Julio César Iglesias publica “El buscador de balas perdidas”, historias que se niegan a desaparecer
- El periodista reúne en este volumen una selección emocional de crónicas, perfiles y textos que aún le duelen, le salvan o no quiere olvidar
- La antología recoge una memoria personal del periodismo como forma de resistencia
Julio César Iglesias ha sido muchas cosas, locutor y cronista, Premio Nacional de Periodismo, y premios Ondas y Club Internacional de Prensa. Su voz ha acompañado a generaciones y tiene una gran trayectoria en la radio, la prensa escrita y la televisión. Ahora, en "El buscador de balas perdidas", reúne una selección de textos escritos a lo largo de más de cuarenta años. Pero no lo hace para celebrar una carrera, sino para rendir homenaje a los momentos que no ha podido olvidar.
“Este libro no es un resumen ni una recopilación de grandes éxitos. Es más bien una antología de emociones. Son piezas que, por distintas razones, seguían vivas para mí”, confiesa Iglesias en "No es un día cualquiera". El resultado es un volumen de su memoria y trayectoria, dividido en cuatro secciones, "Lo que queda de los días", "Vidas prestadas", "En los márgenes" y "El buscador", que funcionan como estaciones de paso en un viaje íntimo y consciente.
Periodismo como ejercicio de escucha
En un tiempo marcado por la prisa y la saturación informativa, Iglesias se mantiene fiel a una manera de entender el periodismo como arte de la escucha. No escribe desde el centro del ruido, sino desde los bordes del relato: “No soy un cazador de noticias. Soy un buscador de personas”, dice con una convicción que se percibe en cada línea del libro.
Sus crónicas, artículos y perfiles se detienen en lo que suele pasarse por alto, los márgenes y lo que parece quedar fuera del foco: “Hay vidas que no ocupan titulares, pero que merecen ser contadas con la misma dignidad que un discurso presidencial”, asegura. En sus textos no hay estridencias, sino humanidad. La mirada que los articula no es la del analista, sino la del caminante.
Una vida entre palabras y sonidos
Julio César Iglesias comenzó su carrera en la radio, medio al que ha estado ligado durante décadas. En la Cadena SER dirigió programas memorables como "Hoy por hoy" o "La ventana", donde consolidó un estilo sobrio, respetuoso y profundamente narrativo. También ha pasado por "TVE", "El País", "La Voz de Galicia", "El Norte de Castilla" y muchos otros medios, donde dejó huella por su forma de contar: pausada, literaria, atenta al detalle.
"No escribo para explicar el mundo, sino para no dejarlo escapar", explica. Esa frase resume una ética del oficio que se resiste al vértigo del presente. Iglesias no impone titulares, sugiere paisajes y ofrece preguntas al lector, a la vez que reflexión, en lugar a respuestas. En su trabajo hay una voluntad constante de comprender.
Una selección hecha desde el temblor
En "El buscador de balas perdidas", cada texto elegido responde a una razón íntima. Iglesias reconoce que dejó fuera muchas piezas valiosas, pero mantuvo las que le seguían doliendo o sorprendiendo: “Hay textos que me salvaron en algún momento, y otros que me obligaron a volver a lugares que creía olvidados. Todos tienen una carga emocional que no ha disminuido con el tiempo”, explica en RNE.
Entre los temas que aborda hay crónicas de lo cotidiano, retratos de personajes anónimos e historias mínimas con fondo universal. También hay reflexiones sobre la escritura, la música, el paso del tiempo y la pérdida. En cada página hay un intento de comprender sin juzgar, sin manipular: "Contar bien algo es, a veces, la única forma de que no desaparezca", dice Iglesias. Lo que es el motor de todo el libro.
Un periodismo que se detiene
En tiempos de titulares efímeros y análisis instantáneos, "El buscador de balas perdidas" propone otro ritmo. Es un libro para leer despacio, con bolígrafo para tomar apuntes de las preguntas que nos hacemos, lo que hemos aprendido o lo que no queremos olvidar. Iglesias invita a detenerse, a mirar desde otro ángulo: “Cada historia que encontré merecía no desaparecer”, afirma. Y eso es lo que hace en esa antología, rescatar, dignificar y conservar.
"El buscador de las balas perdidas"
La suya es una escritura que no busca explicaciones rápidas ni certezas. Se mueve en la complejidad, en la duda y en la memoria como forma de resistencia: “A veces, un artículo es un intento de salvar algo, una voz, una escena, una emoción. Otras veces, de salvarme a mí mismo”, reconoce con honestidad.
Escribir para no olvidar
"El buscador de balas perdidas" es mucho más que un libro de periodismo. Es una declaración de principios, un ejercicio de memoria y un acto de fe en la palabra escrita. Julio César Iglesias ha reunido aquí no solo lo que escribió, sino lo que no quiso olvidar. Y en cada página hay una promesa, que nos dice que lo verdaderamente importante no desaparezca sin ser contado.
“Este libro no tiene moralejas ni conclusiones”, advierte. “Solo historias que me acompañaron, y que tal vez puedan acompañar a alguien más”, concluye el autor.