Enlaces accesibilidad

La drástica decisión de Ángela para salvar su vida en La Promesa

La Promesa - La drástica decisión de Ángela para salvar su vida

Después de lo ocurrido en la fiesta de La Promesa para celebrar el condado de Adriano y Catalina, tanto Leocadia como Lorenzo han obligado a Ángela a tener que pedir perdón al marqués de Andújar por el puñetazo que le dio. En cambio, las únicas personas que se han puesto de lado de la joven han sido Curro y Martina, que ha buscado información sobre don Facundo, y no ha traído buenas noticias. La premisa es clara: no debe ir a su casa bajo ningún concepto. En cambio, la insistencia del capitán y de su madre para que vaya ha hecho que Ángela tenga que tomar una decisión o por el contrario, su vida correría peligro. ¿De qué se trata? ¡Te contamos todo lo que ha pasado!

Martina advierte a Ángela

Cuando Ángela y Martina hablan del marqués de Andújar, la sobrina del marqués recuerda haber oído hablar de ese hombre, y le promete a su amiga investigar sobre él. Ahora, la joven ya tiene la información que quería, y no duda en contárselo a la hija de Leocadia: "Ya podría haber elegido mejor con quién descargar su rabia", le empieza diciendo. El motivo es que no solo es marqués, si no también militar, algo que Ángela ya conocía.

Pero lo más turbio sobre don Facundo no es su profesión, si no lo que suele hacer con las mujeres: "Al parecer es un pendenciero, costumbre que adquirió en lo tugurios que hay alrededor de los cuarteles". Menos mal que el capitán, en la fiesta, si interpuso entre ellos, porque podría haber ido a peor todo. Ángela promete tener cuidado con él, pero la sobrina de don Alonso la previene. "No tiene que tener cuidado, tiene que alejarse de él, sobre todo usted", le avisa Martina: "Me han dicho que le pierden las mujeres jóvenes, que siempre ha mantenido una o dos amantes, pero aunque nadie lo puede afirmar con rotundidad, aquellas mujeres a las que no puede engañar con regalos, encuentra otras formas de obligarlas a yacer con él. Por favor, aléjese de él".

Ángela decide irse de La Promesa

Leocadia busca preocupada a su hija, pues no la ha visto en el comedor desayunando con el resto de la familia, pero finalmente da con ella en la biblioteca. La joven no tenía hambre, y es cuando su madre se preocupa por su sueño: "¿Tú has visto las ojeras que tienes? Apuesto a que te has vuelto a quedar toda la noche en vela estudiando. Luego te quejarás de que estás cansada". Ángela le reprocha que ella no se queja, y menos a ella, pero ya que lo pregunta, le da los motivos de por qué está así: "No estoy bien, madre. No quiero ir a casa del marqués de Andújar, y no quiero seguir trabajando para el capitán. Ya me he quedado sin fuerzas para seguir luchando".

La joven ya no quiere enfrentarse ni a don Facundo, ni a Lorenzo, ni a su madre, que le recuerda que solo busca su bien: "Tiene razón, puede que me haya obcecado y que usted solo quiere que me labre un futuro". Es entonces cuando le hace una proposición a doña Leocadia. "Si lo hago, si marcho a Suiza. ¿Usted abandonará la idea de que vaya a ver al marqués de Andújar?", termina diciéndole a su madre, que aliviada responde que por supuesto, pues al final ha conseguido lo que ella quería, que Ángela se vaya a terminar la carrera de Derecho. Al ver que su madre la liberaría de ello, toma una drástica decisión: "En ese caso, quizá sea lo mejor. Usted gana, me voy de La Promesa".

Leocadia, encantada con la decisión de su hija

Tras las palabras de Ángela, Leocadia todavía no se cree lo que acaba de decir su hija: "Gracias a Dios. Al final has recapacitado. Y eso te honra, dicen que rectificar es de sabios. Pero no estés triste", dice pensando que lo hace por continuar sus estudios y no por salvar su vida. "No me diga que además de hacer lo que usted quería encima tengo que celebrarlo", le reprocha a su madre.

"Lo importante es que vas a ser abogado, y eso es lo único que hay que celebrar. Es normal que ahora tengas dudas, pero te aseguro que esta es la mejor decisión que podrías tomar", comenta, preguntando a Ángela cuándo pensará marchar: "Pronto, pero no será antes de que el señor Baeza y doña Emilia hagan su celebración". Doña Leocadia no comprende por qué esperar, pues "ni que fuera la boda real", pero los dos se han portado muy bien con la señorita y ella quiere estar a su lado ese día. "Y después, me iré de La Promesa, se lo prometo", termina diciendo.

La Promesa - Leocadia, encantada con la decisión de su hija

Leocadia no comprende tanta consideración con el servicio, pero le permite a Ángela hacer lo que quiera siempre y cuando se vaya. Eso sí, la joven le pide un favor a su madre: "No quiero que nadie sepa que me voy de La Promesa. No quiero ruido. Y además no quiero que el capitán de la Mata me vea humillada". La señora accede y le dirá a Lorenzo que no va a ir al palacio del marqués.

La joven quiere discreción sobre su huida, y además, parece que su viaje será corto. "Si todo sale bien, no tardaré en volver a España, así que no quiero hacer un drama de mi marcha". Eso sí, no habrá despedidas, ni si quiera de Leocadia, algo que parece no importarle, pues ya tiene lo que quería: que Ángela regresara a Suiza.