La discusión nunca vista entre Catalina y Martina por la gestión de la finca de La Promesa
- La decisión del marqués ha provocado una disputa entre las dos primas
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El marqués ha tomado una decisión sobre la gestión de las tierras de La Promesa. Hasta ahora, Catalina ha sido la encargada de esta tarea de puertas para dentro, y en los últimos meses ha sido ayudada por Martina, dueña del 25% de la hacienda. En cambio, ahora ya casada con Adriano y condesa, don Alonso ha decidido dar un paso al lado y darle la administración total a ella y su marido. Todo sin contar con su sobrina, que no ha tardado en enterarse de los planes de su prima gracias a Jacobo, que ahora se dedica a escuchar conversaciones ajenas en La Promesa. ¿Quieres saber cómo se lo ha tomado la joven? Ya te avisamos que nada bien. ¡Te contamos todos los detalles!
Primer rifirrafe entre Catalina y Martina por la hacienda
El primer enfrentamiento entre Martina y Catalina surge cuando se reúnen por primera vez en La Promesa para tratar los temas de la finca. Lo que no esperaba la hija del marqués es que su prima fuera acompañada de Jacobo. "Tú has traído a Adriano. ¿Por qué no puede estar aquí?", le reprocha la sobrina del marqués a una Catalina que alega que Adriano es su marido, pero el Monteclaro muy pronto lo será de Martina, por lo que decide que también debe estar presente.
Adriano intenta poner calma, pero Catalina insiste en que Jacobo no sabe nada de los temas que se van a tratar. "Puede ser que Jacobo no sepa de esas cosas que has dicho, pero sí que sabe de cuentas", defiende Martina a su novio, que deja caer que ese es el tema más importante, el económico, aunque nadie lo haya tenido en cuenta.
La hija mayor del marqués no quiere que él esté, pues se trata de un asunto familiar, pues Jacobo no es de familia hasta que pasen por el altar, y además las cuentas de La Promesa van mucho mejor. "No esperaba esto de ti", le reprocha Martina a Catalina, pues no sabe a qué viene ahora el enfrentamiento que están teniendo por la presencia o no de su prometido en una reunión que para Catalina es absurda.
"A mí se me ha apartado del negocio familiar sin consultarme nada", dice la sobrina del marqués a su prima, que le explica que esa no era su intención. En cambio, Martina intenta ponerle una solución pero se encuentra una y otra vez con el muro de Catalina: "Yo lo que quiero es aclararlo todo y que entres en razón". Estas palabras provocan el enfado de la dueña del 25% de La Promesa: "Vengo aquí e intentas que mi prometido no esté presente, luego me vienes con que no estamos casados, y ahora me vienes con esto. ¿Pero tú quién te crees que eres?".
La gran discusión de Martina y Catalina por La Promesa
Martina y Jacobo se fueron de malas maneras del salón de La Promesa, pero la joven regresa más tarde para hablar en privado solo con Catalina. Claro que, la cosa no termina como esperaban y la sintonía ha sido como en la primera ocasión que se reunieron. "Quiero saber si has cerrado un contrato de alquiler de cientos de hectáreas de la finca sin consultarme", le pregunta a su prima, que responde defendiéndose: "Te lo iba a contar, pero tu novio y tú no quisisteis escucharme".
La discusión anterior regresa a la conversación, pero Martina pone fin: "He venido a hablar del alquiler de esas tierras". Catalina le explica que ese contrato no es nada nuevo, y que llevan semanas negociando, y este es el motivo del enfado de Martina, pues ella era la encargada de hablar con los arrendatarios. "Has sido tú quien a mis espaldas has cerrado ese contrato", acusa a su prima, que se defiende diciendo que son las cláusulas que ella negoció. En cambio, poco le importa eso a la sobrina del marqués: "Da igual, tenías que habérmelo dicho porque yo te pedí que no me dejaras a un lado. Me estás apartado como si yo no pintara nada cuando el 25% de La Promesa es mío. No te lo pienso permitir".
Sin ninguna duda, un enfrentamiento sin precedentes entre las dos primas que va a tensar cada vez la buena relación que mantenían. ¿Cómo continuará la discusión? ¡No te pierdas los próximos capítulos de La Promesa para verlo!
Curro interviene para calmar las aguas
Tras el tenso momento entre las dos primas, la discusión continúa subiendo de tono. Tanto que los gritos llegan a los pasillos de la zona de servicio. Es cuando Curro entra en el despacho de la señora Arcos para calmar a su hermana y su prima: "¿Qué ocurre?", pregunta al entrar, pero es ignorado por las jóvenes que continúan con el enfrentamiento hasta que el lacayo levanta la voz: "Basta ya, las dos". Catalina le pide perdón por el espectáculo pero el hijo bastardo del marqués, lo que siente es que hayan tenido que llegar a ese punto.
"¿No os da vergüenza? Mirad. Ignoro el motivo de la discusión, y no voy a preguntarlo porque no quiero saberlo. Sea cual sea, estoy seguro de que no es lo suficientemente importante como para arruinar la preciosa relación que habéis tenido siempre", les abronca. Las dos jóvenes, sin saber que decir, permanecen calladas, pensando en las palabras que Curro acaba de decirles.
Un enfrentamiento que parece no tener fin
A pesar de la bronca de Curro, el enfrentamiento entre Martina y Catalina no parece tener fin. Ahora, el motivo de la discusión es un libro que la hija del marqués había pedido a su prima y esta le había dicho que no lo tenía. Pero finalmente sí que estaba en su habitación. La nueva condesa cree que le ha mentido: "Martina, me aseguraste que no lo tenías, y removí Roma con Santiago para buscarlo", le recrimina, pero la dueña del 25% de la finca intenta disculparse de nuevo. "Te he dicho que lo siento. En mi defensa he de decir que en cuanto lo he visto he venido a traértelo porque yo siempre voy de frente", dice lanzándole una pullita a Catalina y dando pie a una nueva discusión.
"No como yo, quieres decir", suelta la mujer de Adriano, pero Martina vuelve a defenderse: "Lo que quiero decir es que por algún motivo que no entiendo, pareces desconfiar de mi y no es propio de ti". Catalina, ya harta de la situación, le dice que basta, que ella es la misma de siempre y que es ella la que está a la gresca. "Yo no estoy de ninguna forma. Sois Adriano y tú los que estáis tomando todas las decisiones creyendo que estáis en la posesión de la verdad. Y desde que sois condes no se puede hablar con vosotros. Siempre has dicho que no te importaban los títulos, pero eso era antes de tener uno", dice de nuevo enfadada y sacando a la conversación la disputa de la gestión de La Promesa.
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