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Reyes Rigo y otros cinco activistas españoles de las flotillas a Gaza retenidos por Israel llegan a Madrid

Reyes Rigo y los otros cinco miembros de la Flotilla a Gaza que permanecían retenidos por Israel llegan a Madrid
RTVE.es/AGENCIAS

Los seis últimos miembros españoles de la Flotilla a Gaza retenidos por Israel, incluida Reyes Rigo, han llegado este lunes a Madrid. Rigo, que había sido acusada de agredir a una guardia israelí, era la única integrante española de la Global Sumud Flotilla que permanecía bajo custodia de Israel tras su arresto el 1 de octubre.

El grupo de activistas ha llegado poco antes de las 9:00 horas y entre ellos se encontraba la mallorquina Rigo, que formaba parte de la primera misión, la Flotilla Global Sumud, y que quedó detenida acusada de morder a una funcionaria de la cárcel de Keziot, pero alcanzó un acuerdo con la Fiscalía para ser deportada a España, tras diez días de prisión, a cambio del pago de una multa de cerca de 2.600 euros.

Los demás españoles que han llegado este lunes a España formaban parte de la segunda misión, interceptada el día 8, la Flotilla Libertad-Thousands Madleens.

Los seis han llegado al aeropuerto de Barajas en un avión comercial de la compañía Iberia, que salió de madrugada desde la capital de Qatar, Doha. Han sido recibidos con aplausos por un grupo de personas que portaban banderas de Palestina y una pancarta pidiendo el fin de la ocupación y el "genocidio" en Gaza, entre los que se encontraban compañeros suyos de la primera flotilla, como la coordinadora de Podemos en Baleares, Lucía Muñoz.

A su salida por la Terminal 4 del aeropuerto madrileño Rigo se ha fundido en largos abrazos con familiares y compañeros de flotilla que la esperaban y ha mostrado su voluntad de volver a apoyar a la población gazatí.

Rigo denuncia el "secuestro" de Israel: "Nos llevaron a una cárcel para terroristas"

"Queremos denunciar al Estado genocida israelí que nos ha secuestrado en aguas internacionales y nos ha llevado a una cárcel para presos terroristas", ha manifestado. Igualmente, ha pedido al Gobierno español "que ponga una denuncia ante el Tribunal Internacional de Justicia y que denuncie este secuestro".

Preguntada por todo lo que han pasado tras ser interceptados por las autoridades israelíes ha dicho: "Nada comparado con lo que sufren nuestros hermanos palestinos; ahí hay mujeres, niños y hombres que están en cárceles de un Estado genocida y tenemos que poner el foco en ellos porque esto no va a parar". En este sentido ha invitado a participar "el día 15 en una huelga general y que todos salgan a la calle y todo el mundo se pare".

Las declaraciones de Reyes Rigo han ido acompañadas de cánticos de las personas que han recibido al grupo de activistas, con lemas como "Que viva la lucha del pueblo palestino" y "Viva Palestina libre".

Con la llegada de estos activistas a España ya no quedan en Israel españoles que embarcaron en flotillas. Algunos de los que han ido llegando con anterioridad tras ser interceptados por la Armada israelí en su ruta hacia Gaza, adonde afirmaban dirigirse en misión humanitaria, denunciaron que fueron maltratados durante su detención.

Esta nueva operación de retorno a España, igual que las anteriores, ha sido gestionada por el Ministerio de Asuntos Exteriores desde sus servicios centrales, la Embajada española y por el cónsul en Tel Aviv, "que han realizado un extraordinario trabajo", destacan desde el ministerio. De esta forma ya no quedan españoles de la flotilla retenidos en Israel.

Acuerdo con la Fiscalía

Rigo retorna así a España tras llegar a a un acuerdo con la Fiscalía para rebajar los cargos de los que se le acusaba. Según la concejala de Unidas Podemos en el Ayuntamiento de Palma, Lucía Muñoz, que también participó en la flotilla, el cónsul español informó a la familia de Rigo de que durante una vista celebrada este viernes se había alcanzado ese acuerdo con la Fiscalía y se había impuesto una multa a la activista.

Un tribunal de Beer Sheva había aceptado el acuerdo después de que Rigo se declarase culpable de haber provocado daño corporal y de asalto agravado a una guardia de la prisión en la que fue recluida.

Inicialmente, presentaron cargos contra ella por supuestamente haber mordido en la mano a una guardia y haberse negado a entrar en su celda, pero después esa acusación se rectificó alegando que lo que había hecho era clavar sus uñas en la funcionaria mientras se resistía.

En virtud del acuerdo, finalmente el tribunal la condenó a diez días de prisión (que ya ha cumplido) así como al pago de una multa de unos 2.650 euros y ordenó su deportación.

Durante su comparecencia ante el juez, Rigo denunció haber recibido malos tratos bajo custodia. "Nos golpearon, nos empujaron y el quinto día atacaron a mi amiga e intenté protegerla", relató, siempre según el diario israelí. "Me cogieron por la cabeza y se me cayeron las gafas", añadió, detallando que estuvo con otras trece mujeres en una celda con capacidad para cinco, no les dieron agua y recibieron comida "podrida".