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Cien años de la muerte de Pablo Iglesias, el gran referente del socialismo español y líder del movimiento obrero

  • Fundador del PSOE y de UGT, dedicó su vida a mejorar las condiciones de la clase obrera
  • Sus ideas le llevaron a la cárcel varias veces pero su legado permanece imborrable en la historia
Cien años de la muerte de Pablo Iglesias, el gran referente del socialismo español y líder del movimiento obrero
Pablo Iglesias, fundador del PSOE y de UGT, posa en su casa de la calle Ferraz, en Madrid. EFE
ROCÍO GIL GRANDE

"¡Ha muerto Pablo Iglesias!". Con este titular, a cuatro columnas, 'El socialista' anunciaba hace exactamente cien años la muerte del que fuera su fundador, fundador también del PSOE y del sindicato UGT, a los 75 años. Acababa entonces la vida del que es el gran referente del socialismo español y un líder indiscutible del movimiento obrero. Un hombre que sufrió en sus carnes las consecuencias de la miseria y la pobreza y que luchó por la reducción de la jornada laboral a ocho horas. Sus ideas le llevaron a la cárcel en varias ocasiones y hoy se le conmemora como una figura clave de la historia y el sindicalismo español.

Iglesias nació en 1850 sin que le acompañara la suerte, en una familia humilde de Ferrol (A Coruña) que sobrevivía como podía. El pequeño 'Paulino', como le llamaban en casa, tuvo que mudarse con nueve años a Madrid con su madre, Juana, y su hermano pequeño Manuel después de morir su padre y tras haber perdido a una hermana de escarlatina. Las cosas no fueron mucho mejor en la capital, donde habían intentado refugiarse con un pariente, que también falleció.

El bajísimo salario de Juana como criada no daba para mantener a la familia, como tampoco las limosnas que se vio obligada a pedir, y Pablo Iglesias y su hermano acabaron ingresados en el Hospicio de San Fernando. Allí pasaron hambre y frío y unas condiciones que perjudicaron seriamente la salud de ambos, y Manuel acabaría muriendo más tarde de tuberculosis. Una vez más, precariedad y muerte ligadas de la mano.

En el hospicio, Pablo iglesias enfocó su formación hacia la tipografía, en plena revolución industrial que, ante las duras condiciones laborales y de vida, impulsó el movimiento obrero. Empezó a trabajar en varias imprentas tras abandonar el centro a los 12 años y pronto comenzó a asistir a varios congresos y eventos del socialismo internacional. Ingresó en 1870 en la sección de tipógrafos de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) y acabó siendo poco después elegido miembro del Consejo Federal de Madrid. Esta organización impulsó definitivamente su carrera sindical y periodística.

Pablo Iglesias, en su casa de la calle de Ferraz (Madrid)

Pablo Iglesias, en su casa de la calle de Ferraz (Madrid) EFE

Reunión clandestina en una taberna: así nació el PSOE

En 1874 fue elegido presidente de la Asociación del Arte de Imprimir (considerada precursora de UGT), desde donde preparará la creación del Partido Socialista. Lo acabó fundando en la clandestinidad el 2 de mayo de 1879, acompañado por 25 compañeros, la mayoría de ellos tipógrafos, en la taberna Casa Labra de la madrileña Calle Tetuán.

La primera de las reiteradas veces en que acabó en prisión fue en 1882 por la huelga de tipógrafos madrileños y, la última, cuando tenía ya 60 años por llamar a la huelga general. Entremedias, fundó y dirigió el periódico 'El Socialista', que sigue siendo hoy en día el medio divulgador del ideario del PSOE y está dirigido principalmente a la militancia del mismo.

La UGT y la lucha por la reducción de la jornada laboral

El otro gran hito que se atribuye a Iglesias, tras fundar el PSOE, es que hiciera lo mismo con la Unión General de Trabajadores (UGT) en 1888 en Barcelona, durante un congreso obrero que tuvo lugar en el Teatro Jovellanos coincidiendo con la celebración de la Exposición Universal de Barcelona. Iglesias fue nombrado presidente un año más tarde y mantuvo el cargo hasta su muerte.

La UGT se consolidó como la primera gran organización sindical de corte socialista en España, pese a que su origen estuvo ligado al marxismo, y centró sus esfuerzos en grandes reivindicaciones obreras como la reducción de la jornada laboral a ocho horas.

Precisamente, Iglesias colaboró en la organización y encabezó la manifestación histórica del Primero de Mayo de 1890, a grito de "ocho horas de trabajo, ocho horas de ocio y ocho horas de descanso". Luego, entregó al gobierno de Práxedes Mateo Sagasta esta las reformas legislativas que pedían los obreros para esta y otras cuestiones. Sin embargo, la reducción no llegó a aprobarse definitivamente hasta 1919, tras una huelga de 44 días en Barcelona, por vía del real decreto del gobierno de Álvaro de Figueroa, lo que le costó el propio ejecutivo a quien también fuera conde de Romanones.

Primer diputado del PSOE en el Congreso

El primer cargo político le llegó a Iglesias en 1905, cuando fue elegido por primera vez concejal del Ayuntamiento de Madrid. Y su salto al Congreso de los Diputados llegó en 1910, un momento histórico para el PSOE, que lograba por primera vez y con 40.899 votos y un único escaño representación parlamentaria. Los socialistas se presentaron en coalición con los republicanos (que obtuvieron una representación mucho mayor), pese a que Iglesias había sido reacio a ligarse a partidos que consideraba burgueses y era partidario de mantener la esencia pura del socialismo, pero acabó cediendo ante la coyuntura del momento.

Pablo Iglesias, cuando fue elegido diputado en el Congreso

Pablo Iglesias, cuando fue elegido diputado en el Congreso EFE

Entremedias, inauguró en Madrid en 1908 la primera Casa del Pueblo, un lugar en que los obreros recibían formación, cultura y cuidados. Esta Casa del Pueblo sirvió de gran centro neurálgico del socialismo español y de sede tanto para el PSOE como para la UGT.

Iglesias permaneció 13 años como diputado en el Congreso, hasta 1923. Entre 1920 y 1921, vio cómo su partido se fragmentaba cuando dos grupos comunistas del PSOE, partidarios de adherirse a la tercera Internacional Comunista, acabaron conformando el Partido Comunista de España.

También en 1921, ya en lo personal, Iglesias se casó ya hacia el final de su vida y por lo civil con Amparo Meliá, que tenía un hijo de una relación anterior (al que prácticamente había adoptado) y con la que había mantenido una relación de casi tres décadas.

Falleció el 9 de diciembre de 1925 en su casa de la madrileña sede de Ferraz, que hoy alberga la sede del Partido Socialista. Su cuerpo, embalsamado, fue expuesto en la capilla de la Casa del Pueblo de Madrid, a la que unas alrededor de 200.000 personas según los medios de la época acudieron para despedirse en el funeral en lo que la prensa recogió como la mayor manifestación de duelo vista en la capital hasta ese momento.

El cuerpo embalsamado de Pablo Iglesias, durante su funeral

El cuerpo embalsamado de Pablo Iglesias, durante su funeral EFE

Fue todo un homenaje a la vida del que fuera, en palabras del filósofo José Ortega y Gasset, "un santo laico". Un hombre que no tuvo la oportunidad de formarse académicamente en su juventud pero que luchó por hacer llegar la educación, la cultura y las oportunidades al pueblo más necesitado y que deja tras de sí miles de artículos periodísticos en diversos medios de España y el extranjero como La Guerra (un alegato al pacifismo y denuncia de cómo los conflictos afectan a la clase obrera), o El proletario vencerá.

Mausoleo donde descansan los restos mortales del fundador del PSOE y UGT, Pablo Iglesias

Mausoleo donde descansan los restos mortales del fundador del PSOE y UGT, Pablo Iglesias EFE

Sus restos mortales descansan en el Mausoleo de Pablo Iglesias del Cementerio Civil de Madrid, que a día de hoy sigue recibiendo visitas y donde se sigue conmemorando el aniversario de su muerte y celebrando su vida.