Mecano | La terrible rivalidad entre Nacho y José María Cano: no se soportaban

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Mecano: la rivalidad de Nacho y José María Cano

Mecano tuvo un éxito incomparable. Fueron el primer grupo que triunfó casi más en el extranjero que en nuestro país, y ya es decir. Arrasaron con todos sus discos, las entradas de sus conciertos se agotaban hasta en Nueva York y sus seguidores les adoraban. El problema siempre fue otro: la rivalidad entre los hermanos Cano.

Nacho Cano y José María Cano eran dos almas muy diferentes, que decidieron unirse para formar un grupo musical con Ana Torroja. Dos auténticos genios de la música, Nacho más espontáneo y José María más formal. Con sus diferencias, pero ambos capaces de crear magia con unas notas musicales y algunas palabras.

Toda la sintonía que tenían sus canciones les faltaba a ellos como hermanos y compañeros de banda. Quizás la rivalidad surgía precisamente de esa relación familiar que tenían, quizás había nacido cuando ambos eran pequeños y era prácticamente imposible salvarles de ella. Ana Torroja hizo de salvavidas durante mucho tiempo, pero incluso el pegamento a veces pierde su efecto.

Los celos y las peleas fueron cada vez más fuertes, pero desde el principio se veían gestos y actitudes que complicaban la coexistencia de Nacho y José María en el grupo.

Los 4 gestos que evidenciaron la ruptura de Mecano

1. Desde el principio, Nacho fue el favorito de todos, tanto que, según nos cuenta Capi, el representante del grupo, “aquello se hizo insufrible para José María”, al que ni siquiera le pagaban los billetes de avión para acudir a las grabaciones y conciertos del grupo. Por esa misma razón, siempre entraban más canciones de Nacho Cano en los discos de Mecano, hasta que poco a poco el abismo se fue haciendo más grande y se empezaron a poner ciertos límites entre ellos.
2. Nunca se llevaron bien. Era tan grande la diferencia, que jamás llegaron a grabar juntos. Nacho grababa un día en el estudio su parte de las canciones con Ana, y otro día diferente, grababa José María con Ana. La cantante siempre estuvo en medio, pero se adaptó al espacio que los dos compositores exigían.
3. La rivalidad que tenían era tan grande que decidieron que su talento tenía que brillar por igual. De esta forma, se repartieron las canciones a la mitad en cada disco. Incluso se llevaron un cronómetro, según cuenta la cantante Vicky Larraz, “Si había un minuto más del otro se montaba un pollo”.
4. Ni siquiera podían compartir coche. Cuentan que un día fueron a tocar al programa “Tocata” para hacer promoción de su nuevo disco y parecía que se llevaban tan bien que decidieron que en vez de volver en dos coches, volverían en uno. Pero la paz duró poco, tan poco que, a mitad de camino entre Televisión Española y Madrid, por la Casa de Campo, llamó el conductor pidiendo otro coche porque estaban discutiendo, “no habían llegado a las manos pero estaban discutiendo muy fuertemente”, según cuenta José Ramón Pardo.