Los celos, la cara amarga del querer
- “Es una sensación muy amarga que a veces define las relaciones y las puede llegar a perturbar”
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Los celos son una respuesta a una “ruptura del equilibrio emocional” que se manifiesta cuando un individuo siente la amenaza o percibe la posibilidad de pérdida, hacia una persona que considera suya. “Es una sensación muy amarga que a veces define las relaciones y las puede llegar a perturbar”. Los celos más conocidos son los de las relaciones amorosas, pero también ocurre en diferentes ámbitos como las relaciones familiares o profesionales, entre otras.
El hecho de sentir celos no hace querer más a una persona
“Es una distorsión de alguna manera de la forma de querer. Creo que probablemente uno explora y analiza de dónde proviene todo eso. A veces hay estilos aprendidos y también se dice que está muy asociado a la inseguridad”, afirmaba Carlos Alvarado, psicólogo y colaborador de El nocturno de las 3.
La inseguridad y los celos van unidos de la mano porque “cuando uno se siente más inseguro necesita tener una forma de querer un tanto de posesividad. Entonces ahí se van incrementando esas sensaciones que luego producen distorsiones muy grotescas”.
Después del pensamiento y las emociones llegan las conductas
“En la parte patológica hay un componente que le llaman celotipia. Entonces es una persona que es celotípica son personas que son muy persecutorias que están todo el tiempo viendo y sospechando. Asimismo, son muy suspicaces. Y esto distorsiona gravemente la relación. Es una trampa para él y para la otra persona”.
Descubre la personalidad de un celoso patológico
Este tipo de individuos tienen mucho miedo al abandono, por lo que para evitarlo lo intentan controlar de cualquier manera. “Son personas que sospechan demasiado y tienen ciertos sesgos medios paranoides acerca de lo que les pueden estar haciendo o dejando de hacer”. Son seres muy controladores. “Revisan el teléfono móvil, el correo y quieren saber dónde están esas personas permanentemente”.
¿Cuánto dura las envidias entre hermanos?
Con la llegada de un nuevo miembro a la familia, el hermano mayor se siente destronado. Toda la atención pasa al benjamín y “eso provoca un sentimiento muy amargo al no ser querido. Posteriormente, despierta una sensación de inseguridad” que deriva en celos. Pero, ¿cuándo desaparecen? "Hay un momento en que en base a las experiencias van racionalizando. Los niños pasan del yo al nosotros. Y de repente hay sentimientos compasivos y de sobreprotección”
Para evitar ese sentimiento, los padres juegan un papel clave. “Los progenitores hacen trabajo de equipo. Uno se centra en otro para que así no sientan que han perdido su cariño”. Asimismo, algunos autores proponen que el pequeño tenga un día especial con su madre o padre para que sienta que no ha perdida el protagonismo que tenía antes de la llegada de su hermano.
Los celos profesionales, un auténtico problema para las empresas
La envidia laboral tiene un impacto negativo en el trabajador porque este “no se alegra por la felicidad del otro, sino todo lo contrario”. Una inseguridad con respecto a sus iguales que deriva en sabotajes en continuas molestias e intentar inquietar a las personas. ¿Cómo debe actuar el jefe para evitar este tipo de situaciones? “Hay dinámicas de trabajo que generan pensamiento colectivo"