Jero García: "De los 14 a los 18 años fumaba hachís para equilibrarme"
- El boxeador habla sin tapujos sobre las adicciones que tuvo en su primera juventud
- Trabaja intensamente para luchar contra el bullying escolar
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Jero García cruza ‘Las Tres Puertas’ para abrirse y dar a conocer algunos aspectos de su vida que atañen no solo a su proyecto personal en el que lucha contra el bullying, sino sobre su faceta como padre o las adicciones que tuvo de muy joven. El boxeador, que confiesa acumular 15 fracturas de nariz, dedica todos sus esfuerzos a ayudar a chavales que, o bien sufren acoso, o bien son, como él de joven, quienes usan la violencia contra los demás.
Una adolescencia ligada a la agresividad
Jero García nació en Carabanchel, un barrio donde, como él dice, reinaba “la ley del más fuerte. Algunos lo soportamos mejor que otros”. El deportista recuerda que en los años 80, cuando él era adolescente, el suyo era “un barrio bravo” donde “o quitabas el bocadillo o te lo quitaban a ti”. “¿Y tú estabas en el lado de los que robaba el bocadillo?” le pregunta María Casado, a lo que él responde: “Con el trastorno que yo tenía, soy diagnosticado de TDH, de las 10 papeletas que tenía para que el sorteo acabara mal, yo llevaba 15. Pero abrí una puerta que se llamaba boxeo”.
Gracias a la práctica de ese deporte, Jero logró cambiar el rumbo de su vida, pero no fue fácil. “Digamos que yo necesitaba la agresividad para sentirme bien. ¿Cómo puede ser eso?”, reflexiona. “¿Tú eras consciente?” insiste la presentadora a lo que él contesta “no, para nada. Fui consciente más tarde”. Jero García admite que “yo he hecho mucho daño. Por eso ahora intento redimirme. Nunca quise hacerlo pero era mi modus operandi. A través de la violencia y la agresividad conseguía equilibrarme a nivel dopamínico”.
El mensaje del invitado es muy claro: “Con el tiempo te das cuenta de que los problemas de salud mental, si no se tratan en su momento pueden hacer mucho más daño a la persona que los sufre que a la gente de alrededor”. Jero recuerda que en aquellos años “el TDH ni estaba ni se le esperaba”.
Su tonteo con las drogas
La situación vital en la que se encontraba Jero García le llevó a consumir drogas. “De los 14 a los 18 años fumaba hachís. Era la forma de equilibrarme”, admite, confesando además que los demás no se daban cuenta porque “yo siempre he sido muy disimulado”. El invitado habla sin cortapisas al afirmar que “la droga te lleva a otras cosas” pero también revela que “yo soy bastante infiel a las adicciones. He tenido de todo tipo pero nunca he sido fiel, cuando dije ‘dejo de fumar’, que fumaba paquete y medio, lo dejé de la noche a la mañana. He podido navegar en todo el mar de adicciones pero cuando quería dejarlo, lo dejaba”.
Jero García insiste en que él “no tenía ningún tipo de conciencia” en aquellos años. “Cuando empiezo a navegar en los trastornos de conducta, en cómo pude llegar a eso sin darme cuenta, al final fue un trastorno que viene abrazado de un problema de salud mental. Y pasa mucho” comenta y se refiere a que “hay muchos niños que están insuflando cualquier tipo de violencia hacia los padres, de género o acoso escolar, y no se dan cuenta”. Por eso, su objetivo es servir de ayuda a todos esos chavales que están manifestando a través de comportamientos agresivos otros problemas que hay en un trasfondo y que, de momento, nadie ha detectado.
Las tres puertas