La surrealista revolución de Abián Díaz y Raúl Cimas regresa a 'Futuro Imperfecto'
- Los cómicos aterrizan en el plató del programa para llevar a cabo sus aplaudidas secciones
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Esta semana en Futuro Imperfecto hubo de todo: acuerdos de paz sin protagonistas, expresidentes que parecen salidos del Museo de Cera, un desfile por Madrid y un escorpión gigante en plató para darle ritmo al programa. Abián cocinó un menú de categoría seguido por el mejor conocimientos de Raúl Cimas sobre oficios imposibles. Una combinación que ha dejado Andreu sin palabras y con el ritmo acelerado.
El ritmo venenoso de Abián Díaz
Abián Díaz, el metrónomo humano de Futuro Imperfecto, ha decidido que el ritmo esta semana debía venir con aguijón. ¿Cómo se consigue eso? Fácil: trayendo al plató el escorpión más grande del planeta. “Puede matarte en un segundo. Eso da miedo, y el miedo da ritmo”, le ha explicado a Andreu. El problema vino cuando insinuó que el escorpión se había escapado. El público pasó de la risa al pánico en tres segundos, dando espacio al ritmo que Abián tanto buscaba.
Por si eso fuera poco, Abián sugirió meter algo más de tempo, y qué hay mejor para dar velocidad que un menú de categoría con entrante, primer plato, segundo plato y postre. “¿Pretendes que la gente se ponga a cocinar a las once de la noche?”, le ha preguntado Andreu, entre incredulidad y hambre. “Dicho por ti suena raro, dicho por mí suena bien”, ha respondido Abián, desplegando su libro de recetas como si tuviera el secreto del éxito entre sus páginas. Endibias con pollo y nueces o magret de pato eran las recetas elegidas para conquistar al público.
El escorpión ha aparecido en el último instante cuando Abián trataba de hacerle una entrevista a Andreu, mientras un enfermero le tomaba muestras para un ficticio análisis de sangre. Un esperpento que ha dejado el ritmo por las nubes, con un enfermero desmayado por la mordedura de escorpión, un Abián tratando de huir con el escorpión capturado, y un Andreu más acelerado que nunca.
Raúl Cimas y las profesiones imposibles
Raúl Cimas cerró el programa con un desfile de profesiones imposibles. Empezó confesando que de joven quiso ser cura, pero acabó en el exorcismo. “Exorcismo patrio, más de andar por casa. Nos enfrentábamos al duende andaluz”, explicó, refiriéndose a ese fenómeno paranormal que afecta a turistas que vuelven de Andalucía diciendo “ole” y “arsa” como si fueran parte del folclore. Su prima, por ejemplo, volvió del viaje con acento, ritmo y una coreografía espontánea. “Tuvimos que quitarle la música porque enseguida se ponía a bailar sola”, ha comentado Raúl.
Pero lo mejor llegó después. “Mi suegro es mago. Siempre va con mi suegra, la chistera”, soltó entre risas, antes de revelar que en realidad es “electrodomesticador”. Una profesión de alto voltaje que consiste en domar electrodomésticos rebeldes a base de golpes y amenazas con látigo. Y eso no es todo: en su familia hay más profesiones dignas de estudio. De todos los gustos y para todas las personas, pero, sin duda, nos quedamos con la de Raúl: hacer reír a la gente con tan solo aparecer.