Raimunda se marcha de 'Valle Salvaje' con la disculpa de José Luis
Valle Salvaje
- Finalmente, Raimunda ha accedido a marcharse de Valle Salvaje para recuperarse
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Desde que el médico personal del duque de Valle Salvaje visitara a Raimunda, la criada de la Casa Pequeña ha mejorado mucho su estado de salud. Eso sí, el doctor insistió en algo muy importante: la mujer debía abandonar el valle y regresar a su casa. Aunque al principio era reacia a irse, finalmente, la madre de Atanasio, ha accedido a marcharse. Eso sí, antes tenía una última conversación pendiente con José Luis, y donde ha conseguido lo que tanto quería de él. ¡Te contamos todos los detalles de la despedida de Raimunda en Valle Salvaje!
Raimunda se despide de Luisa y Hernando
Luisa lleva a Raimunda su último desayuno en el valle: "Vive Dios que voy a echar de menos tus cuidados, y tus guisos más todavía", le dice para agradecerle el gesto. La cocinera de la Casa Pequeña aprovecha el momento para despedirse de la criada antes de que se marche cuando es sorprendida por don Hernando, que espera ansioso su desayuno. La joven le explica al marqués que no están de cháchara, si no despidiéndose.
El consejero del rey se pregunta si cuando se restablezca completamente regresará a Valle Salvaje, pero ahora Raimunda tiene claro que lo mejor es permanecer junto a su familia: "Necesito descansar, recuperarme. En fin, Dios dirá". Don Hernando entiende los motivos y le desea un pronto y total restablecimiento. A la vez, también le deja claro que puede acudir a él siempre que lo necesite: "Y si en algún momento necesita otra ocupación, no dude en acudir a la Corte, y mencionar mi nombre", le dice antes de volver a pedirle a Luisa su desayuno.
La disculpa del duque
Mucho mejor y casi restablecida, Raimunda no quería irse del valle sin antes tener una última conversación con el duque de Valle Salvaje. La mujer va hasta la Casa Grande para informarle de su marcha para siempre. José Luis celebra la noticia, pues para él nunca ha pintado nada allí. Tras dedicarle unas duras palabras, el Gálvez de Aguirre hace el gesto de marcharse, pero la voz de la criada de la Casa Pequeña le retiene.
"Ni si quiera ahora es capaz de hacerlo", le dice la madre de Atanasio, pero el duque vuelve a ser muy brusco con ella: "¿No le basta todo lo que he hecho por usted, todo el dinero que le he dado? Haber traído a mi galeno cuyo estipendio usted no habría podido pagar ni en cien vida. ¿Qué más quiere?".
Raimunda le deja claro que los cuartos no lo arreglan todo. "Se los podría haber ahorrado si hubiera hecho lo más sencillo de todo: pedirme disculpas", le dice, y casi rota, recuerda cómo le afectó que quisiera matarla: "Aquella amenaza suya me trastocó. Me mató usted en vida, y lo sabe, y ni por esas es capaz de disculparse conmigo, que es lo único que habría acabado con mi odio y mis anhelos de venganza". Sin saber qué decir, José Luis se gira, y tras pensarlo, finalmente, antes de marcharse, hace la petición que le suplica la mujer: "Lo lamento señora, lo lamento de verdad". ¿Creéis que es sincera su disculpa o lo ha hecho para quitársela de en medio?
Raimunda pide a Anastasio vengase de José Luis
En su regreso a la Casa Pequeña, Atanasio le dice a Raimunda que la calesa le espera desde hace tiempo en la puerta, y se interesa por dónde estaba. "Me había acercado a la Casa Grande, solo quería despedirme de Herminia, una doncella con la que he hecho muy buenas migas en estos tiempos".
Antes de marchar, Atanasio se despide de su madre: "Ahora usted se tiene que olvidar de todo y recuperar su vida y, sobre todo, recuperar su salud". Raimunda le promete hacerlo si él cumple con su parte, la promesa que le hizo. "Pierda cuidado, todo lo que obtenga será para usted y para la familia", le dice, aunque su madre le da un último consejo: "No te fíes nunca de José Luis. Ese hombre no es sincero ni en sus actos ni en sus palabras".
