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¿Cómo deberíamos conservar la sandía una vez cortada?

  • La sandía es refrescante y se digiere bien porque contiene un 95% de agua, muy poca fibra y nada de grasa
  • Si la compramos cortada tiene que estar en la zona refrigerada y tapada con un film transparente
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Cuidado al guardar la sandía cortada
La sandía cortada siempre debe guardarse en el frigorífico.

La sandía es una de las frutas estrella del verano. Es refrescante, saciante y se digiere bien principalmente porque contiene un 95% de agua, muy poca fibra y nada de grasa. Además, contiene vitaminas como la A y el licopeno, un antioxidante que le da el color rojo y que le va muy bien a nuestro corazón. También tiene citrulina, un compuesto que fomenta la producción de óxido nitroso que relaja nuestras arterias y mejora la circulación sanguínea.

Seguro que está presente en tu casa durante buena parte del verano, pero ¿cómo sueles conservar una fruta tan voluminosa? Con las recomendaciones de la tecnóloga alimentaria Beatriz Robles no tendrás dudas.

El valor nutricional de la sandía, la fruta reina del verano

En el mercado

Si la compramos entera puede aguantar a temperatura ambiente, pero si la compramos troceada hay que fijarse que esté siempre refrigerada y además, tapada con film transparente.

Su gran cantidad de agua predispone que bacterias como escherichia coli, la listeria o la salmonela la contaminen.

En casa

Si la hemos comprado entera y la vamos a cortar es importante:

  • Lavarla bien con agua del grifo
  • Secarla con un papel de un solo uso
  • En cuanto la cortemos, ¡al frigorífico!

Esto se aplica también a otras frutas grandes como el melón, la papaya o la piña. Quédate con esta frase: Fruta cortada, siempre refrigerada.

Con o sin pepitas

¿Quién no ha comido alguna vez una rodaja de sandía con pepitas negras? Es la variedad clásica o diploide.

Y si te has tragado alguna, tranquilidad. Aunque exista la creencia popular de que tienes más riesgo de sufrir una apendicitis, esto no es así.

Si te molesta encontrar pepitas, opta por las sandías triploides que no las tienen o si las llevan son blancas y pequeñas. Se trata de frutos estériles que surgen al cruzar variedades distintas y por eso no tienen semillas.