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Celia Cruz, máximo exponente de la música tropical

  • El 16 de julio de 2003 nos dejaba esta prodigiosa de la música
  • Nos sumergimos en este icono gracias al Archivo Sonoro de RNE
  • Hacemos un repaso por su vida, sus canciones y algunas de las entrevistas que concedió a RNE

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Celia Cruz durante uno de sus conciertos - Ver ahora
Celia Cruz durante uno de sus conciertos | EFE

La primera vez que Celia Cruz vino a nuestro país fue en los 70. Su propósito al hacerlo era el de tratar de triunfar en España pero, caprichos del destino, no lo consiguió hasta años más tarde. La salsa tardó en entrar en los hogares españoles más de lo que a ella le hubiera gustado y Machín era lo más conocido de ese género musical por aquel entonces en las radios de aquí. Así que esperó paciente recorriendo el resto del mundo, y regalando su música a quienes sí sabían apreciarla. De momento nosotros ponemos ritmo a este recorrido a través de su vida, sus logros y, por supuesto, sus canciones:

Ciudadana del mundo

La música llegó a su vida a una edad temprana. Le gustaba cantar y desde muy pequeña así lo hizo saber en su casa. Su madre Catalina, su gran apoyo en esta época, la animó con ímpetu a luchar por su sueño pero Simón, su padre, fogonero de ferrocarril de profesión, le recomendó estudiar una carrera y luego que fuese lo que tuviera que ser. De esta manera y cumpliendo con los deseos paternos se apuntó a la carrera de magisterio para ser maestra de profesión. Por aquí te dejamos la entrevista completa que le hicieron en el programa Edición de tarde y al que acudió ataviada de color rojo de los pies a la cabeza: "Estoy de rojo tomate, a mí este color me aviva mucho".

Sin embargo, la vida tenía otros planes para Celia. Mujer de memoria prodigiosa recordaba en una entrevista concedida a estos micrófonos aquel 15 de julio de 1960 cuando se marchó de Cuba. Pocos años después su madre murió de cáncer, algo que ambas sabían que sucedería más pronto que tarde: "Cuando me marché y empecé a ganar dinero yo le mandaba caprichos a mi madre, estoy feliz por haberle dado esa satisfacción", aseguraba Celia Cruz.

A partir de este acontecimiento que marcó su vida jamás volvió a la tierra que la vio crecer y entonar sus primeras estrofas. Cuando salió de Cuba se fue directa a México, y durante los años posteriores vivió en Los Ángeles, California y Nueva York que fue su tercer y último destino. Aunque entre medias de este periplo viajero también vivió en Nueva Jersey: "El calor me hace daño, así que me encanta vivir en Nueva York. ¿Qué ciudad en el mundo no es peligrosa? y te lo digo yo que he estado en todo el mundo".

Celia Cruz no para nunca

Celia fue una mujer activa, aventurera, trabajadora y perseguidora de su sueño: triunfar en la música, su vida. Y lo consiguió, de manera que su intención era seguir sobre los escenarios hasta que la muerte la alcanzara: "Yo me voy a parar cuando Dios quiera, voy a vivir mi carrera hasta el final, quiero morir en el escenario. Creo que eso es muy bonito, morir haciendo lo que a uno le gusta", aseguraba en el programa Audios para recordar de Radio 5.

Además, era una mujer coqueta, le gustaba ir bien arreglada, buena prueba de ello era la gran cantidad de pares de zapatos que tenía en su ropero: "Yo me hacía muchos zapatos, unos cincuenta, me hago zapatos blancos para poder pintarlos. Me encantan". Pero los zapatos no eran su única pasión. Le gustaba viajar, conocer gente y compartir tiempo de calidad con los suyos. En especial con su marido al que conoció en el primer grupo al que perteneció llamado: Sonora Batancera. Era uno de los dos trompetistas que acompañaba su voz y respondía al nombre de Pedro Knight: "Se convirtió en mi representante artístico, y ahora es mi director artístico, mi marido, mi compañero, mi tesorero, Pedro es todo".

En nuestro país contaba con una amistad de categoría, la de Lola Flores. En aquel momento Lola salía en películas, cantaba y era reconocida en todo el globo terráquero: "Ella me decía que yo era la niña de los peines cubana. Le estoy muy agradecida. La hemos querido mucho, no le podía decir que no a nada. Fue mi hermana, mi amiga", relataba la artista.

Descubrimos el origen de: ¡Azúcar!

Muchos de nosotros hemos entonado alguna vez esa palabra imitando a la gran Celia Cruz, incluso ha sido utilizada en algunos espacios publicitarios pero la realidad de por qué empezó a utilizarla nos la relataba la propia artista: "Yo estaba en Miami en un restaurante cubano y cuando el camarero me preguntó si quería el café con azúcar o sin azúcar yo le dije: bueno ya sabes qué fuerte es el café de los cubanos así que: ¡Con azúcar chico!", lo que acabó siendo como ella misma dijo su "grito de guerra".

Al ritmo de "No hay que llorar que la vida es un carnaval" recordaban nuestros compañeros de Cinco pistas a la gran diva cubana. Celia aprendió a cantar arrullando a sus hermanos y primos y recordamos que aunque finalmente estudió magisterio para darle el gusto a su padre, lo que para ella suponía en realidad era el peaje para entrar en el Conservatorio Nacional de Música de Cuba. Nos lo contaban en Cinco pistas de Radio 5:

Un pastel, su primer premio

La gran Celia Cruz dedicó varias entrevistas a RNE, por ello hemos recogido algunos de los testimonios que nos dejó como homenaje al aniversario de su muerte: "Empecé a cantar cuando estaba en la escuela. Mi primer premio fue un pastel y el siguiente una cadenita de plata. Cuando mi madre murió yo hubiera vuelto pero no se me permitía entonces y ya no quiero ir. Yo con Pedro me acuesto hablando y me levanto hablando. Con comunicación no tiene por qué acabarse el amor. Hay que tener fe porque todo llega". En la noche en vela recogían algunas de sus frases más icónicas.

Mujeres: Celia Cruz, la historia de la reina de la salsa - Escuchar ahora

La reina de la guaracha

Para despedir a la icónica Úrsula Hilaria Celia de la Caridad de la Santísima Trinidad Cruz Alfonso, pues os desvelamos que este es su nombre completo, hemos recuperado un programa de La pachanga que le dedicaban a esta estrella cubana.

Una mujer que nos dejaba hace 18 años tras dar 77 vueltas al Sol. Que vivió pensando en volver a pisar su querida Cuba, que pasó por este mundo cumpliendo su sueño y que nos regaló canciones para alimentar el alma.