Libros para todas las capacidades: el Club de Lectura Fácil
- La biblioteca Joan Miró de Barcelona acoge un club de lectura para personas con daño cerebral adquirido
- Esta actividad escoge libros de lectura fácil, con un lenguaje claro y unas estructuras simples y comprensibles
Joan Didion, que perdió a su marido y su hija en el periodo de un año y medio, escribió: «La vida cambia en un instante. Te sientas a cenar y la vida que conocías se acaba». Las personas que han sufrido un ictus o un infarto han conocido en primera persona ese momento bisagra en el que la biografía se divide en un antes y un después. Tras los meses de recuperación, la aspiración es seguir disfrutando de algunas de sus aficiones en la medida de lo posible. Para un amante de la lectura, perder los libros es perder la identidad. La asociación TRACE (que forma parte de la Federación Española de Daño Cerebral) se propuso ayudar en ese objetivo.
Esta entidad se fundó en el año 1988, y defiende «los derechos, autonomía y mejora de calidad de vida de las personas afectadas de un daño cerebral, y también de sus familias», ya que son conscientes de que el entorno supone un elemento determinante en la rutina del paciente. Además de otros proyectos como podcasts, cursos de cerámica, un taller de navegación a vela o tardes de cine, en TRACE organizan un club de lectura para personas con daño cerebral adquirido. La cita es en la Biblioteca Joan Miró de Barcelona.
“Cada año hay más de cien mil nuevos casos de daño cerebral“
El daño cerebral sobrevenido es una lesión que afecta al cerebro de forma inesperada. Su origen no es congénito, hereditario, ni degenerativo. Desde TRACE aportan algunas cifras que llevan a la reflexión: «Las principales causas que lo pueden provocar son los traumatismos craneoencefálicos, los accidentes cerebro vasculares, los tumores cerebrales o, en ocasiones, las enfermedades raras. En España hay 420.064 casos, con un 78% de ictus. Desgraciadamente, cada año hay 104.071 nuevos casos de daño cerebral».
Regreso a la vida cotidiana
Entre un 30 y 40% de las personas con daño cerebral han pasado por una pérdida de conciencia o coma. El regreso a la velocidad hostil de la vida cotidiana supone un fuerte choque para los pacientes. Poder seguir haciendo alguna de las actividades que disfrutaban antes del accidente, mejora su calidad de vida. Para muchos de ellos, la lectura es importantísima. «He vuelto a empezar otra vez», afirma uno de los asistentes al club de lectura que ha visitado Página Dos. La ilusión en su voz es palpable. Hábitos de toda una vida interrumpidos de forma drástica que ahora se retoman, con la ayuda de voluntarios.
Nicolás Escobar, integrador social de TRACE, cuenta a Página Dos la mecánica de las sesiones de lectura fácil, en la que se escogen libros con un lenguaje claro y unas estructuras simples que faciliten la comprensión: «Solemos leer unos tres capítulos en cada encuentro. En cada página les hago preguntas para seguir el entendimiento del texto. Se trabajan muchos detalles; leer en voz alta es algo que tenemos normalizado, pero es una tarea exigente». En este admirable club de lectura se comparten libros, ideas, y se brinda además algo mucho más valioso: un apoyo moral, un sentido de la comunidad y una normalización con total naturalidad de la situación de cada asistente.
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