Robe y Extremoduro: los himnos "transgresivos" con los que hizo historia del rock español
- El músico de Plasencia Robe Iniesta ha muerto este miércoles 10 de diciembre
- Hace un año había sido diagnosticado con tromboembolismo pulmonar
Este miércoles diez de diciembre ha fallecido Robe Iniesta, el que fuera líder de Extremoduro, a los 63 años. La funesta noticia resuena si cabe aún más fuerte con la muerte solo un día antes de Jorge Ilegal.
En esta semana 'horribilis' para el rock español solo queda recordar lo inmortal de los himnos intergeneracionales que compuso el músico de Plasencia y que le llevó a ser el rockero más popular de los últimos treinta años en España. Vamos a ir en orden cronológico con esta pequeña selección de homenaje.
"Jesucristo García"
"Jesucristo García" es una de las canciones emblema de Extremoduro, conocida por su enfoque crudo y confesional sobre la autodestrucción y la fe perdida. Con ese arpegio pespunteado por un cortante solo en el que Robe chorrea sin parar frases potentísimas como cuando se produce el mítico cambio y canta: "Soy Evaristo, el rey de la baraja. Vivo entre rejas, antes era chapista. Los mercaderes ocuparon mi templo. Y me aplicaron ley antiterrorista". Inicialmente salió en su disco debut de 1989 titulado Tú en tu casa, nosotros en la hoguera y que luego se retituló como Rock transgresivo.
"Ama, ama, ama y ensancha el alma"
Una de las canciones más notorias de los inicios del grupo. Salió en el tercer disco de Extremoduro, Deltoya (1992), y la letra, de manera singular a lo habitual, no es de Robe, sino del poeta Manolo Chinato. No sería la última colaboración conjunta, ahí está, por ejemplo, el álbum de Extrechinato y Tú, junto a Fito Cabrales e Iñaki 'Uoho' Antón, además de Iniesta, para musicar sus versos.
"Pepe Botika (¿Dónde están mis amigos?")
“Pepe Botika (¿Dónde están mis amigos?)”, otro de sus clásicos de su primera etapa, forma parte del álbum ¿Dónde Están Mis Amigos?, publicado en 1993, el cuarto disco de Extremoduro. La canción relata la historia de un traficante llamado Pepe Botika y sus colegas, muchos de ellos presos en distintas cárceles, y denuncia la injusticia de quienes quedaron “fuera” del mundo libre. Cuenta con la colaboración de Fernando Madina, de Reincidentes.
"Pedrá"
Aquí hablamos de una canción que es un disco entero, de casi media hora. Su lanzamiento fue retrasado varios años hasta 1995 por su carácter experimental, pues solo DRO accedió a publicárselo. Cuando hablamos de que Robe gustaba de ir por libre hablamos por cosas como esta, en los inicios de su carrera, cuando aún no era el capitán general en el que se convirtió después, y se empeño en lanzar una rara avis aunque a la vez bien podría fraccionarse en canciones separadas.
"So payaso"
Perteneciente a Agila (1996), Extremoduro publicó con ella uno de sus grandes hits sino el mayor. El que el político de turno si le preguntan a bocajarro diría que es su favorita. Una canción que ha sonado en radios y bares durante casi 30 años, quizá también su tema más popular, en el alambre de lo sobadísimo, con aquel "hago casas de cartón, ayer bebí hasta jurar, pero hoy no me levanta ni Dios. A ver qué me dice después. So payaso", y con una incorporación de secciones de viento y un piano jazzero que le dan una gran sofisticación a este ejercicio de poético rock callejero triunfal.
"Salir"
Seguimos con otro ningún descubrimiento, un superhimno que ha sonado de fiesta y en verbenas durante las últimas décadas sin parar en nuestro país. Una oda al festejo desbocado que abría su disco Canciones prohibidas, de 1998, con aquel estribillo que el ministerio de Sanidad comandado por Monica García jamás secundaría de "Salir, beber, el rollo de siempre, meterme mil rayas, hablar con la gente y llegar a la cama y... ¡joder, que guarrada! sin ti Y al día siguiente...".
"La vereda de la puerta de atrás"
“La vereda de la puerta de atrás”, incluida en el álbum Yo, minoría absoluta de 2002, de portada icónica con Robe a lo Jesucristo condenado pero con dos pistolas, combina una atmósfera melancólica y reflexiva con una letra que que aborda la espera, la nostalgia y la búsqueda de conexión en un estilo típicamente iniestano, donde la poesía cruda se entrelaza con el rock y siempre de manera pegadiza, sabiendo armar estribillos indelebles.
"Guerrero"
De su álbum debut en solitario, Lo que aletea en nuestras cabezas (2015), encontramos a un músico en un registro diferente a Extremoduro aunque con su reconocible personalidad. Una canción inspiradora y emocionante, con arreglos sutiles y juguetones, que casi parecen del grupo Beirut, en una veta que casi le podría acercar también a un Joaquín Sabina colorido, por su voz rasposa también, aunque con un crescendo en el que hay palm mute en la guitarra para que no nos olvidemos de donde venimos.
"Nada que perder"
“Nada que perder”, publicada en 2023 como adelanto del álbum Se nos lleva el aire, marcó el regreso de Robe con un sonido que recuperaba tonalidades clásicas de intensidad, rock y desgarro poético. La letra aborda el desencanto, la conciencia del fracaso y la aceptación de la vida con arreglos de cuerda y la esperanza del amor como redención ante la oscuridad. Es su canción más escuchada en Spotify en solitario, con casi 20 millones de reproducciones, y dura nada menos que seis minutos. Una vez más, Robe a su bola y arreglándoselas para salir airoso comercialmente a través de la emotividad que la impulsa y por tanto a los oyentes con ella.