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La peseta ya es historia. La personas que tengan monedas o billetes en sus casas ya no podrán cambiarlas. Este miércoles ha sido el último día en el que se podían cambiar, y aunque ha habiado casi dos décadas para hacerlo se han visto largas colas de última hora.

Foto: EFE/ Javier Lizón

  • Este 30 de junio es el último día que ha fijado el Banco de España para canjear las últimas pesetas
  • Se calcula que quedan 1.600 millones de euros en la moneda que dejamos de usar hace 20 años

Solo quedan unos días para poder cambiar las pesetas que todavía guardamos en euros. Casi 20 años después de la adopción del euro todavía quedan pesetas equivalentes a casi 1.600 millones de euros. El 30 de junio es el último día que ha fijado el Banco de España para canjearlas. "No todas las monedas de peseta se pueden cambiar", recuerda la directora general de Efectivo y Sucursales del Banco de España, Concha Jiménez, "solo aquellas que estaban en circulación a fecha 1 de enero de 2002, respecto a los billetes, los posteriores a 1939 son todos canjeables, si bien pueden ser objeto de canje los emitidos entre 1936 y 1939, tras ser analizados por expertos de la entidad". Hay muchos que estos dias se acercan al Banco de España a hacer los cambios. Y todavía quedan románticos que guardan e incluso trabajan con la antigua moneda. Un reportaje de África Huerta y Juan Morello.

A solo una semana para que acabe el plazo, todos los días se canjean pesetas en el Banco de España. Todavía hay unos 266.000 millones de pesetas olvidadas en cajones o guardadas por coleccionistas. Conocemos detalles y curiosidades en este reportaje de África Huerta y Juan Morello.

La economía crecerá con fuerza en 2021 y 2022 y se moderará, notablemente, en el tercer año, de acuerdo con las previsiones del Banco de España presentadas este lunes. La vacunación y la recuperación del turismo son las claves para que esas cifras mejoren y aunque hay menos incertidumbre que en marzo, el riesgo de rebrotes o nuevas variantes, o las dudas sobre el gasto de las familias, dice el supervisor, siguen estando ahí. De esta manera, los niveles prepandemia se recuperarían antes de que termine el 2022. Foto: EFE/PAQUET

[Última hora sobre el coronavirus

En pleno debate sobre si se sube o no el salario mínimo este año, este martes el Banco de España ha analizado en un informe el efecto que esa medida tuvo en el año 2019 en el empleo. Su conclusión es que la subida del 2019 recortó el número de empleos en más de 100.000.

No obstante, el supervisor señala que la decisión sobre el SMI debe tener en cuenta no sólo su impacto en el empleo, sino también en el consumo, la inversión y el ahorro. Y que las mejoras en la equidad podrían compensar el incremento de desempleo. Foto: MARCIAL GUILLÉN / EFE

Carolina Elías, presidenta de la Asociación de Servicio Doméstico Activo, ha denunciado el 14 horas de RNE que las empleadas del hogar están trabajando en peores condiciones, aunque no han perdido puestos de trabajo tal y como denuncia el informe del Banco de España sobre las consecuencias de la subida del Salario Mínimo Interprofesional en 2019. “Estamos sufriendo, más que una pérdida de empleo, una pérdida de condiciones porque los cuidados se siguen demandando, pero se prefiere contratar en condiciones precarias”, ha afirmado Elías, que, además, ha asegurado que en muchas ocasiones siguen trabajando sin estar dadas de alta en la Seguridad social. “Esto precariza y nos condena a la exclusión social”. Elías subraya que 45.000 empleadas del hogar recibieron el subsidio que el Gobierno ofreció durante el estado de alarma y lamenta que esa prestación no se haya prolongado en el tiempo como ha sucedido con los ERTES.

¿Salud o economía? Las restricciones a la movilidad han tenido un importante impacto en la economía, aunque de forma desigual. Daniel Hernández, adjunto del área de Economía de los Servicios Informativos de RNE, repasa las consecuencias de la pandemia en esta nueva entrega de "Economía desde el Lejano Oeste".

Abordar una importante reforma estructural para tratar de afrontar los efectos que dejará esta crisis sobre el empleo, el PIB y las cuentas públicas, esta es una de las conclusiones deslizadas por el Banco de España en su informe anual correspondiente al año 2020. El supervisor mira al mercado laboral y recomienda la implantación de la mochila austriaca y el abaramiento de los costes del despido como parte del paquete de medidas.

En su informe anual, publicado este jueves, el Banco de España pide abaratar el despido un 50 % con un sistema mixto que combine una revisión del despido y tipos de contratos y crear un fondo en el que las empresas hagan una aportación a nombre de cada trabajador que podrían recuperar si pierden el empleo o en la jubilación. Cree que la recuperación comenzará en la segunda mitad del año aunque los efectos de la pandemia persisitirán en el tiempo y no se alcanzarán niveles precovid hasta 2023.

La institución aconseja evitar una retirada prematura de los apoyos económicos como los ERTE y complementarlos con otras medidas como programas de formación. También revisar las políticas activas de empleo, corregir la elevada temporalidad y la alta tasa de paro.

Sobre las pensiones, vuelve a defender subir la edad de jubilación.  Señala que hay que revisar los gastos e ingresos públicos para un mejor reparto. El impacto de las medidas aprobadas para enfrentar la crisis sanitaria sobre el saldo de las cuentas públicas ha sido en 2020 del 4,5 % del PIB. Por eso, el Banco de España señala que es esencial un ajuste y consolidación presupuestaria y reducir el déficit y la deuda. En cuanto a los fondos europeos, aconseja una buena selección de los proyectos para contribuir a las reformas y los cambios estructurales que España necesita.

FOTO: Negocios cerrados en una calle de Madrid. REUTERS/Susana Vera

En Las Mañanas de RNE analizamos con Santiago Carbó, director de Estudios Financieros de FUNCAS, cómo está cambiando la banca y cómo están repercutiendo ciertos costes en los usuarios.

¿Hay que entender el proceso de subida de comisiones como una pista de transformación de la banca? Según Carbó, es una señal de que “las cosas están cambiando”. En los últimos 10 años los tipos de interés no han permitido mantener los márgenes financieros tradicionales y en España nunca hemos estado acostumbrados a pagar comisiones. Carbó apunta que podríamos estar aproximándonos a un modelo transacción-comisión, como en Estados Unidos, y cree que los bancos tendrán que explicar muy bien esta transición a sus clientes. Sobre el modelo de aplicaciones de intercambio de dinero, como Bizum, y las limitaciones que pretenden introducir algunas entidades en su uso, el director deEstudios Financieros de FUNCAS espera que “no pongan comisiones y que no haya abusos en ese sentido”, como la introducción de comisiones. ¿La banca va a ser exclusivamente digital? "No creo que la banca pueda ser exclusivamente digital, ni que el efectivo desaparezca, pero está claro que la banca tradicional tiene unos competidores muy serios en el ámbito digital, ya los está teniendo: las start-up fintec o las grandes tecnológicas. La banca tiene que competir con ellas con las mismas capacidades de inteligencia artificial y de manejo de grandes datos", apunta Carbó, que cree que el gran problema de la banca es la cantidad de leyes y regulación que debe cumplir. Sobre los ajustes de personal y los EREs presentados por algunas entidades bancarias españolas, Carbó asegura que no es un sector especialmente rentable en comparación con otros, por eso tienen que seguir haciendo un esfuerzo que aumentar la rentabilidad: “Estamos en un contexto muy difícil. El debate es muy duro”, apunta. Santiago Carbó no descarta más movimientos o fusiones en el sector bancarios en 2021: “El año puede seguir siendo duro y el BCE y Banco de España siempre van a estar estimulando el debate de las fusiones. Lo que queda por hablar es si va a haber fusiones en Europa, si tiene sentido que se fusionen un banco español y francés o un sueco. Sería interesante ver eso”, explica en RNE. Valorando los datos del PIB del primer trimestre del año, Carbó apunta que son los esperados y que el año puede ser complicado, no tanto por la macroeconomía, sino a partir de la desaparición de la "red de seguridad: ERTEs, moratorias, préstamos ICO... ahí tendremos que ver cuánto podrán aguantar las empresas", explica. "Probablemente lo podamos ver después de verano".