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El escritor Jesús Carrasco y lo provisional en 'Elogio de las manos'

  • La novela Elogio de las manos, editada por Seix Barral, fue galardonada con el Premio Biblioteca Breve 2024
  • En ella, Jesús Carrasco narra una situación provisional —la estancia en una casa— que se prolonga en el tiempo

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Página Dos - Jesús Carrasco publica 'Elogio de las manos'

En el año 2011, el narrador de Elogio de las manos (Seix Barral) y su familia llegaron por azar a una vivienda casi en ruinas de un pequeño pueblo del sur de España. Un acuerdo con el propietario les permitió hacer uso de ella mientras se encontraba financiación para construir allí unos apartamentos. Era cuestión de tiempo que la casa fuera derribada, pero las semanas se convirtieron meses, y los meses en años. Esa es la historia de la novela de Jesús Carrasco.

Durante los periodos de tiempo que la familia vivió allí, repararon las estancias con sus propias manos, transformando aquella ruina en un acogedor lugar de encuentro y celebración. El respeto y la admiración a la artesanía le vienen de familia a Jesús Carrasco. «He crecido viendo a mi madre y mi padre trabajar con honestidad y seriedad. Ese es el lugar del que me siento orgulloso de proceder.», asegura el escritor en 'Página Dos'.

La imperfección y lo inacabado

En la casa resucitada del libro se recibe a vecinos y amigos; se comparte comida, música, trabajo y confidencias. Se convive con una docena de gallinas, varios caballos y burros, dos perros y algún ratón. Nunca se pierde de vista, sin embargo, que terminarán llegando las máquinas excavadoras, lo que convierte la experiencia en una elocuente metáfora de la vida: entregarse a ella aun sabiendo que termina. «No hay nada más definitivo que algo provisional», cuenta el autor.

Óscar López y Jesús Carrasco

Óscar López y Jesús Carrasco, retratados en Espai Natura (Sabadell).

En esta peripecia vital de sus protagonistas cabe la aventura, la reflexión y el recuerdo. Elogio de las manos contiene ficción y hechos reales, pero si se pregunta al escritor Jesús Carrasco (Badajoz, 1972) qué parte de la novela vivió en primera persona, responde con una sonrisa y una evasiva. Protege fieramente su intimidad familiar. No le parece relevante distinguir qué elementos son imaginativos.