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El español que inspiró el cuento de 'La Bella y la Bestia'

Noticia Saber y Ganar 

Pedro González, un hombre nacido en Tenerife con pelo por todo el cuerpo, fue el español que inspiró el cuento de hadas de ‘La Bella y la Bestia’

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El español que inspiró el cuento de 'La Bella y la Bestia'
Una imagen de Pedro González Lorena Montón
Lorena Montón

En ‘Saber y Ganar’ hay hueco para todo, tanto para las ciencias y la historia, como para los cuentos y leyendas populares que todos conocemos. Y precisamente una de las historias más famosas de todos los tiempos, la de ‘La Bella y la Bestia’, podría tener como inspiración a un español que, por su condición física, habría sido sobre quien se habría construido el personaje de la Bestia. Hablamos del tinerfeño Pedro González.

Un niño especial

Pedro González, o Petrus Gonsalvus, nació en Tenerife en 1537, siendo descendiente de los jefes de los aborígenes que poblaron la isla canaria, y que recibían el nombre de menceyes guanches. Su llegada al mundo estuvo marcada por una particularidad: su cuerpo entero estaba cubierto de pelo, un vello fino de color rubio que, a pesar de ocupar toda su anatomía, dejaba entrever sus rasgos. Podemos decir que se trata de uno de los primeros casos documentado de hipertricosis en Europa.

No se sabe en qué condiciones, pero el pequeño Pedro, que es protagonista de una de las pruebas de ‘Saber y Ganar’, fue llevado a la corte del rey Enrique II de Francia a modo de rareza. Tenía solo 10 años y deslumbró a todo quien lo vio. De hecho, el monarca lo aceptó como regalo y se propuso educarlo para que tuviese buenos modales y no se convirtiese en un salvaje.

El español que inspiró el cuento de 'La Bella y la Bestia'

Una imagen de Pedro González Lorena Montón

La vida en la corte

Pedro González, que se comunicaba directamente con Enrique II, aprendió Humanidades y Latín, lengua que en aquel momento tan solo era dominada por gente de alta cultura, lo que le otorgó el prestigio social que su aspecto no podía darle. Es más, el propio rey, sabiendo que su padre era un jefe tribal, le otorgó el derecho a usar “Don” antes de su nombre y le dio uno de los trabajos más bien considerados: servicio de boca del rey. Tan solo los nobles podían ejercer este trabajo y estaba retribuido con unas 240 libras al año.

A pesar de su apariencia, Pedro González también supo lo que era el amor. A los 37 años contrajo matrimonio con una hermosa joven llamada Catherine, de quien se cree que era dama de compañía de la reina Catalina de Médici, con quien tuvo nada menos que seis hijos. Tan solo dos de ellos nacieron sin hipertricosis, y se sabe que algunos de sus nietos también presentaron dicha condición.

En la corte, Don Pedro y su familia vivieron con total normalidad y prueba de ello son los retratos familiares que hay en el Castillo de Ambras, en la ciudad austriaca de Innsbruk o los grabados que atesora la Galería Nacional de Arte en Washington, Estados Unidos.

Traslado a Italia

Cuando Catalina de Médici falleció en 1589, la familia se trasladó a Italia para formar parte del entorno de Ranuccio Farnesio, duque de Parma. Si bien siguieron gozando de los mismos privilegios, cierto es que su vida como cortesanos fue algo más comedida.

Don Pedro González falleció en 1618 a los 81 años de edad. El Archivo del Vaticano y los Archivos de Roma y de Nápoles incluyen detalles de su vida, y son muchos quienes atribuyen a este tinerfeño, tal y como hemos recordado en 'Saber y Ganar', el origen de uno de los cuentos franceses más populares del mundo: “La Bella y la Bestia”.