Boris Becker, de tocar la gloria en el tenis a entrar en prisión con "asesinos y pedófilos" | La Revuelta, completo
Boris Becker es, “probablemente, uno de los 10 mejores tenistas” de todos los tiempos, según él mismo reconoce. Ganador de seis Grand Slams y tres copas de Maestros, el alemán fue, con solo 17 años, el campeón más joven de la historia de Wimbledon, donde conquistó tres títulos, y llegó a ser el número 1 del ranking mundial. Pero la vida no suele ser un camino de rosas y, pese a haber amasado más de 25 millones de dólares por los 49 trofeos que ganó a lo largo de su carrera, en 2022 fue condenado a dos años y medio de prisión “en una de las peores cárceles de Reino Unido”, a solo dos kilómetros de la pista donde alcanzó la gloria deportiva. De todo ello y de cómo se digiere esa caída del cielo al infierno en su nuevo libro, Inside (“Dentro”): “En lugar de dejar que escriba sobre mí gente que nunca me ha conocido, me parecía importante contar mi propia verdad”, explicaba en su llegada a La Revuelta.
¿Por qué entró en prisión Boris Becker?
Fuera de las pistas, la vida del extenista alemán ha sido una auténtica montaña rusa. Tras una exitosa trayectoria deportiva en la que “te acostumbras a un cierto nivel de vida y te vuelves demasiado cómodo”, Boris Becker tuvo dos divorcios y tomó, según sus propias palabras, malas decisiones en su nueva carrera profesional. Un cúmulo de circunstancias que le llevó a “la insolvencia”, cometió “un error técnico” con los plazos y fue condenado a 30 meses de prisión por cuatro de los 29 delitos de los que fue acusado: sustracción de propiedad, dos cargos de no revelación de su patrimonio y encubrimiento de deuda, al haberse declarado en bancarrota tras el impago de un préstamo de 3,7 millones.
“El sistema penitenciario de Reino Unido es muy duro, no hace falta mucho para que te metan en la cárcel”, opinaba el exdeportista en La Revuelta, motivo por el cuál las prisiones “siempre están sobrepobladas”. Allí compartió espacio y cotidianeidad con asesinos, pedófilos y todo tipo de criminales, aunque solo tuvo que cumplir ocho de los 30 meses de su condena.
“Perdí al 95% de mis amigos”
Tras un largo proceso de 2019 a 2022, Boris Becker se despidió de su familia antes de escuchar la sentencia del jurado popular. “No sabía cuándo iba a volver a verles" porque, "si te declaran culpable, pasas directamente a un sótano” y de ahí a prisión: “Es un sistema brutal”, apuntaba en su entrevista con David Broncano. Durante su estancia en la cárcel, “perdí al 95% de mis amigos”, asegura, aunque reconoce que, “en realidad, no quieres que te visite mucha gente. Tienes que centrarte en encontrar la manera de sobrevivir”. Y, ahora que vive una buena vida en Milán, con negocios que funcionan, “quieren volver a ser mis amigos y les he dicho: Gracias, pero no”.
El legendario tenista alemán volvió a contraer matrimonio en 2024 con "la mujer que me salvó" y, a sus 58 años, ha vuelto a ser padre de una niña "hace 10 días", recordando una frase que siempre le decía su madre: “Tu vida es feliz si tu mujer está feliz. Tardé en entenderlo, pero ahora lo entiendo”. Una vez reconducida su vida, Boris Becker asegura que quiere “seguir por el buen camino, estoy trabajando mucho en televisión”, explicaba en La Revuelta, celebrando que “se ha cerrado un círculo”.
Su influencia sobre Nadal, Federer y Djokovic
Ser una de las mayores figuras históricas del tenis ha permitido a Boris Becker tener contacto directo con los tenistas que dominaron su deporte en épocas posteriores. Novak Djokovic le llamó en 2012 para pedirle que fuera su entrenador tras verse superado por Rafa Nadal, a quien conoció desde muy pequeño. Su tío Toni pidió opinión a la leyenda alemana en los inicios de Rafa, y éste aconsejó al de Manacor que jugase con una mano y no con las dos. Más curioso aún fue su contacto con Roger Federer, a quien conoció cuando era un niño y trató de convencerle para que representase a Alemania en vez de a Suiza, por ser de Basilea, ciudad fronteriza entre ambos países.
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