Enlaces accesibilidad

Radio Nacional de Sevilla, una ayuda fundamental para el folclorista Alan Lomax

  • La investigadora Ascensión Mazuela-Anguita cuenta en un libro la visita de Alan Lomax a España
  • Durante la estancia del folclorista en Sevilla, los trabajadores de RNE tuvieron un papel importante
  • Se cumplen 20 años de la muerte del norteamericano, falleció el 19 de julio 2002
Antonio Núñez "El Chocolate" en 1985
CARLOS RIPOLLÉS

La Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos conserva alrededor de unas 1500 grabaciones de música de tradición oral realizadas por el folclorista norteamericano Alan Lomax en España. Estuvo en diferentes lugares de la península y Baleares entre julio de 1952 y enero de 1953. “Tenía muy poquita idea de lo qué quería hacer y de quién le podía cantar. Recurre al Instituto de Musicología de Barcelona”, explicó el folclorista Joaquín Díaz en Discópolis en 2008, "y gracias a una serie de contactos hace las grabaciones”.

Cuando llegó a Sevilla “un contacto fundamental” fue Radio Nacional de España y le proporcionó “grabaciones y lo ayudó a reparar su grabadora”, lo cuenta Ascensión Mazuela-Anguita en el libro Alan Lomax y Jeanette Bell en España (1952-1953). Las grabaciones de música folklórica. La profesora en el Departamento de Historia y Ciencias de la Música de la Universidad de Granada reúne en esta publicación su investigación en la biblioteca estadounidense. “En el vuelto de la tapa de su cuaderno con notas de Extremadura, Lomax anotaba las direcciones del personal de Radio Nacional de Sevilla”.

Al director, Manuel Hidalgo Nieto, le agradeció por carta “su hospitalidad en Sevilla” y señala que “sin su ayuda y la de su inteligente personal técnico mi viaje a Andalucía habría sido un fracaso”. Añade que Radio Nacional de Sevilla “fue como nuestra propia casa y pienso que tiene un espíritu sin igual entre las emisoras de radio”.

La reparación

Juan Ruiz Arrau fue el técnico de Radio Nacional que reparó la grabadora de Lomax, puesto que este le indicaba en una carta tras finalizar su viaje lo siguiente: “Me tuve que enfrentar con más dificultades por lo que se refiere a la máquina de grabar que tú reparaste tan a menudo en Sevilla, pero afortunadamente sobrevivió al viaje””, así lo recoge Mazuela-Anguita.

Las grabaciones de los Gitanos

Sobre Adolfo G. Aguirre, otro de los técnicos, destaca que le facilitó “unas grabaciones que este copió” y pone como ejemplo “Fandango de Huelva” interpretada por los Gitanos de Algeciras. Añade que también actuó “como intermediario entre los músicos y la BBC, y Lomax le enviaría uno de sus libros” como agradecimiento por la “simpatía” ante “dificultades” que tuvo.

Hoy empieza todo 2 - Bombinjam con Ascensión Mazuela Anguita - 25/03/22

Una sesión especial

El folclorista nortemaricano señaló en sus cuadernos de campo que RNE en Sevilla “organizó para él una sesión en “el club gitano La Guajira”, seguramente el cortijo El Guajiro, donde pudo escuchar al pianista y compositor flamenco Arturo Pavón y grabar, entre otros artistas, a Pastora Amaya”, detalla en su investigación Mazuela-Anguita.

En el Guajiro, situado en Triana, pudo disfrutar y grabar a Antonio Núñez “El Chocolate”, como señaló Manuel Pedraz en Contraste flamenco de Radio 5. “Reunió a un jovencísimo “El Chocolate” y Antonio Montoya Flores, “El Farruco”, al que acompañaba su primera mujer, trágicamente fallecida Pastora Amaya. A la que escuchamos en estos compases de fandangos por soleá que después se van animando por bulerías”. Unas grabaciones que “nos permiten perfectamente escuchar ese ambientillo, que en algunas ocasiones, es tan importante como el propio cante”.

La compensación económica

“Los intérpretes que hay en estas grabaciones son semiprofesionales”, explicó el etnomusicólogo Manuel Naranjo Loreto en Contraste flamenco que escribió un artículo sobre las grabaciones de Lomax en la Fiesta de la Vendimia de Jerez. Tuvo que pagarles en muchos sitios y “cuando él termina este proceso en España, razona y se da cuenta de que hay una serie de personas a las que hay que pagarle por ello, porque han guardado un saber y entiende que eso tiene que tener alguna compensación económica”.

Más de veinte años después, “Anna Lomax [hija del folclorista] vino a España el año 75 y precisamente le tuve que acompañar porque venía con el encargo de su padre de pagar a aquellas personas, que por una serie de circunstancias, no les había pagado”, así lo recordaba Joaquín Díaz en Discópolis. “La obsesión del padre era poder recompensar a aquella gente que le había tratado tan bien”.

900 pesetas al mes

La sociedad española sobrevivía en aquellos años 50 y también quedó reflejado en los apuntes de Lomax, donde explicó que los trabajadores de Radio Nacional de Sevilla “ganaban 900 pesetas al mes, “cuando se les pagaba””. Tenían varios empleos, por ejemplo el técnico de sonido Adolfo G. Aguirre también trabajaba en el aeropuerto.

En los años 60 dio sus primeros pasos ante el micrófono en la redacción de San Pedro Martir, 14, el ahora veterano periodista José María Durán. Recuerda en una conversación telefónica en 2022 sus primeros pasos como “aprendiz” con 18 años en Radio Nacional en la capital andaluza. Conoció a casi todos los nombres apuntó Lomax y señala que “lo arreglaban todo, eran unos manitas, enamorados de su profesión y de la radio”. Rememora cómo con destreza manipulaban unos magnetófonos con unas manivelas y cuerdas. A Durán nunca le hablaron de este encuentro con Lomax.

La calidad de las grabaciones

“Aunque no son las primeras grabaciones históricas del patrimonio tradicional español, porque hay unas grabaciones anteriores del año 32, de un alemán, de Kurt Schindler. Son las primeras que con mucha calidad y con mucha variedad de temas y repertorios, han dejado poso de esa tradición, sobre todo porque ha servido o sirvió en su momento de revulsivo a la propia sociedad española”, cuenta el etnógrafo Carlos Porro de la Fundación Joaquín Díaz en Esto me suena.

“Al ver que de Estados Unidos venían a sacar, revisar o grabar nuestro patrimonio hizo que inmediatamente surgiera una labor de investigación de recopilación, en este caso seguida del profesor Manuel García Matos, que muchas veces incluso volvió a grabar a los intérpretes que dos años antes o un año antes había grabado Alan Lomax y volvió a grabar ampliando muchísimo viendo que el patrimonio musical y tradicional español era inmenso, con una calidad asombrosa”.