Dimite el presidente de la empresa gestora de los funiculares de Lisboa tras el informe que reveló irregularidades
- El informe señaló que el cable del funicular de Lisboa no cumplía la normativa y expuso falsas tareas de mantenimiento
- El accidente provocó en septiembre la muerte de 16 personas, en su mayoría turistas
El presidente de Carris, la empresa que gestiona los funiculares de Lisboa, ha dimitido este miércoles tras la publicación de un informe técnico en el que se detallan varias irregularidades en el funcionamiento del Ascensor de Gloria, en el que 16 personas perdieron la vida el pasado 3 de septiembre.
Así lo ha anunciado en un comunicado el Ayuntamiento de Lisboa, que ha indicado que los demás miembros del Consejo de Administración de la Companhia Carris de Ferro de Lisboa (CCFL) también han presentado su renuncia.
El alcalde de la capital, el conservador Carlos Moedas, ha recibido la renuncia del presidente de Carris, Pedro de Brito Bogas, en una reunión. Después, Moedas ha destacado en un comunicado "la forma profesional y valiente con la que, en el momento más difícil del mandato, tras el trágico accidente del Elevador da Glória, el actual Consejo de Administración defendió los intereses de la empresa".
Por otro lado, el Consistorio ha considerado que es "fundamental" nombrar un nuevo consejo de Administración. Moedas ha mostrado su preocupación por "querer restablecer lo antes posible la total confianza y credibilidad de una empresa fundamental para la ciudad de Lisboa".
El informe preliminar expuso que el cable roto no cumplía con la normativa
Este lunes un informe preliminar, publicado por el Gabinete de Prevención e Investigación de Accidentes de Aeronaves y Accidentes Ferroviarios (GPIAAF), expuso que el cable que se rompió durante el siniestro no cumplía con la normativa para el transporte de personas, ni con los requisitos de la empresa de transporte urbano. Asimismo, señaló que se habían llevado a cabo falsas tareas de mantenimiento por parte de la compañía encargada. "Hay pruebas de que las tareas de mantenimiento registradas como completadas no siempre se corresponden con las tareas realmente realizadas, así como de que las tareas críticas para la seguridad se ejecutan de forma no estandarizada, con parámetros de ejecución y validación dispares", exponía el texto.
Según el parte, el accidente se debió a la ruptura del cable, aunque señala que las causas de la rotura "deben determinarse" a lo largo de la investigación, que permanece abierta. Desde el año 2017, la empresa que gestiona los funiculares de Lisboa se encuentra bajo la tutela del Ayuntamiento.
Tras la difusión del informe, el alcalde de Lisboa reafirmó que el origen del accidente estuvo en causas "técnicas y no políticas". Con esta afirmación, Moedas denunció "la politización que algunos hicieron durante la campaña" de los comicios municipales, que terminó en su reelección como alcalde de Lisboa para los próximos cuatro años.
El Gobierno de Portugal admitió el martes que se había detectado una "laguna" en la inspección de los funiculares de Lisboa. Así, el ministro luso de Infraestructura y Vivienda, Miguel Pinto Luz, aseguró que el Gobierno detectó dicho vacío tras la tragedia y, en consecuencia, "ordenó" al Instituto de la Movilidad y de los Transportes (IMT) lanzar un proceso legislativo, que estará previsiblemente listo en unas semanas, para redefinir el procedimiento de supervisión de los funiculares.
"No puede haber un vacío, es un vacío que fue provocado por una directiva europea que se traspuso, en nuestra opinión de forma correcta, pero es un vacío que lleva desde hace mucho tiempo", afirmó Pinto Luz.
El siniestro causó la muerte de 16 personas
El descarrilamiento de uno de los vagones del turístico funicular de Lisboa el 3 de septiembre provocó la muerte de 16 personas y dejó más de 20 heridos. Las víctimas eran en su mayoría turistas de distintas nacionalidades. El tranvía en el que viajaban, que descendía desde el mirador de San Pedro de Alcántara, quedó completamente destrozado.
Tras el suceso, el presidente de Carris aseguró que el mantenimiento de estos vehículos está externalizado desde el año 2007. También señaló que el contrato con la empresa encargada del mantenimiento venció a finales de agosto, pero hubo un arreglo directo con ella para que siguiera con sus labores a la espera de que se convoque un concurso. De Brito Borgas afirmó que las inspecciones periódicas se habían mantenido hasta aquel momento "sin ningún fallo".
El funicular siniestrado es para muchos turistas una de las paradas obligatorias al visitar Lisboa. Inaugurado en 1885, el vehículo conecta la plaza de Restauradores con el Barrio Alto y el mirador de San Pedro de Alcántara, uno de los más famosos de la ciudad.
Además, es uno de los tres que circulan en el casco histórico, junto al de Bica y el de Lavra, instalados para ayudar a subir las empinadas calles de la capital lusa. Cada una de las dos cabinas con las que cuenta tiene capacidad para 22 personas sentadas y 20 de pie, según medios portugueses. El funicular hace un recorrido de 275 metros en dos minutos, a lo largo de la empinada Calzada de Gloria, que tiene una inclinación del 18%.