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Psicología

5 consejos para asimilar el valor del esfuerzo y lidiar con la frustración

  • La sociedad tecnológica acostumbra al ser humano a tener lo que quiere al momento y suele gestionar mal el fracaso
  • La psicóloga Patricia Ramírez te da 5 consejos para escapar de los malos hábitos de la satisfacción inmediata en 'Para Todos La 2'

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Para Todos La 2 - 5 consejos para remediar el cortoplacismo

El valor del esfuerzo está en decadencia. La sociedad de hoy en día está expuesta a la tecnología constantemente y dispone de una oferta de redes sociales con vídeos cortos y rápidos que incitan a la inmediatez, a la prisa y al esfuerzo mínimo. La búsqueda del placer fácil es compulsiva y valores como el trabajo con vistas a largo plazo, la disciplina, la paciencia y la reflexión van camino a la obsolescencia.

Muchos de los problemas de salud mental identificados entre la juventud, así como la insatisfacción de muchas personas adultas, vienen del cortoplacismo. En 'Para Todos La 2', la psicóloga Patricia Ramírez te ofrece cinco consejos para extirpar estos hábitos incorrectos.

1. Conoce la diferencia entre deseo y placer

Según la Real Academia Española, el deseo es el "movimiento afectivo hacia algo que se apetece", y placer es "agradar o dar gusto". Distinguir el significado de estos dos términos es fundamental para tener más autocontrol. Tienes la idea preconcebida de que cumplir tus deseos te generará un gran placer. Sin embargo, no siempre es así. Muchas veces, las expectativas no se corresponden a la realidad.

2. Entrena tu esfuerzo

Todo lo que anhelas en la vida supone un sacrificio. En este sentido, la constancia y la motivación suponen valores fundamentales en la cultura del esfuerzo. Por un lado, debes tener claro que tendrás que hacer renuncias a corto plazo para obtener mejores resultados a largo plazo. Por otro lado, tienes que saber que tú mismo eres tu mejor motivador: no siempre te va a llegar un impulso externo que te anime a seguir por el buen camino.

3. Aprende a convivir con la frustración

No siempre te vendrá todo de cara. Habrá cosas que no te gusten, y ser buena persona no te protege de momentos duros. Debes instruirte en coexistir con la parte mala de la vida. Tienes que aceptar los reveses de igual forma que acoges la buena suerte cuando se te presenta. Tu cometido es tener una mentalidad fuerte, asumir el contratiempo y seguir adelante de manera constante.

4. Educa a tus hijos: los problemas forman parte de la vida

Evita solucionar a tus hijos conflictos que por edad y madurez pueden resolver. Sobreprotegerlos es un desacierto absoluto. Debes asimilar los preceptos de la vida para poder vivirla en condiciones. Rehúye de protestas y lamentaciones. Tus sucesores han de concienciarse de que la dificultad, la espera y el fracaso forman parte de la vida.

5. Ten momentos de tecnología cero

El teléfono y todo el abanico de posibilidades que ofrece te hace la vida demasiado fácil. Hoy en día lo tienes todo a golpe de clic. Es una equivocación convertir estos procesos tan simples en un hábito. En cambio, es mucho más productivo hacer ejercicio yendo al gimnasio, cocinar con un libro de cocina en lugar de hacerlo a través del móvil, o quedar presencialmente con alguien en vez de mandar un audio. Debes encontrar momentos en los cuales te evadas de aparatos electrónicos que te permitan centrarte y estar presente en otras actividades.