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Sarah Mullally, primera mujer elegida arzobispa de Canterbury y líder espiritual de la Iglesia de Inglaterra

  • Mullally, que será oficialmente confirmada en el puesto el próximo enero, sustituirá a Justin Welby
  • El nombramiento supone un hito histórico tras los avances en la inclusión femenina en la Iglesia de Inglaterra
Sarah Mullally, primera mujer arzobispo de Canterbury y líder de la Iglesia anglicana, en una imagen de archivo
Sarah Mullally, primera mujer arzobispo de Canterbury y líder de la Iglesia anglicana, en una imagen de archivo REUTERS/Mina Kim/File Photo
RTVE.es/ AGENCIAS

La obispa Sarah Mullally ha sido elegida este viernes como la primera mujer en la historia en asumir los cargos de arzobispo de Canterbury, líder espiritual de la Iglesia de Inglaterra y primada de la comunión anglicana, que reúne a unos 95 millones de creyentes estimados en 165 países del mundo.

Tras su nombramiento, Mullally, de 63 años, ha destacado la "enorme responsabilidad" que asume al convertirse en la primera mujer en la historia en asumir dichos cargos y asegura que afronta esta misión con un sentimiento de "paz y confianza en que Dios" le guiará para liderar a una fe que reúne a unos 95 millones de creyentes estimados en 165 países del mundo.

"Al responder a la llamada de Cristo a este nuevo ministerio, lo hago con el mismo espíritu de servicio a Dios y a los demás que me ha impulsado desde que me convertí a la fe en mi adolescencia", señala Mullally en un comunicado. Asimismo, destaca que, en cada etapa de ese camino, tanto en su profesión como enfermera como en su labor sacerdotal, ha aprendido a "escuchar con atención, tanto a las personas como a las suaves indicaciones de Dios, con el objetivo de unir a las personas para que encuentren esperanza y sanación."

"Simplemente, quiero animar a la Iglesia a seguir creciendo en su confianza en el Evangelio, a hablar del amor que encontramos en Jesucristo y a que este amor guíe nuestras acciones", subraya. Mullally se compromete a compartir "este camino de fe" con los millones de personas que sirven a Dios y a sus comunidades en las parroquias de todo el país, y en toda la congregación anglicana a nivel mundial.

Confirmada en enero

Mullally, que será oficialmente confirmada en el puesto el próximo enero, sustituirá a Justin Welby, que anunció su dimisión en noviembre de 2024 tras críticas por su gestión de un caso de abusos sexuales a menores.

Welby se vio forzado a la renuncia, que se hizo efectiva en enero de este año, después de que un informe interno revelara que, al asumir el cargo en 2013, no informó a la Policía de los repetidos abusos cometidos por el abogado John Smyth en campamentos cristianos durante las décadas de 1970 y 1980.

El nombramiento de Mullally ha sido anunciado por el Gobierno británico tras un proceso de selección dirigido por la Comisión de Nominaciones de la Corona, y aprobado asimismo por el rey Carlos III, que tiene el título simbólico de gobernador supremo de la Iglesia de Inglaterra.

"Su Majestad felicita a la obispa Sarah por su nombramiento como futura arzobispa, un cargo de gran importancia tanto en el Reino Unido como en toda la Comunión Anglicana mundial", indica un comunicado difundido por el palacio de Buckingham.

Por su parte, el primer ministro británico, Keir Starmer, celebra la designación de Mullaly y destaca su carácter histórico al tratarse de la primera mujer en el cargo. "La iglesia de Inglaterra tiene una importancia fundamental para este país. Sus iglesias, catedrales, escuelas y organizaciones benéficas forman parte del tejido social de nuestras comunidades", ha recordado el líder laborista.

Stamer avanza que la nueva arzobispa de Canterbury desempeñará un papel fundamental "en la vida de nuestra nación", le deseó éxito y confió en "poder colaborar juntos".

Una nominación aprobada con Carlos III

La nominación ha sido aprobada por el rey Carlos III, que tiene el título simbólico de gobernador supremo de la Iglesia de Inglaterra, y será formalmente confirmada en enero de 2026 por el Colegio de Cánones de la Catedral de Canterbury, en el sureste inglés.

La elección de Mullally supone un hito histórico tras los avances en la inclusión femenina en la Iglesia de Inglaterra, que empezó a ordenar a mujeres sacerdotes en 1994 y obispas en 2015.

Antes de su ordenación, Mullally fue directora nacional de enfermería del Gobierno para la región de Inglaterra y fue ordenada sacerdotisa en 2002, antes de convertirse en 2018 en obispa de Londres.

No obstante, la designación de Mullally no ha sentado bien en todos los sectores de la Iglesia anglicana. GAFCON, una agrupación de iglesias anglicanas conservadoras de África y Asia, ha asegurado que el nombramiento de una mujer demuestra que la rama inglesa de la iglesia ha "renunciado a su autoridad de liderazgo".

"El nombramiento de hoy deja más claro que nunca que Canterbury ha renunciado a su autoridad de liderazgo. El restablecimiento de nuestra querida Comunión está ahora exclusivamente en manos de GAFCON, y estamos listos para asumir el liderazgo", ha declarado este viernes la alianza en un comunicado recogido por Reuters.