Marta Robles: literatura y amor en doble dirección

• "Soy más escritora que periodista"
• ¿Cuántos años lleva escribiendo cada día?

Marta Robles dirige el Festival Literario Rosa y Negro que rinde homenaje a la novela negra y la novela rosa.

Las tardes de RNE reciben a una mujer total. Escritora y periodista con una carrera prolongada en el tiempo y en la que la ha dado tiempo para hacer de todo. Lourdes Maldonado habla de tú a tú con Marta Robles.

Las tardes de RNE - Vida y pasiones de Marta Robles - escuchar ahora

Marta tiene una dilatada experiencia tanto en el mundo del periodismo como en el mundo de la literatura. ¿Cuál es su secreto?

"Es verdad que empecé muy pronto y empecé a trabajar desde que estaba haciendo la carrera de periodismo. Y nunca he dejado de trabajar y me gusta mucho mi trabajo. Siempre me dicen si soy más periodista o escritora. Yo digo que más escritora, o al menos era lo que quería ser de pequeña. Pero el veneno del periodismo desde el primer segundo que se me metió en las venas, nunca ha salido", explica la periodista madrileña sobre su carrera.

Marta nació con vocación. Cuenta que cuando era pequeña y la preguntaban por lo que quería ser de mayor, no dudaba y respondía: "escritora". Y lo cumplió, lo cumplió mucho antes de escribir títulos como A menos de cinco centímetros o La chica a la que no supiste amar. "Escribí mis primeros versos con cinco años y gané bastantes concursos literarios de jovencita. Mi primera novela la escribí con 16 años y por suerte no se ha publicado, porque es muy mala y la tengo en un cajón para recordarme que siempre quería ser escritora", comenta Marta sobre su vocación por la escritura desde la infancia.

Y por si alguien se pregunta qué la llevó al periodismo, la razón es curiosa: "me metí en el periodismo porque quería hacer filosofía pura pero tenía un novio que se empeñó en que tenía muchas dotes para la comunicación".

Marta ha desarrollado su carrera periodística a lo largo y ancho del panorama de la comunicación. Comenzó en la prensa escrita en la revista Tiempo, luego pasó por la televisión en Antena 3 o Telemadrid y también pasó por la radio en la Cadena SER y en Onda Cero, entre otros. Una periodista todoterreno que supo seguir un buen consejo. "El único consejo de mi padre que he seguido en esta profesión era que había que tener los huevos puestos en distintas cestas. Para mí era imprescindible moverme de medios y estar en sitios diferentes, porque me parecía que era la mejor manera de desarrollar esta profesión", explica la periodista sobre su paso por varios medios de comunicación.

A pesar de haber pasado por muchos sitios y haber probado las mieles de varios medios, hay uno que ocupa más hueco en su corazón: "yo soy una yonqui de la radio, es verdad. Siempre que he estado en la radio he sido enormemente feliz. Creo que el momento profesional más feliz de mi vida fueron mis años de la SER, por muchas razones, porque descubrí muchas cosas".

Amor alrededor

"Un buen amor es el que consigue que tú seas tú y que tú crezcas. El que te suma, no el que te resta", es la bonita definición de Marta sobre un buen amor.

El amor está por todos lados y Marta lo sabe bien cuando afirma que vive rodeada de amor.

Marta Robles tiene una familia muy amplia, reconstruida y en la que cuenta con seis hijos y ocho nietos, que pronto serán nueve. Y todos ellos son amor para ella, son su familia y aportan en su vida algo tan necesario para todos. Una vida que reconoce es "movidita" pero en la que ha sabido conciliar porque "hace muy buen equipo con su marido".

Aunque aclara que el amor excede del "amor de pareja". "El amor te viene de todos, el amor al trabajo, el amor a la propia vida, el amor de la amistad", explica Marta.

"El mejor amor es el que saca lo mejor de ti, el que te hace florecer", cuenta Marta sobre el buen amor. Porque amar no siempre es bueno, a veces amamos mal y eso, ¿merece la pena? "La mitad de las veces amamos muy mal y lo que pretendemos es que el otro haga lo que nosotros queremos en vez de lo que él quiere", y eso no deja florecer y crecer a la otra persona.

Escribir, luego existir

El amor en la vida de Marta siempre ha tenido una dirección clara: la escritura. Desde su niñez supo, o quiso, que su futuro estuviese ligado a la literatura. Y hoy, años después, la madrileña puede presumir de tener 17 libros publicados. Además, hace unos días se celebró el Festival Literario Rosa y Negro, que ella misma dirige y que rinde homenaje a dos géneros muy maltratados a lo largo de la historia como la novela negra y la novela rosa.

La autora explica que "desde los 13 años no ha habido un día en el que no haya escrito", y por ello se entiende que Marta no puede existir sin escribir. Una curiosidad que cuenta es que ha escrito "hasta en los días de sus partos".

Se suele decir que "cada maestrillo tiene su librillo" y queremos conocer el librillo de Marta. Su escritura depende del momento en el que esté. Cuando escribe una novela tiene que "encontrar seis horas seguidas al día para escribir". Si escribe se concentra en ello y lo hace sin música, pero le pone música a sus libros. "Es importantísima la música en mi vida. Te diré que mi marido es ingeniero, pero es el que me ayuda. Sabe muchísimo de música y es el que me ayuda a elegir la música para mis novelas, que tienen siempre banda sonora original", comenta la autora sobre la vinculación de sus libros con la música.

Su último libro es Lo que la primavera hace con los cerezos, en honor a un verso de Neruda, y el título viene porque es "de una belleza extraordinaria" y porque representa lo que para ella es "el mejor amor". Ese en el que aquello que amas consigue un desarrollo y saca lo mejor de sí mismo.

En el libro repasa la vida de artistas, poetas, pintores, escultores, músicos, cineastas pero sobre todo, de cómo viven el amor. "Te vas dando cuenta que viven el amor de una manera muy intensa, porque saben que de esa emoción, de la emoción del amor, depende mucho la creatividad. La creatividad es la que empuja al amor y muchas veces viven el amor de una manera tan intensa que machacan al que tienen al lado y no sacan lo mejor de él, sino todo lo contrario", concluye la escritora madrileña.