Pepa Bueno: "Este es un momento de la historia en el que hace mucha falta el periodismo"
- Pepa Bueno se pondrá al frente de la segunda edición del Telediario en una nueva temporada que arranca en septiembre
- La nueva presentadora y directora del TD2 explica en el informativo 24 horas de RNE cómo afronta el proyecto
La primera vez que Pepa Bueno (Badajoz, 1964) se puso al frente del Telediario 2 fue en 2009. La última, en 2012. Entonces, España aún se informaba con el mando a distancia. TikTok no existía, la palabra "bulo" no formaba parte del vocabulario cotidiano y los informativos se seguían en directo, no a golpe de clic en múltiples dispositivos.
Han pasado trece años, y Bueno regresa a la televisión pública. Pero nada es igual.
"Ni el mundo ni el país son los mismos. Tampoco yo, ni el periodismo", apunta en 24 horas de RNE, con Carlos Núñez. "Ahora tengo a mi disposición herramientas tecnológicas con las que en 2009 no soñábamos. Estoy dispuesta a usarlas todas, pero al servicio del contenido".
A partir de septiembre, volverá a ser la cara del TD2. Aunque lo hará en un ecosistema radicalmente distinto. Una época en la que la noticia convive con la multipantalla, la circulación de fake news y la existencia de unas redes sociales que dictan la agenda y marcan el tono.
"La sociedad vive un impresionante acelerón de la historia. Todo lo que era sólido parece que se resquebraja", reflexiona Bueno. Todo, salvo la esencia del oficio. Su brújula permanece intacta: rigor y compromiso.
"Llego a hacer lo que hemos hecho siempre los periodistas: ir, ver, escuchar, hablar, contrastar, dudar, volver a dudar y, finalmente, contarlo". Con nuevas voces. Con nuevas herramientas acordes a las necesidades y exigencias del consumo actual.
"Hay que saber cómo quiere ser informada la gente. Debemos utilizar toda la tecnología que tengamos para que puedan ser informados como quieren serlo en 2025".
Diferente forma, mismo fondo. De ahí que los "nervios", reconoce Bueno, tampoco cambien. El "vértigo" forma parte indispensable de la profesión. Te recuerda que, cuando se apaga el plató, "hay espectadores que se irán a dormir con tu relato del día en la cabeza".
"Me toca ordenar ese relato, jerarquizarlo y contarlo con una aproximación coherente y honesta a la realidad", explica. "Porque la realidad existe. No hay realidades paralelas; hay una realidad". Y el trabajo del periodista es darla a conocer para que los espectadores "se formen un juicio lo más completo posible".
Frente al descrédito, informadores valientes
Cuanto más, mejor. Siempre. Pero especialmente en los tiempos que corren, cuando el ruido grita más que los hechos y la verdad. "Este es un momento de la historia en el que hace mucha falta el periodismo", avisa Bueno.
"Se necesitan periodistas valientes que no se amilanen frente a las campañas de acoso y descrédito, que confíen en los ojos de sus compañeros sobre el terreno y también en su criterio. Que se protejan de las tentaciones del aplauso fácil, y que no tengan miedo de desenmascarar la desinformación", subraya.
"No es fácil —matiza—, pero el periodismo nunca lo ha sido". Bien lo sabe ella. Lleva casi cuatro décadas en el oficio. Todos los formatos. Todas las trincheras.
Empezó en 1987 en la radio, en RNE Extremadura, donde —asegura— aprendió a ser la profesional que es hoy. Pasó por los micrófonos de la pública también en Aragón y Madrid, y por las cámaras de TVE Andalucía y la capital nacional. Luego dio el salto a la Cadena Ser, y hasta hace unas semanas, dirigía el periódico El País.
En este recorrido ha narrado noticias de toda índole. Entre ellas, una de esas que "cualquier periodista de mi generación soñaba con dar": el fin de ETA. "Tuve la ocasión de contarlo en Televisión Española, al frente de la segunda edición del Telediario", recuerda.
Y ojalá pueda hacer ahora lo propio con el anuncio del regreso a la "decencia, serenidad y reflexión", dice.
"La democracia es conflicto, donde no lo hay es en las dictaduras. La democracia consiste en poner en común intereses contrapuestos, y poder defenderlos con limpieza y respeto", sostiene subrayando justamente este último término.
Para Bueno es urgente recuperarlo. En la política, en los medios. Y en la calle. "Respeto en el debate público, implicando a los ciudadanos en aquellos asuntos que de verdad determinan su vida. Me encantaría que no solo pudiéramos contar la noticia, sino comprobarlo poco a poco", concluye.
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