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¿Cuál fue el último espectáculo del Coliseo romano?

Noticia Saber y Ganar 

Coliseo de Roma
Coliseo de Roma
Lorena Montón

La historia del Imperio Romano da para miles de preguntas de ‘Saber y ganar’. La historia de aquellos primeros romanos nos ha dejado grandes monumentos, obras de literatura y teatro, así como costumbres y frases hechas que aún se emplean al hablar. El Coliseo de Roma es una de las grandes herencias de aquella cultura y, aunque es conocido en todo el mundo, muchos no saben cuál fue el último espectáculo que albergó.

Una construcción imponente

Al este del Foro Romano, epicentro de la vida social y religiosa de la Antigua Roma, se encuentra el majestuoso Coliseo, cuyo nombre original fue Anfiteatro Flavio. Pasó a denominarse Coliseo por una estatua del Coloso Nerón que estaba junto a la construcción, pero que con el paso de los años desapareció.

Fue el emperador Vespasiano quien lo mandó construir. Tras una década de obras, se finalizó en el mandato de Tito, en el año 80 d.C. Hecho con diversos materiales como mármol, piedra y hormigón, entre otros, se erigió para albergar a unas 65.000 personas que se sentaban en las 80 filas de asientos que tenía.

El Coliseo romano es el anfitatro más grande del mundo

El Coliseo romano es el anfitatro más grande del mundo

Los espectáculos del Coliseo

El Coliseo estuvo en activo durante más de cinco siglos y albergó espectáculos de todo tipo cuyo objetivo era entretener al pueblo. De hecho, Vespasiano lo concibió como un regalo a todos los romanos.

Allí se podían ver, de forma gratuita, luchas de gladiadores, de gladiadores con animales, escenificaciones de batallas mitológicas y también combates navales. Para estos últimos se inundaba el foso de agua gracias a un avanzado sistema de canalización. El último espectáculo que albergaron sus muros fue una cacería de animales organizada por el rey godo Teodorico en el año 523 d.C.

Gladiador victorioso sobre un león muerto, enfrenta a un tigre en el Coliseo. Una mujer observa. Escena de lucha en la antigua Roma.

Tras eso, el Coliseo fue objeto de todo tipo de actividades: refugio para bandas de ladrones, lugar de ejecuciones, fortaleza, cementerio e incluso castillo. Hay que recordar que los terremotos, el paso del tiempo y los expolios que fue sufriendo a lo largo de los años, contribuyeron a su deterioro, aunque en la actualidad se sigue apreciando su estructura a la perfección.

Un monumento icónico

El Coliseo de Roma se ha convertido en todo un emblema de la ciudad y en uno de los monumentos representativos no solo de Italia, sino del viejo continente, como se ha llamado siempre a Europa. Además, es un ejemplo de los conocimientos de arquitectura que ya se tenían en la Antigua Roma, algo que es visible en otras construcciones que siguen en pie, a día de hoy, como puentes y acueductos.

En la actualidad, recibe la visita de millones de turistas en cualquier época del año y sigue dejando boquiabierto a todo el que lo ve por su imponente presencia y su buena conservación. Ya sea de noche o de día, sus ruinas son un regalo para la vista, sobre todo para los amantes de la cultura clásica.

No hay que olvidar que el Coliseo forma parte del Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1980 y que en el año 2007 fue reconocido como una de las siete nuevas maravillas del mundo moderno. Tan solo hay que visitarlo para saber por qué.

Vía Crucis del Viernes Santo frente al antiguo Coliseo de Roma

Imagen de archivo de la celebración del Vía Crucis del Viernes Santo frente al antiguo Coliseo de Roma EFE/EPA/RICCARDO ANTIMIANI