La Policía Nacional detiene a 12 personas por robar a mayores con el método del "abrazo cariñoso"
- Un juzgado madrileño ha decretado prisión provisional para los detenidos
- Los acusados se desplazaban a zonas rurales para robar a sus víctimas
La Policía Nacional ha detenido a 12 personas acusadas de robar a mayores con el método del “abrazo cariñoso” o “hurto amoroso”. Un juzgado de Madrid ha decretado prisión provisional para los detenidos, que elegían entornos rurales para robar a sus víctimas, según informa la Dirección General de la Policía.
Se les acusa de 41 delitos de hurtos y cuatro robos con violencia para hacerse con joyas y relojes que después enviaban a Rumanía, como parte de la organización a la que pertenecían. Se estima que el valor de lo robado supera los 200.000 euros.
La Policía inició la investigación en 2024
La investigación, iniciada a principios de 2024, ha estado dirigida por el Juzgado de Instrucción número 32 de Madrid y tutelada por la Fiscalía contra el crimen organizado de Madrid. Junto a la Policía Nacional han colaborado la policía rumana y la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial, EUROPOL por sus siglas en inglés.
Tras detectar que el clan familiar en el que operaban los 12 detenidos estaba en Madrid, y una vez identificados estos, se llevó a cabo una operación el pasado 4 de septiembre en la que se registraron 25 domicilios – dos en España y 23 en Rumanía –. Se cree que el grupo delinquía en las provincias de Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, Alicante, Granada y Murcia.
En total, los agentes han intervenido 26 relojes de marcas de lujo, múltiples joyas de oro, más de 22.900 euros, 1.850 libras, 7.150 leus rumanos, doce inmuebles y siete vehículos con valor de 190.000 euros, según un informe de la Policía Nacional de este jueves.
Operaban en entornos rurales
Los acusados se desplazaban a zonas rurales para robar a sus víctimas. Allí alquilaban viviendas desde las que distribuían y enviaban a dos miembros de las organización – un hombre y una mujer – para buscar personas a las que abordar.
En estas parejas criminales era el hombre quien se encargaba de conducir el vehículo, mientras que la mujer iniciaba la conversación con las potenciales víctimas. Con caricias y abrazos conseguía que las víctimas bajaran la guardia para robar sus objetos de valor y, acto seguido, se montaba en el vehículo y huía con su compañero.
Finalmente, otros miembros de la organización viajaban rápido a las ciudades en las que estaban los equipos criminales y recogían los objetos sustraídos. El objetivo final era enviarlos a Rumanía con servicios de paquetería ocultos entre los electrodomésticos. Una vez allí, eran recibidos por los líderes del grupo criminal.
De momento, los presuntos delincuentes ingresarán de manera provisional en prisión, a la espera de juicio.