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Nacho Vigalondo, director de 'Daniela Forever' : "La única cura posible para el duelo es el tiempo"

  • Nacho Vigalondo presenta en Las mañanas de RNE su última película, Daniela forever, que se estrena en cines el 21 de febrero
  • Henry Golding y Beatrice Grannò protagonizan esta cinta distópica sobre el amor, el duelo y los sueños
Nacho Vigalondo presenta su nuevo filme, 'Daniela Forever', en el Festival de Sitges

Eres feliz. Muy feliz. Más de lo que jamás has sido. Acabas de terminar una gira mundial como estrella de rock consagrada, has salvado el mundo de un apocalipsis zombi, y unas horas después tu equipo favorito te hace una oferta irrechazable: convertirte en su nuevo jugador de referencia. Todo mientras vives una boda mágica con el amor de tu vida. Es perfecto.

¿Qué más puedes pedir? Pues, literalmente, de todo. ¿Quieres volar, tal vez leer mentes o, mejor, viajar a la Luna en bicicleta? No hay problema, puedes hacerlo porque esto no es la realidad: es un sueño. Y en los sueños, más concretamente en los sueños lúcidos, cualquier cosa es posible. Incluso pasar tiempo con aquellos que ya no están.

Así lo demuestra Nacho Vigalondo en Daniela forever, su nueva película. Un drama romántico de ciencia ficción que se estrena en cines el 21 de febrero y que presenta en Las mañanas de RNE con Mamen Asencio.

Las mañanas de RNE - Mamen Asencio - Nacho Vigalondo: "El TDAH me ayuda a contar y desarrollar historias"

Cuando Nicolas (Henry Golding) sufre la muerte de su novia Daniela (Beatrice Grannò) su vida deja de tener sentido. Se niega a vivir sin ella. No encuentra motivación para nada más que para recuperar lo irrecuperable. Cualquier manera de "reencontrarse" con su difunta pareja es buena. Por ello, cuando al DJ norteamericano afincado en Madrid le ofrecen formar parte de un experimento que le permite controlar sus sueños, ni se lo piensa.

Y no es para menos. "Los sueños lúcidos –explica Vigalondo– son aquellos en los que la persona es consciente de que está soñando y puede tener un cierto control del espacio y del tiempo en el que está". Se trata de la construcción de una realidad alternativa, de un mundo paralelo totalmente a medida. Porque tú y nada más que tú decides el qué, el cómo, el cuándo, el dónde, el por qué y hasta el con quién. No hay límites.

"Estos sueños son como un parque de atracciones gratuitos en tu cabeza", apunta el cineasta cántabro. El único precio para acceder a estas montañas rusas de emociones "es la disciplina de ejercitar la mente para poder tenerlos". Sin embargo, el coste puede ser muy caro.

Un recorrido por el duelo y por la pérdida

¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar por no olvidar? ¿Son los recuerdos un refugio o una prisión? ¿Se puede jugar con la realidad en la ficción, y con la ficción en la realidad? ¿s posible pasar un duelo sin sufrir?

"Si estás atravesando una situación difícil en tu vida y te dan una pastilla que te permite soñar lo que quieras y estar con quien te dé la gana, aunque ya no esté contigo, ¿para qué estar despierto?", se pregunta el director de Colossal. Lo fácil y también lo humano, insiste, es tomarse el medicamento sin leer si quiera el prospecto con tal de "vivir cada noche en un mundo mejor que en el que habitas".

Sin embargo, los efectos secundarios pueden ser peligros. Porque del sueño a la pesadilla tan solo hay un pequeño paso.

"En la vida real, cuando nos enfrentamos a duelos, sabemos que la única cura posible es el tiempo y la paciencia. Hay que saber dialogar con las emociones y saber esperarse a uno mismo y a los demás", recuerda el cineasta. Justo lo contario que hace Nicolas: "su situación pinta mal y corre el riesgo de perderse en la ficción para siempre". No obstante, deberá ser el espectador el que saque sus propias conclusiones. "Yo pongo la mitad de la naranja y quien ve la película, la otra", subraya Vigalondo.