Dos jóvenes son detenidos por atacar con lejía y botellazos a una familia vulnerable
- Dos individuos atacan con lejía y botellas de vidrio a dos personas indefensas que se encontraban en su domicilio
- El hogar se encontraba visiblemente deteriorado: los huecos de las ventanas estaban tapados con cartones
Carmen, una señora de 80 años, y su hijo, Antonio, han sido víctimas de un delito de un aporofobia. Un término definido por la RAE como el rechazo, miedo o aversión a las personas pobres. Los hechos han ocurrido por la noche, en la localidad de Torres de Alameda (Madrid), cuando varios jóvenes han arrojado botellas de lejía a través de una ventana de la vivienda familiar. Al intentar defenderse, la víctima fue atacada y rociada con lejía en el rosto, lo que le ha provocado lesiones en el ojo. Los presuntos agresores han sido detenidos.
No es la primera vez que son atacados
Según ha apuntado la portavoz de la Guardia Civil, Mercedes Martín, en Mañaneros 360, la investigación se inició por un incendio en la fachada de la vivienda de las víctimas. La agente ha añadido que ya son varias las ocasiones en las que Carmen y su hijo Antonio han sido atacados: "Cuando acuden allí los agentes, la primera toma de manifestación ya nos indica que no es la primera vez que ocurre que estas personas pueden estar sufriendo acoso".
Tras meses de hostigamiento a estos vecinos en situación de vulnerabilidad, la Guardia Civil ha detenido a dos jóvenes a los que, tal y como ha confirmado Mercedes Martín, se les ha imputado un delito de odio por aporofobia, tres delitos de lesiones y un delito de daños.
¿Cuál ha sido el motivo del ataque?
Antonio, una de las víctimas, ha relatado en Mañaneros 360 que no sabe cuál es la causa por la que han sido atacados: "Que vivamos en una casita vieja es lo único que tenemos. No creo que eso sea un delito de odio", ha expuesto. Aunque desconoce la motivación de los individuos, sí que ha afirmado que estos ataques se llevan produciendo desde hace años. "Al principio solamente daban patadas, tocaban el timbre, pero poco más. Esto que han hecho ahora ya ha sido lo más gordo", ha relatado.
Tras el ataque, los detenidos han sido puestos en libertad, una situación que, tanto a Antonio como a su madre, les genera temor. "Tenemos un poco de miedo, para qué vamos a mentir", ha expresado. Ese pavor está motivado por el hecho de que conocen a los implicados en la revuelta y temen encontrárselos por la calle.
A la espera de un piso de protección oficial
Los servicios sociales se han puesto en contacto con ellos para ofrecerles un piso de protección oficial. Sin embargo, según ha explicado Antonio, aún no han recibido información sobre cómo avanza la gestión ni en qué punto se encuentra. Y aunque agradecen el apoyo de las autoridades, han manifestado su deseo de no querer abandonar su hogar: "Nos gustaría quedarnos porque es una herencia que mi abuelita nos dejó. Pero si no hay más remedio, habrá que irse", ha expresado el hijo de Carmen.