El mejor momento de Adriana y Rafael en Valle Salvaje: el duque da su bendición públicamente
- Para sorpresa de todos, José Luis ha bendecido ante todos su unión
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El amor de Adriana y Rafael brilla más que nunca en Valle Salvaje. Desde que sus miradas se cruzaran por primera vez en un baile en la corte sin saber lo que el futuro les deparaba, su relación ha ido creciendo con intensidad, y tras un inicio lleno de pasión y amor imposible, ahora viven un momento que parece sacado de un cuento de princesas. Parece que, tras revelar que siempre han estado enamorados, incluso desde antes de convertirse en cuñados, todos han aceptado su relación, incluido el duque de Valle Salvaje, que ha bendecido públicamente su amor, dándole aún más fuerza y significado a su unión. Pero eso no es todo, Rafael ha decidido dar un paso lleno de emoción e ilusión, haciendo una petición a su padre que podría convertir este instante en un recuerdo imborrable tanto para él como para Adriana. ¿Aceptará José Luis? ¿Quieres saber de qué se trata? ¡Te contamos todo lo que ha pasado!
José Luis bendice la unión de Adriana y Rafael
Tras el anuncio de Irene de aceptar su casamiento con Leonardo, el duque está pletórico, algo que le ha motivado a abrirse con sus más allegados, presentes en la cena. Así, ha querido hacer otro brindis, no solo por el compromiso de su hija. "Esta es una gran noche para mí, y puedo decirles que me enorgullece poder compartirla con todos los presentes. Tras los muy aciagos días que ha vivido esta casa, parece que por fin vuelve a salir el sol. Y no me refiero solo por el próximo matrimonio de Irene", comienza diciendo, pero el duque también quiere reconocerle a Rafael todo lo que ha hecho por la familia: "Pero quería aprovechar además para mostrar mi agradecimiento a alguien a quien no siempre he reconocido sus méritos, a quien no acostumbro a tratar con justicia y, en definitiva, a quien quiero más de lo que yo jamás habría podido imaginar".
Victoria sonríe pensando que va a ser ella la reconocida, pero no: "Esa persona no es otra que mi hijo Rafael. Ha honrado nuestro apellido, y el de su hermano descubriendo a su asesina. Gracias Rafael, sin tu intervención esa mujer bien podría estar sentada hoy entre nosotros y su crimen seguiría impune". Sin embargo, el duque pide que todavía no se alcen las copas, pues quiere hablar de otra persona, que al no ser tampoco Victoria, la duquesa abandona la sala. "Mi nuera, Adriana, y de lo que Rafael ha hecho por ella. Tras la trágicamente de mi hijo Julio, Rafael le ha procurado el consuelo que necesitaba. Por eso, de duque a futuro duque de Valle Salvaje, te concedo que puedas seguir protegiéndola y, llegado el momento, le ayudes a educar a su hijo, mi nieto, guiándolo por el difícil camino de la vida", ha expuesto José Luis, que ha terminado con una declaración que ha sorprendido a todos: "Brindemos por la unión de Rafael y Adriana, a quien esta noche bendigo desde lo más profundo de mi corazón".
Rafael pide permiso a su padre para comprometerse con Adriana
Después del emotivo momento en el que José Luis bendice el amor de su hijo con la Salcedo de la Cruz, Rafael cree que ha llegado el gran momento de su relación con Adriana. Por eso, ha querido hacer una especial petición a su padre: "Me gustaría que me concediera permiso para pedirle matrimonio". Una solicitud que ha sorprendido al duque, que ha tornado su rostro a más serio.
La respuesta del duque
"¿Así que quieres desposar a Adriana?", le pregunta el duque a un Rafael que intenta convencer a su padre pero que no hace falta hacer nada, y con un abrazo le confirma que le da su permiso para casarse: "No lo podrías haber hecho mejor, hijo. Tras la muerte de tu hermano, has asumido todas sus responsabilidades, es lógico que ahora también te hagas cargo de Adriana", le dice, afirmando que le ha dado una alegría.
Ambos se sinceran sobre el acercamiento que están termino como padre e hijo, y creen que Pilara debe estar muy orgullosa de ellos ahora mismo. Sin embargo, José Luis les pide un poco de paciencia y discreción, pues deberán esperar a que Irene y Leonardo casen, algo que no preocupa a Rafael, pues Adriana no tiene todavía conocimiento de sus intenciones. Pero el duque tiene una condición más: "Cuando hagáis públicas vuestras futuras nupcias, hacedlo dejando claro que el hijo que Adriana lleva en el vientre es de Julio, no tuyo. Esto es muy importante. Ha de quedar muy claro a todos los allegados y asistentes al enlace.
A pesar de esta imposición, y de que es algo que pueda molestar a Rafael, este es un momento de celebración pues por fin... ¡Adriana y Rafael podrán casarse! ¡La gran boda de Valle Salvaje ya está en marcha!
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