Diosdado Cabello, consideran que se trata de un "invento".

Trump también ha anunciado el lunes que firmó una orden ejecutiva para declarar al fentanilo como un "arma de destrucción masiva", al considerar que ha causado estragos comparables a los de una guerra. Por el momento, la Administración no ha explicado que repercusiones legales tendrá la clasificación de esta droga como arma de destrucción masiva, una expresión reservada hasta ahora a armas "radiológicas, químicas, biológicas o de otro tipo destinadas a hacer daño a un gran número de personas".

Las conversaciones de paz sobre Ucrania parecen haber avanzado en las últimas horas. EE.UU. ha ofrecido garantías de seguridad a Ucrania similares a la aplicación del Artículo 5 de la OTAN (garantías "de platino", han dicho fuentes de las negociaciones), y los aliados europeos han reconocido "progresos significativos" tras las conversaciones entre las delegaciones estadounidense y ucraniana este pasado domingo.

Foto: Kay Nietfeld / POOL / AFP

Estados Unidos estrecha el cerco sobre el régimen de Nicolás Maduro. La primera incautación de un buque con crudo venezolano y sanciones a otros petroleros y compañías navieras supone el primer golpe directo de Trump al principal salvavidas de Caracas.

"Maduro se encuentra en una situación tremendamente delicada porque resulta claro que la presión de Donald Trump no va a disminuir, cada vez va a ir a más y se está encontrando, viendo abocado a un callejón sin salida", señala José Antonio Gurpegui, director del Instituto Franklin.

La puerta abierta a nuevas incautaciones ahuyenta el negocio. Según Reuters, petroleros cargados con 11 millones de barriles están varados en aguas venezolanas. Solo la estadounidense Chevron goza de autorización inusual y privilegiada para exportar. Y sus operaciones representan casi una cuarta parte de la producción petrolera venezolana. El país caribeño es una pieza económicamente codiciable, pero puede que las ambiciones de Trump no solo pasen por el petróleo ni por la salida de Maduro.

"Creo que Trump puede estar más interesado en las tierras raras que tiene Venezuela, que no quiere que caigan del lado chino porque China se está estableciendo en Sudamérica y Trump lo que está intentando también es posicionarse en Sudamérica", opina Gurpegui.

Trump no deja de insinuar una intervención terrestre, aunque para este experto el desenlace pasa por una solución negociada. Maduro pide que no haya guerra por petróleo y el siguiente movimiento de este pulso en el Caribe es imprevisible.

Foto: REUTERS/Isaac Urrutia

Las negociaciones sobre la guerra entran en un momento decisivo. Estados Unidos propone ahora que Ucrania entre en la Unión Europea en 2027. Sería una entrada exprés que se saltaría reglas y plazos, y un premio de consolación para Zelenski, que prefería el ingreso en la OTAN. Pero eso Trump lo descarta de plano. Sí negocia garantías de seguridad.

La otra gran cuestión es el territorio. Zelenski se ha grabado a las puertas de Kupiansk, en la región de Járkov, tomada por Rusia en noviembre. El presidente ucraniano asegura que su ejército aún puede contraatacar. En el Donbás, sin embargo, el avance de Rusia no tiene respuesta y ha plantado sus banderas en Síversk. La que ha sido una fortaleza inexpugnable en casi cuatro años de invasión ha caído y abre una vía hacia los grandes núcleos de Slaviansk y Kramatorsk.

El Kremlin ha conquistado más del 80% del Donbás y lo quiere todo. Dice que después podría aceptar que fuera una zona desmilitarizada, aunque bajo vigilancia de la policía rusa.

Foto: Stringer/REUTERS — Soldados ucranianos disparan una pieza de artillería en la región de Donetsk