'MÁQUINAS DIGITALES', el arte del algoritmo
- La exposición 'MÁQUINAS DIGITALES' explora cómo la tecnología moldea nuestra sociedad, nuestras emociones y nuestra idea de futuro
- 'Metrópolis' recorre esta exposición el lunes 30 de junio a partir de la 1.30h en La 2
En el siglo XXI, las máquinas digitales no solo automatizan procesos, también condicionan nuestras decisiones, relaciones y ecosistemas. La exposición ‘MÁQUINAS DIGITALES. Tecnología, industria y sociedad’, comisariada por Pablo de Soto, director de LABoral Centro de Arte y Creación Industrial de Gijón hasta febrero de 2025, plantea una reflexión crítica sobre el presente tecnológico, mostrando sus implicaciones sociales, políticas y medioambientales, al tiempo que imagina otros posibles futuros.
El programa ‘Metrópolis’ dedica un capítulo a esta muestra que, hasta el 27 de septiembre en LABoral Centro de Arte y Creación Industrial de Gijón, reúne trece obras de artistas nacionales e internacionales en un recorrido visual y conceptual por las lógicas que sustentan nuestra era digital. A través de instalaciones, objetos y visualizaciones de datos, la exposición cuestiona los fundamentos sobre los que se construyen las innovaciones tecnológicas, desde los algoritmos que rigen nuestras redes sociales hasta los modelos extractivistas que alimentan la inteligencia artificial.
Anatomías de poder y extractivismo
Buena parte del eje crítico de la exposición se construye en torno a las obras de Vladan Joler, en colaboración con Kate Crawford, Katarzyna Szymielewicz y otros creadores. En ‘Anatomía de un sistema de IA’ (2018), ‘Calculando Imperios: Una Genealogía de la Tecnología y el Poder desde 1500 ’ (2023) o ‘Nuevo extractivismo’ (2021), el artista serbio disecciona visualmente el entramado global que sostiene las tecnologías digitales, visibilizando los vínculos entre colonialismo, explotación laboral y desarrollo tecnológico.
‘El monólogo del algoritmo’ (2019), realizado junto a Szymielewicz, da voz a una inteligencia artificial que explica cómo monetiza cada dato personal, evidenciando las lógicas extractivas del capitalismo de vigilancia.
Estas obras descomponen visualmente los procesos invisibles que sostienen los asistentes virtuales, las redes neuronales o las plataformas sociales, y los vinculan con siglos de historia política y económica.
‘Código de Conciencia’ (2019), una obra de AKQA
Esta reflexión se complementa con ‘Código de Conciencia’ (2019), una obra de AKQA que plantea una ética para máquinas autónomas, elaborando un protocolo de comportamiento para sistemas de IA que tengan en cuenta la protección de especies y el entorno natural.
Cuerpos, afectos y emociones tecnológicas
Varias de las piezas de la muestra investigan el modo en que las tecnologías influyen en nuestra vida afectiva, emocional y corporal. Calin Segal, en ‘Susurros: influencia algorítmica y economía de la ira’ (2024), explora la manipulación algorítmica de las emociones, mientras que Noemí Iglesias Barrios, cuya pieza ‘Contador emocional’ (2024), realizada en colaboración con Víctor Mazón, contabiliza gestos de afecto como una forma de resistencia a la lógica métrica de las plataformas digitales. Esta pieza introduce una dimensión sensible e inesperada: una IA manipulada que recorre las calles de Gijón detectando gestos de afecto entre personas. El resultado es un marcador de datos que traduce lo intangible en una visualización poética del cariño urbano. Frente a la lógica del control algorítmico, esta pieza apuesta por registrar lo humano, lo espontáneo y lo afectivo.
‘Anatomía de los no hechos’ (2024), de Martyna Marciniak
La obra ‘Anatomía de los no hechos’ (2024), de Martyna Marciniak, parte del famoso meme generado por IA que mostraba al Papa Francisco con un abrigo blanco estilo Balenciaga. A través de esta pieza, la artista polaca da materialidad a una ficción digital para reflexionar sobre cómo la imagen, en la era de la generación sintética, construye nuevas formas de creencia y valor. La instalación presenta el abrigo recreado físicamente como objeto escultórico, activando una reflexión crítica sobre la autenticidad, la cultura visual y el poder simbólico de las tecnologías generativas.
Mapas de lo invisible y heridas del territorio
La guerra también deja huellas en lo digital. En ‘Mapeando un paisaje incierto’ (2024), la artista ucraniana Sonya Isupova presenta una máquina capaz de generar cartografías a partir de datos procedentes de una zona específica de Ucrania. Esta herramienta, desarrollada por la propia artista, registra los impactos de los bombardeos rusos y traduce esos datos en representaciones visuales, componiendo un paisaje cambiante que se despliega como archivo emocional y geopolítico del conflicto.
Por su parte, en ‘Infraestructura de un pájaro migratorio’ (2020), Joler junto a Felix Stalder y Gordan Savičić siguen la ruta de una cigüeña equipada con sensores, entrelazando migración animal, vigilancia tecnológica y ecología de datos, en una poética crítica del rastreo ambiental.
Utopías digitales y cápsulas especulativas
Otros proyectos presentes en ‘MÁQUINAS DIGITALES’ exploran caminos especulativos, abiertos a imaginar futuros más justos o más conscientes. ‘Un lugar perfecto’ (2024), de Elisa Cuesta, propone una videoinstalación dividida en dos realidades: una utopía armoniosa y una distopía inquietante, ambas renderizadas con herramientas digitales que desdibujan la frontera entre simulación y deseo.
‘Xixónica. Cápsula Temporal’ (2024), Juan Cañada y Juan Gama
En ‘Xixónica. Cápsula Temporal’ (2024), Juan Cañada y Juan Gama recogen testimonios sobre el presente de Gijón y sus habitantes mediante tecnologías de escaneado volumétrico presentando un experimento de realidad aumentada que permite a la ciudadanía reconfigurar digitalmente su entorno urbano, cuestionando las lógicas impuestas por las smart cities. La instalación funciona como archivo especulativo hacia el futuro, donde el tiempo se almacena y se comparte en un espacio de reflexión afectiva y generacional.
Y por último, ‘Filandón’ (2024), del colectivo Space Popular, reimagina el tradicional espacio de conversación rural asturiano como una infraestructura transmedia que conecta pasado, presente y virtualidad. La obra se presenta como un entorno de encuentro colectivo, donde el relato oral y la tecnología se entrelazan en una misma arquitectura digital.
Crítica, imaginación y futuro compartido
La exposición plantea una cuestión esencial: ¿cómo diseñar tecnologías digitales más éticas, sostenibles y democráticas? A través de lenguajes artísticos diversos, desde la instalación interactiva hasta la cartografía especulativa o la escultura postdigital, los artistas participantes denuncian, exploran y reimaginan el papel que las tecnologías juegan en nuestras vidas.
Máquinas Digitales en Laboral Centro de Arte y Creación Industrial de Gijón (2025)
En un mundo atravesado por la automatización, la inteligencia artificial y el capitalismo de datos, esta exposición propone detenerse a observar las máquinas, para preguntarse quién las programa, qué intereses las mueven y qué alternativas éticas, estéticas y sociales podemos construir en común.