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Día Mundial del Sueño

¿Cómo dormimos y qué influye en nuestro descanso?

  • En el Día Mundial del Sueño escuchamos a especialistas que explican qué es el sueño
  • Señalan las funciones que ejerce en nuestro descanso y que se conocen
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El Día Mundial del Sueño se celebra el 18 de marzo.
El Día Mundial del Sueño se celebra el 18 de marzo.

“No se tiene una idea muy clara de por qué dormimos”, explica Sofía Romero, neumóloga e investigadora en el Instituto de Investigaciones del Sueño de Madrid en Gente despierta. “Resulta bastante evidente que existen diversos mecanismos y procesos fisiológicos que ocurren durante el sueño y que tienen mucha importancia para el ser humano, como pueden ser la conservación o restablecimiento de nuestra energía, la regulación de nuestra actividad eléctrica durante la noche, la regulación de nuestra temperatura corporal, así como la regulación de diversos mecanismos endocrinos y metabólicos que tiene lugar en nuestro cuerpo”.

Este 18 de marzo de 2022 se celebra el Día Mundial del Sueño, así que en Radio Nacional de España nos proponemos escuchar lo que han destacado diferentes especialistas sobre lo que conocemos acerca de esta actividad humana que ocupa tantas horas de nuestra vida.

“Se sabe que durante el sueño existe una importante herramienta para la consolidación de nuestra memoria y que todos los seres vivos dormimos. Sin embargo, las características, la duración y las funciones del sueño son muy diferentes en cada una de las especies, Se sabe, incluso, que en los niños pequeños el sueño tiene una función de crecimiento y maduración neurológica muy importante”, añadía Sofía Romero.

Gente despierta - Por si te lo habías preguntado: ¿Por qué dormimos? - Escuchar ahora

“A la hora de dormir se provoca una disminución de nuestro nivel de consciencia, al igual que surge durante el coma. Lo que pasa que esta disminución del nivel de consciencia es reversible, que en el coma sería irreversible. Además, la reactividad que tenemos ante estímulos externos desaparece, dejamos de movernos por completo, se relajan todos nuestros músculos. Se sabe por investigaciones recientes que el sueño regulado por distintas sustancias y neurotransmisores químicos que van a estimular al cerebro. La luz y la oscuridad tienen una importante relación con la regulación del sueño, que es lo que conocemos como ritmo circadiano”.

La pantalla de los dispositivos

Se vincula “un inicio más tardío del sueño del sueño, un mayor número de despertares o una mejor calidad del sueño” con el hecho de acostarse con junto a dispositivos como móviles ya que “la luz de la pantallas activa nuestros muchos receptores de la luz y hace que sea más difícil dormir”, explica Alejandro Guillén, doctor en investigación del sueño de la Universidad de Granada.

“Si un par de horas antes de ir a la cama podemos evitarlos y acceder a charlar con la familia, a ver una serie que nos relaje, a leer un libro. Todo eso va a favorecer que a la hora de irnos a la cama sea más fácil no pensar tanto en las preocupaciones”, recomienda el doctor en Inquietamente.

La alimentación y el sueño

“La falta de sueño y dormir menos horas sí se ha asociado a sobrepeso y obesidad”. Ocurre “porque hay cambios hormonales en la que las hormonas del apetito, la adrenalina, la leptina, que están relacionadas con el apetito, el peso, el metabolismo y el cambio de dormir nos va afectar”, contaba Elena Urrestarazu, especialista del Departamento de Neurofisiología Clínica y de la Unidad del Sueño de la Clínica Universidad de Navarra y profesora titular en la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra en una edición de Futuro abierto dedicada a este tema desde diferentes perspectivas.

“Durmiendo más y a nuestra hora” el cuerpo funciona mejor. “Siguiendo nuestro ritmo biológico. No es solo dormir más horas, sino también es muy importante en qué momento del día, es decir, en la noche”.

“Hay gente que necesita dormir muy poco y que es una variante de la normalidad. Duermen cinco horas, pero las cinco horas con muy poco sueño superficial y es un sueño muy reparador”, explicaba la neurofisióloga Milagros Merino, miembro de la Sociedad Española del Sueño en Memoria de delfín. Por otra parte, señalaba que otras personas duermen 10 horas y “no garantiza que descansen”. “Podemos hacer mucho superficial que no nos sirve para demasiado”

“La Academia Americana de Medicina del Sueño establece unas necesidades que en adultos irían entre siete y nueve horas”. “Gente que tiene una actividad muy viva a lo largo del día puede necesitar poco sueño por la noche. Hay variaciones individuales y hay gente que necesita dormir mucho. Está determinado genéticamente y se manifiesta desde el nacimiento”.

No es una enfermedad

Las sensaciones de caída libre durante el sueño poco profundo pueden pueden aparecer en algunas ocasiones. “El control del tono muscular y despierto a dormido puede tener una transición progresiva y suave o puede ser brusca”, señalaba Javier Puertas, vicepresidente de la Sociedad Española de Sueño y jefe del Servicio de la Unidad de Sueño en el Hospital Universitario de la Ribera de Alzira (Valencia), en Inquietamente. “Esa brusquedad del cambio del control de tono muscular puede ser que nos dé esa sacudida muscular al inicio del sueño, porque si no nos hemos dormido profundamente un pequeño despertar recupera de forma brusca el tono”.

“Uno tiene la impresión de estar incapacitado, de moverse o de caerse a un vacío. Se puede acompañar de una sensación de percepción alterada, unas alucinaciones visuales, sensación de que hay alguien en la habitación, incluso personas que tienen sensación de que tienen algo sobre el pecho o incluso sensación de que te tocan”, añadía Puertas.

“No es un sinónimo de una enfermedad”, pero si ocurre “muchas veces en la noches habría que tratarlo”. “Si se acompaña de somnolencia y otras alteraciones del sueño, se pueden encontrar en algunas enfermedades como la epilepsia”.

Descansar para aprender

“Existe una relación directa entre diferentes fases del sueño” y el aprendizaje. “Una de ellas el sueño de onda lenta y la consolidación, la facilitación de que se memorice información adquirida durante el día”, explica la investigadora María Victoria Sánchez Vives del Instituto Biomédicas (IDIBAPS) en Inquietamente.

“Mientras dormimos nuestro cuerpo descansa y nuestro cerebro se activa de una forma diferente. Durante ese sueño se hacen miles de cosas: grabar cosas nuevas, borrar algunas antiguas, uno fija la memoria. El cerebro necesita dormir las ideas, dormir los aprendizajes para lavarlos bien”, añade Luis Domínguez Ortega, doctor de la Unidad del sueño de la Clínica Ruber.