Eduardo Madina: "No hemos sido capaces de tejer una visión compartida de país"
- Lamenta el "fracaso generacional” por no haber podido “trenzar una idea que nos retuviera juntos” a los diferentes partidos
- La exposición “total" de la vida de los políticos cree que tiene que tener "algun un impacto” en la salud mental de los políticos
“No hemos sido capaces de tejer una visión compartida de país”, “de trenzar una idea que nos atara y nos retuviera juntos”, ha lamentado Eduardo Madina sobre la “cierta sensación de fracaso generacional” que siente ante la imposibilidad de haberla alcanzado “desde las ideas y de los contextos ideológicos de cada uno”.
Esta derrota lo ha ejemplificado con “el número tan elevado de bajas políticas que esta generación tiene”. Ha mencionado en la entrevista nombres como el de Pablo Casado, Albert Rivera o Pablo Iglesias. Ha apuntado como razón que ha empujado a esta situación a “que hemos tenido uno de los contextos políticos, económicos y tecnológicos más difíciles que te puedes encontrar: una transformación tecnológica brutal, unas densidades, intensidades y extensiones difíciles de imaginar y una transformación también económica extraordinaria. Súmale a eso una pandemia, una guerra”.
El exdiputado del PSOE reflexiona sobre esta situación en un texto que forma parte del libro Perder la gracia y en el que también ha participado tres de sus amigos “más queridos” de su vida y que le han “sorprendido lo buenos que son”: “Antonio Lucas se centra en la cultura, la literatura y la poesía; Pedro Simón, en el periodismo; Javi Gómez Santader, en el mundo audiovisual; y yo, más en una mirada política y económica”.
Competición y cooperación
“Los politólogos suelen decir que la política tiene dos tiempos, uno de competición electoral” y “una segunda parte de carácter cooperativo”, ha explicado. “Creo que es una generación, la mía, que hemos competido mucho todo el rato, entre o en el interior de las formaciones políticas, en tiempos electorales o no electorales, en planos analógicos o digitales”. “Pero hemos tenido, por alguna razón que se me escapa, poca capacidad de cooperar ante los grandes problemas del país”.
“Y creo que el contexto actual es un buen ejemplo. No puede haber, digamos, más elementos de dificultad en el ambiente, de variables que deberían llevar a marcos cooperativos entre las fuerzas políticas y todo lo que vemos son competición tras competición, elección tras elección”.
La enmienda a una generación
“La línea central de los dirigentes políticos en Europa está en torno a los 45 a 55. Se mueve por ahí. Hay algún Primer Ministro algo mayor, pero está por ahí, en torno a los 50 años. Comparado con Joe Biden o con el anterior presidente, Donald Trump, las diferencias son sustanciales. ¿Cuál es mi miedo aquí? Pues que la actual generación política, que había sido la mía, sea sustituida en el máximo nivel de representación institucional por una anterior, por gente más mayor. Me parecería ya como la última enmienda a una generación”.
“Tenemos un ejemplo en el Partido Popular, donde una persona de mi generación, un dirigente que se llama Pablo Casado, fue sustituido por otro señor que se llama Alberto Núñez Feijóo, 20 años mayor que él. ¿Es el primer paso de procesos parecidos en otros partidos? No lo sé. No tengo ni idea. Pero da la sensación de que esta generación empieza a ser sustituida por gente más mayor, que es un proceso que nunca ha pasado en la política nacional. Normalmente las generaciones son sucedidas por gente más joven”.
Presión 24 horas
La salud mental de los políticos y políticas es “una fantástica conversación que hemos tenido muy poco” y cree que es “una de las variables menos estudiadas y analizadas”, ha señalado en la conversación. “El nivel de presión que vivían históricamente las personas que estaban al mando de partidos políticos o en altos niveles de representación institucional era que tenían varios inputs al día”
“Ahora es todo el rato, sin parar, nunca hay descanso, no hay domingos, no hay lunes, no hay noches, no hay días”. Cree que la exposición “tan completa y total de toda su vida, todo el rato, 24 horas durante siete días a la semana” tiene que tener “sin duda algun un impacto”.Por eso cree que “carreras tan largas” como la de Silvio Berlusconi, fallecido este 12 de junio, son hoy en día “imposibles”. “Pertenecen a otro contexto tecnológico, histórico o político, y diría que geopolítico”.
Un camino dulce
¿Cómo es la vida después de la política?, le ha preguntado Carles Mesa y Eduardo Madina ha respondido contundentemente: “Maravillosa. No puedo decir nada malo”. “Este verano cumpliré cinco años en el sector privado. Es verdad que mantengo algún hilo de voz en alguna tertulia radiofónica una vez por semana, pero eso es todo”.
“Todos los días que he tenido, la verdad es que me cuesta mucho encontrar uno malo. Ha sido un camino dulce. La relación con la vida después de tantos años de tanta intensidad ha sido para mí muy buena. La verdad es que es una decisión que tomé hace cinco años y que en el momento de tomarla no fue fácil. Pero hoy cada día que pasa solo puedo decir que estoy enormemente orgulloso de haberla tomado. Me felicito a mí mismo por haberlo hecho”.