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Turismo Rural: Agrosfera

Ubide: Un bosque encantado a la sombra del Gorbea

  • Ubide es el pueblo más alto y húmedo de Vizcaya donde llueve dos de cada tres días
  • Por él, pasa un antiguo camino que fue utilizado de estraperlo durante la guerra de los 80 años

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Vista general de Ubide
Vista general de Ubide

Justo en la frontera entre Vizcaya y Álava, el monte Gorbea se alza hasta alcanzar la cota de los 1.481 metros. Sus faldas, suaves y graduales, se desparraman a ambos lados de la divisoria salvando progresivamente la altura hasta las cotas intermedias de los puertos de montaña. Extensiones inclinadas que se extienden durante kilómetros y kilómetros recogiendo las generosas precipitaciones (las más elevadas en la vertiente Vizcaína), dando lugar a frondosos hayedos y robledales que cubren la práctica totalidad del parque natural al que este promontorio da nombre.

Estas precipitaciones discurren a lo largo y ancho de estas faldas, filtrándose en el terreno kárstico y formando arroyos y cascadas hasta alcanzar el fondo de los valles, donde se acumulan formando ríos de generosos caudales. Fue en la intersección de dos de estos ríos, el Zubizabal y el Gorbea, donde en el siglo XV algunos señores pudientes de la zona vieron la posibilidad de aprovechar este aporte hídrico para construir ferrerías que pudiesen rentabilizar el empuje de estas aguas para hacer funcionar sus molinos.

Fue así como se creó Ubide o ‘Ubidea’ en euskera, que a comienzos del siglo XV era poco más que un pequeño cúmulo de edificaciones menores (ferrerías y las casas de quienes las trabajaban). Una pequeña localidad que, no obstante, creció rápido aupado por la próspera actividad económica. Sin embargo, dicho crecimiento se vio frenado por la política fiscal de la zona, y es que, al no contar con una iglesia con pila bautismal propia, Ubide fue durante muchos años nada más que un barrio de la anteiglesia de Ceánuri, villa de la que dista poco más de 10 kilómetros y a la cual debía remitir los diezmos.

No fue hasta el siglo XVI que los dueños de las ferrerías de Ubide, tras muchos rifirrafes con sus vecinos de Ceánuri, consiguieron el permiso para instalar su propia pila bautismal en su parroquia de San Juan Bautista, consiguiendo su independencia, y pudiendo redirigir sus diezmos hacia su propio beneficio.

Camino de Flandes

La proximidad de Ubide al camino real fue otro de los motivos de su rápida y próspera expansión. Con la llegada de la Guerra de los 80 años en Flandes, los puertos de Vizcaya adquirieron una posición estratégica para el avituallamiento de los tercios y la llegada de mercancías a la península. Una vez los barcos atracaban, las mercancías debían ser transportadas hasta Madrid, para lo cual debían atravesar los montes vascos hacia la meseta castellana. El camino real pasaba unos pocos kilómetros al este de Ubide, justo donde actualmente reposan las aguas del embalse de Urrunaga. Sin embargo, los comerciantes de la época pronto descubrieron rutas secundarias para evitar los impuestos.

Apenas veinte años después del inicio del conflicto, el camino de Ubide ya se había convertido en uno de los puntos de estraperlo más prósperos de la península. Tanto fue así que el ayuntamiento de Cenáuri se vio obligado a trasladar a un "fiel" (una suerte de contabilizador de impuestos medieval) para establecer una pequeña oficina en Ubide (fielato) para contabilizar las mercancías que pasaban por allí. Con el tiempo el camino de Ubide acabó teniendo una relevancia comercial similar al camino real.

Antigua calzada a su paso por Ubide cropper

Hayedos encantados

El trazado de este camino alternativo puede seguirse a día de hoy internándose en el Parque Natural de Gorbea, una vasta extensión de 20.000 hectáreas, en su mayoría cubiertas de hayedos y robledales, donde cientos de senderos naturales concurren y se internan en su espesura. De entre todas estas arboledas quizá la más famosa sea el hayedo de Otzarreta, un espacio natural de fácil acceso repleto de hayedos trasmochos, es decir, hayedos podados regularmente cada dos años para obtener leña para las carboneras. El resultado final son estos relieves nudosos tan característicos que atraen cada año a miles de turistas.

El Parque Natural de Gorbea tiene mil o más senderos

"El Parque Natural de Gorbea tiene mil o más senderos tanto como para hacer rutas familiares como para hacer rutas más largas de dos o tres horas caminando o trotando", cuenta Eider Ajuriagerra, directora de Gorbeialde, una plataforma de desarrollo rural que aglutina a todos los municipios que rodean al parque natural. "Este hayedo lo tenemos gracias a nuestros antepasados, pero no es el único que tenemos en el parque natural, un rápido recorrido por Gorbea nos bastaría para encontrar al menos una decena más", explica Eider. Un entorno natural que fue conservado a lo largo de los años gracias al ganado, encargado durante siglos de limpiar los fondos boscosos de maleza.

Hayedos trasmochos en Otzarreta cropper

Dormir a 14 metros del suelo

Estas frondosas arboledas son también el lugar de singulares alojamientos rurales. Puede que a simple vista no puedan detectarse en mitad de la espesura, pero si uno presta la suficiente atención, a pocos metros de la carretera que nos lleva hasta Ubide podemos encontrar las cabañas de Zuhait-Etxeak, un complejo hotelero compuesto por 9 cabañas colgadas y amarradas a los árboles.

“Nuestra cabaña más alta está suspendida a 14 metros del suelo”

"Nuestra cabaña más alta está suspendida a 14 metros del suelo, es la cabaña Txantxangorria (petirrojo), pero contamos con mucha más variedad, cabañas con jacuzzi, con vista panorámica de 180º etc.", cuenta María Torres, gerente del complejo. Y añade: "Es un alojamiento muy demandado por nuestra filosofía de integración con la naturaleza, aquí siempre decimos que tenemos que cuidarlo todo para que todo te cuide a ti.

Unas cabañas dotadas de un simple, pero efectivo sistema de oleas que permite a los huéspedes permanecer avituallados sin descender de la estructura. "Nuestros huéspedes simplemente se levantan por la mañana y al asomarse por la ventana se encuentran una cesta amarrada al final de la cuerda. Tirando de la polea pueden subirla hasta arriba, en ella está el desayuno recién preparado" detalla María.

Una de las cabañas del complejo cropper

Un queso olímpico

Las faldas del Gorbea han sido también un lugar idóneo para la ganadería extensiva de oveja Lacha, de cuya leche se produce casi exclusivamente el queso denominación de origen Idiazábal. No muy lejos de Ubide encontramos una de las queserías más especiales de la zona, ya que está regentada por Maider Unda, exluchadora olímpica ganadora de un bronce en los Juegos Olímpicos de Londres de 2012 que, tras retirarse en 2014, decidió volver al hogar y heredar el negocio de sus padres.

El proceso de la oveja no puede entenderse como un oficio, sino como un modo de vida

"Realmente nunca abandoné totalmente la granja, durante muchos años tuve que compatibilizar mi carrera deportiva con ella, pero nunca me fui del todo", explica Maider. "Yo he conocido animales en casa desde que era muy pequeña y siempre he llevado este modo de vida muy dentro de mí, porque el proceso de la oveja y el queso no puede entenderse solo como un oficio para ganarse un sueldo, solo puede entenderse como un modo de vida", añade.

Maider Unda paseando a su rebaño cropper