JJ, ganador de Eurovisión 2025: "Todo se mejora y Eurovisión siempre mira por los cambios"
- El ganador de Eurovisión 2025, Johannes Pietsch (JJ) reflexiona en Podría ser peor de las mejoras del certamen de cara a 2026
- Con 436 puntos y su canción "Wasted love", JJ consiguió dar a Austria su tercer micrófono de cristal de la historia


No había publicado nunca una canción, pero Johannes Pietsch, (Viena, 2001) más conocido como JJ, se subió al escenario del St. Jakobshalle de Basilea, en Suiza, interpretó "Wasted love" y ganó. Y no solo Eurovisión 2025.
Con su voz de contratenor fusionada con elementos pop, el joven el austrofilipino de 24 años conquistó el certamen y siguió rompiendo el código. Continuó la grieta que abrió Nemo (Biel, 1999) en 2024 con "The Code". Y la amplió.
Ambos, con su toque clásico, resquebrajaron la lógica comercial de la industria musical. Ambos, representantes del colectivo LGTBIQ+, desafiaron los estereotipos de género. Pero si Nemo cuestionó los binarismos, JJ quebró otras líneas del sistema. Las de la los prejuicios raciales.
Y lo consiguió sin pretenderlo. Siendo él mismo. Simplemente haciendo lo que mejor se le da. Cantar. Eso que dice en Podría ser peor, "ha estudiado, entrenado y disfrutado mucho desde pequeño en el conservatorio". Y que, sin embargo, por más trabajo y tiempo que le dedique, nunca deja de emocionarle.
"Ha pasado casi un mes desde la victoria y todavía no me lo puedo creer ni logro procesarlo", admite. "Fue un día lleno de nervios. Estaba con mi equipo en la Green Room, esperando que anunciaran los puntos. De repente, cuando me di cuenta, estaba actuando otra vez, pero con el trofeo".
O, dicho de otro modo, demostrando que la técnica también puede emocionar. Que hay lugar para nuevas voces —es el primer ganador nacido en el siglo XXI—, y distintas en todos los sentidos.
Porque no hay dos iguales. Ni las habrá. Por eso, aunque JJ considera un "auténtico honor y placer" que lo comparen con Nemo, defiende con claridad su identidad artística: "Puede haber similitudes. Mi canción es muy clásica y la suya tenía elementos clásicos también. Pero somos diferentes en cómo somos, en los aspectos que representamos de cara al público y en redes sociales. Somos distintos".
Pero como también lo es de cualquier otro artista. Y no es negativo. Al revés. Cuantos más estilos y voces, más música. Más arte. Más diversidad.
Una diversidad que si, además, se celebra sobre un escenario, resulta más enriquecedora. Y si es al lado de su compatriota Conchita Wurst (Gmunden, 1988), vencedora de la edición 2014, mejor que mejor.
"Me encantaría hacer dupla con ella en la gala de Eurovisión 2026", confiesa JJ. "Pero ya veremos de qué forma podemos hacerlo. Todo acaba de empezar. Es pronto. Ni siquiera sabemos en qué ciudad se celebrará", reconoce, eso sí, confiado en que su país estará a la altura de la situación. Que los cambios que se deberían implementar, serán positivos.
"Estoy seguro de que trabajarán en algo adicional porque cada año se mejoran las cosas. Por ejemplo, en esta edición se ha perfeccionado el bienestar mental de los artistas, con una sala en la que los cantantes podíamos desconectar", explica.
Así, a pesar de la polémica de esta 69º edición con el sistema de votación por la que RTVE solicitó a los organizadores del certamen una revisión completa para evitar posibles injerencias o manipulación, JJ se muestra tranquilo. "Como los sistemas de votación, todo se mejora. Todo tiene su momento y todo cambia. Y Eurovisión siempre mira por ello".
Aunque, mientras tanto, JJ mantiene el foco en su carrera. En su formación. En su voz con la que, después del "tour de promoción por España", busca seguir experimentado.
"Voy a ver cómo de creativo puedo ser. Quiero mantener los elementos operísticos y mi seña de identidad, pero me gustaría versar y fluctuar entre el pop", confiesa. "Además, tengo un remix de "Wasted love" que también se viene pronto", subraya.