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RTVE Play recupera un 'Informe Semanal' de Rosa María Calaf sobre los supervivientes del accidente de los Andes

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Informe Semanal - Los caníbales de los Andes (Supervivientes del accidente aéreo de los Andes)

Después de arrasar en cines y plataformas, la necesidad de conocer los hechos reales del accidente aéreo retratado en La sociedad de la nieve de Juan Antonio Bayona se ha disparado. Por ello, RTVE Play recupera uno de los reportajes realizados por Rosa María Calaf en Informe Semanal con motivo del 20 aniversario de la tragedia. Una pieza que rememora qué fue de los supervivientes del avión uruguayo que se estrelló en la cordillera de los Andes chilenos en octubre de 1972 y que permanecieron durante 73 días alimentándose de los cuerpos de sus compañeros.

Dos décadas después, quienes recurrieron a aquellas prácticas para sobrevivir hablaron a Informe Semanal sobre la experiencia que cambió sus vidas. "No sé cómo habría sido si no me hubiera pasado lo de la cordillera", explicaba Roberto Canessa, superviviente del accidente. "Fue algo que te da una confianza que antes no tenías, y ningún problema es tan grave como estar enfrentándote a la idea de que te vas a morir con 19 años. A nosotros nos pusieron en la montaña como si fuéramos conejillos de indias y sin experiencia. "A ver cuánto pueden aguantar, a ver cuánto duran". Es increíble".

Al echar la vista atrás, muchos de quienes lograron salir con vida de los Andes confesaban sentir cierta confrontación de emociones al haber desarrollado una vida al margen del accidente. Así lo contaba el psicoanalista Saúl Paciuk: "Parece que esta gente no quedó marcada por esto, ¿no? Pero no centró su vida en este episodio. No sé si habrían tenido la misma si no hubiera ocurrido, pero no fue algo que definió su futuro".

"Lo único que importa es el alma, no debo sentir remordimientos"

En el reportaje, Amalia Ruiz (esposa de Daniel Fernández, otro de los ocupantes del avión siniestrado) desvelaba que siempre tuvo la esperanza de encontrarlo con vida, aunque su entorno lo considerase algo totalmente improbable. Otro de los testimonios recuperados fue el de Alejandro Nikolic, hermano de una de las víctimas. No tenía más que 15 años cuando perdió a Gustavo, pero la publicidad que alcanzó el accidente le impidió elaborar un duelo definitivo. Aún así, compartió con el mundo la carta que su hermano escribió a su novia antes de morir sepultado por un alud: "Queridísima Rosina: Hay algo que te va a parecer increíble. Yo todavía no consigo creerlo. Y es que hoy han comenzado a cortar carne de los muertos para comérsela. No hay otro remedio. Yo había rezado a Dios desde lo más profundo de mi ser para que este día no llegara nunca. Pero ha llegado y tenemos que aceptarlo con valor y fe. Fe porque he llegado a la conclusión de que si los cuerpos están ahí, es porque Dios los ha puesto ahí. Y lo único que importa es el alma. No debo sentir remordimientos. ¿Y si llega el día en que yo pueda salvar a alguien con mi cuerpo?".

A pesar de que la supervivencia fue el tema estrella tras su regreso, lo cierto es que la alimentación no fue el principal problema de sus días en la montaña. Fernando Parrado, uno de los ocupantes que consiguió cruzar la cordillera a pie, afirmó que fue "mucho más complicado hacer agua, combatir el frío y salir de allí".

La esperanza y la superstición también se dieron la mano en el núcleo de unas familias que pasaron semanas sin saber de sus hijos, hermanos, parejas o nietos. "Yo no hacía más que buscar apoyos de superstición en la radio. Pero aunque buscaba, no encontraba. Era como una tortura", indicaba Carlos Páez, padre de otro de los supervivientes. "Hubo una especia de relación, casi diría que parapsicológica, entre los que vivimos la tragedia y las madres de quienes lo vivimos".

El sentido del humor fue una de las claves de un trabajo psicológico que perdura décadas después. Quienes lograron salir de la cordillera consideran que "ya no les pertenece", sino que es historia del mundo. Tampoco se sienten héroes, sino seres humanos que cargan con el estigma de la antropofagia. Contaban en la intimidad que allí tuvieron que crear una sociedad para sobrevivir, pero que aquí es la sociedad quien se come a los vivos. Consideran que lo suyo fue ejemplo de superación y que los golpes consiguieron empujarlos para seguir adelante. "Ningún ser civilizado ha confesado nunca haber llegado hasta ese límite", concluía Calaf. "Por eso creen también que nadie puede emitir un juicio severo sobre la historia que les tocó vivir".

Náufragos de los Andes, el documental que narra los hechos reales de La Sociedad de la nieve

La 2 emite el documental Náufragos de los Andes, que narra el acontecimiento a través de las entrevistas a los propios supervivientes y con documentos que ellos mismos aportan. Regresan al lugar donde aún descansan los cuerpos de sus compañeros fallecidos y recrean, paso a paso, toda la pesadilla. Desde el "cachondeo" por las primeras turbulencias, hasta su regreso al mundo civilizado y su intento por esconder que sobrevivieron gracias al canibalismo.