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¿Existe una injusticia medioambiental?

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Leticia Romero

Algunos estudios hablan de que nos hallamos ante una pandemia de contaminación ambiental y que podría acortar nuestra vida hasta 3 años. En torno a un 90% de los científicos confirman que existe un cambio climático y que los culpables somos nosotros, los humanos. Pero, ¿quiénes lo sufrirán más? ¿Sabías que el cambio climático puede hacer que una gran parte de la población sea estéril? No, este no es un capítulo más de Black Mirror o del Cuento de la criada, es la pura realidad.

Aunque Trump dijo que esto era un cuento chino, los contaminantes existen y perjudican seriamente a nuestra salud. Entre ellos, los que causan con mayor evidencia problemas de salud pública son las partículas (PM), el ozono (O3), el dióxido de nitrógeno (NO2) y el dióxido de azufre (SO2). ¿Por qué aún existen personas que lo niegan? Hablamos con Carlota Armillas, ingeniera en diseño industrial especializada en desarrollo sostenible y becaria Gates Cambridge 2019, sobre el cambio climático, sus causas, efectos (los futuros y los que ya se están observando), y por supuesto, las posibles soluciones. ¿Qué podemos hacer cada uno de nosotros para frenar o ralentizar el cambio climático?

P: ¿Qué le dirías a los negacionistas del cambio climático?

R: Esta pregunta es complicada de responder, porque primero implica entender por qué hay personas que niegan el cambio climático. Hay numerosas evidencias científicas que demuestran que estamos viviendo un cambio climático, y que el origen del cambio somos los humanos. Además, el 97% de la comunidad científica en el área climática está de acuerdo con esto. ¿Por qué entonces hay personas que lo niegan?

En muchos casos, los negacionistas son personas que no contrastan las fake news sobre temas de clima, que creen que el cambio climático es una conspiración, o que no tiene origen humano. Por eso, intentar convencerlas con datos científicos puede que no sea efectivo. En su lugar, se está hablando mucho de convencerlas con valores y mensajes más personales, que ayuden a estas personas a ver algo positivo y de su interés en la lucha contra el cambio climático. Así, yo haría un énfasis en los beneficios que la acción climática va a traernos a todos: desarrollo económico y científico, mejor calidad de vida, mejor salud para nosotros, nuestros hijos y nietos, innovación y nuevas tecnologías, conservación de patrimonio histórico, cultural y natural, etc. No obstante, también hay otros tipos de negacionistas. Por ejemplo, hay algunas personas que no quieren creer en el cambio climático porque las medidas de transición sostenible que hace falta tomar perjudican a su negocio (mayores costes, o el cierre). En ese caso, pienso que es importante dar apoyo e impulso desde las políticas y organismos públicos para ayudarles a transitar hacia un modelo de negocio sostenible que esté alineado con el Acuerdo de París.

P: ¿Hacen falta más figuras como Greta Thunberg para concienciarnos de que es un problema que ya está aquí?

R: Greta ha conseguido movilizar a mucha gente, especialmente gente joven, y conseguir que se hable de la necesidad de frenar el cambio climático. Por eso, me parecería genial si tuviésemos otras ‘Gretas’ que ayuden a concienciar. Sin embargo, también hay que reconocer que, a veces, las formas o el estilo de Greta no han conseguido convencer a muchas personas. Por eso, creo que necesitamos más activistas climáticos que consigan llegar y concienciar a un público más variado, o a un público más reticente a cambiar su estilo de vida actual por un estilo de vida sostenible.

P: Según la OMS, la mala calidad del aire podría causar en todo el mundo más de 6,5 millones de muertes al año. Más del 90% de la población mundial respira aire contaminado. ¿Qué enfermedades nos está provocando la contaminación?

R: Hay varias enfermedades que se han podido relacionar con la contaminación, como bronquitis, asma, cáncer de pulmón, derrames cerebrales, hiper tensión, aterosclerosis, alzheimer…

P: Todavía no hemos alcanzado el pico, pero cuando llegue, ¿sólo podrán huir las personas con un mayor poder adquisitivo o ni siquiera ellas?

Como cuenta David Attenborough en su último documental “Una vida en nuestro planeta”, todo en nuestro querido planeta Tierra está interconectado. Nuestra contaminación repercute en los sistemas marinos, en la biodiversidad… y si algo de esto falla, la consecuencia negativa vuelve hacia nosotros como un boomerang. Si no hay suficiente comida, la temperatura es demasiado alta para vivir, se desatan los desastres naturales, nos quedamos sin aire limpio para respirar… En definitiva, si el planeta se vuelve inhabitable, ¿quién sabe quién conseguirá sobrevivir? Yo aún no sé responder a esa pregunta. Por eso creo que es mejor comenzar a solucionar el problema desde ya para evitar vernos en esa situación. Mirando más a corto plazo, sí es cierto que si por ejemplo el nivel del mar crece hasta inundar ciudades (como está previsto si no se hace nada para reverter el desastre climático) y hay personas que pierden sus casas y empleos, lógicamente quien tenga más recursos va a tenerlo más fácil para subsistir.

P: A nivel individual, ¿Qué podemos hacer cada uno desde nuestras casas?

R: Desde casa podemos hacer muchas cosas. Para mí, todo empieza con cambiar nuestros hábitos de consumo. Todo este cambio de mentalidad y de nuestra demanda puede tener un gran impacto que llegue a influenciar a los fabricantes o a las políticas públicas. Por ejemplo, pequeñas cositas que podemos hacer son: no comprar cosas que en realidad no necesitemos, comprar más cosas de segunda mano (ropa, muebles, móviles…), consumir más productos locales en vez de productos que vengan de lejos (como los famosos Made in China), evitar los envases de plástico, evitar productos desechables, reutilizar y reciclar todo lo que pueda ser reutilizado y reciclado (como ropa o envases), no consumir productos con aceite de palma (cuyo cultivo conlleva la desforestación de selvas vírgenes), comer menos carne (especialmente vacuna) y que no provenga de ganadería intensiva, y un largo etc… Aún hay más acciones que no son tan evidentes, pero sí muy fáciles. Por ejemplo, Greenpeace dice que cada búsqueda que hacemos en Google emite 0.2 gramos de CO2 al ambiente, debido al consumo de electricidad de los servidores. Para evitar esto, podemos usar el buscador Ecosia, que planta árboles para compensar las emisiones de carbono. Y ya quizás también dependiendo de las circunstancias de cada uno, se puede viajar más en tren y menos en coche o avión, usar transporte público, instalar placas solares (aquel que pueda), etc.

P: De los siete millones de personas que cada año mueren por causa del aire contaminado, 90 % son de países de bajos y medios ingresos. ¿Existe una injusticia medioambiental?

R: Escucho esta pregunta y se me vienen a la cabeza las imágenes de niños buscando algún material útil en los vertederos en Ghana, llenos de residuos electrónicos generados en Europa. Para la población en muchos de estos países es muy difícil acceder a atención sanitaria, y ya ni hablemos de acceder tecnologías limpias. A nivel mundial, más del 40% de personas ni siquiera tienen acceso a alguna tecnología para cocinar que no emita gases contaminantes, es como intoxicarse en casa. También es preocupante la falta de datos sobre contaminación ambiental, que no ayuda a evaluar el problema de forma precisa. Claro que existe una injusticia medioambiental, y es importante abrir los ojos ante el problema, tener empatía y buscar soluciones conjuntamente. El desarrollo sostenible no se consigue mientras existan estas desigualdades.

P: ¿Se están acatando las medidas de reducción de emisiones que se piden a nivel mundial? ¿Qué países las incumplen?

Esta pregunta es quizás demasiado compleja como para dar una respuesta rápida. Teóricamente, los países firmantes del Acuerdo de París deben limitar el cambio climático a 2ºC como máximo respecto a niveles pre-industriales, si no es posible para ellos limitarlo a 1,5ºC que sería lo más ideal (y aún así con consecuencias ambientales indeseables). Pero no todos los países han ratificado el Acuerdo de París, e incluso se está viendo que muchos de los países que sí lo han ratificado aún necesitan hacer más esfuerzos para alcanzar el objetivo, como Estados Unidos, México o Brasil. También dentro de la Unión Europea, que tiene el objetivo de ser neutra en carbono para 2050 y ya ha elaborado diversas políticas públicas y medidas, hay algunos países como Polonia o Hungría que han mostrado más reticencias a la hora de firmar los acuerdos para la transición ecológica (el llamado ‘Plan Verde’ de la UE).