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El "trauma post aborto", una etiqueta sin aval científico: "Lo que de verdad crea problemas es un embarazo no deseado"

  • Especialistas en intervención voluntaria del embarazo informan y acompañan a las mujeres que deciden abortar
  • El llamado "síndrome post aborto" no está reconocido por la OMS
Los abortos suben en España y superan los 106.000 en 2024
RTVE.es / RNE

El debate sobre la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) ha vuelto al centro de la política. El llamado “trauma postaborto” no figura en ningún manual médico ni psicológico como el MSD o DSM-5. Sin embargo, esta misma semana el Ayuntamiento de Madrid ha aprobado, con los votos de Vox y PP, una proposición para que los centros municipales informen a las mujeres sobre dicho síndrome.

La medida, según varios especialistas consultados por RNE y TVE, carece de fundamento médico, además de que puede aumentar la estigmatización de las mujeres que pasan por ese proceso. El término “trauma postaborto” o “síndrome postaborto”, un conjunto de patologías que supuestamente acompañan a un aborto, nunca ha sido reconocido por organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) ni aparece en manuales diagnósticos como el DSM-5 o la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11).

Abortos espontáneos o terapéuticos

Los especialistas diferencian claramente entre distintos tipos de aborto que, a su vez, tienen distinto impacto en la vida y la salud de la mujer. Por ejemplo, en los casos de aborto espontáneo o de aborto terapéutico -recomendado por los médicos cuando existen riesgos relevantes para la salud de la mujer o del feto-, puede haber un duelo profundo, pues se trata de una maternidad deseada que no ha podido llegar a término. Ese duelo, como cualquier pérdida significativa, puede requerir atención psicológica y acompañamiento y también puede dejar secuelas de diversa consideración.

Puri Liétor, psicóloga sanitaria, niega la existencia del 'síndrome post aborto'

En realidad, la vivencia es íntima y personal, y cada mujer llega a la decisión de interrumpir un embarazo según circunstancias personales de lo más diverso. No hay un solo patrón. Según Eva Rodríguez, vicepresidenta de la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo (ACAI), en el programa 24 horas de RNE, "la mayoría de las mujeres tienen claro que quieren abortar ya y lo han meditado".

Rodríguez asegura que los profesionales de los equipos multidisciplinares especializados en estas intervenciones ofrecen ayuda psicológica y asesoramiento a las mujeres que expresan dudas o inquietud. En caso de decidir seguir adelante, la mujer es informada sobre la técnica que se utilizará, instrumental o farmacológica, ambas seguras y sin consecuencias en la fertilidad. "Si desearan quedarse embarazadas porque han abortado por alguna razón de patología o de malformación fetal, se pueden quedar embarazadas enseguida, rápidamente, sin ningún tipo de problema y sin ninguna consecuencia sobre su salud".

"Sienten alivio al interrumpir un embarazo no deseado"

En muchos casos, se trata de un embarazo no deseado. Así lo explicaba la psicóloga sanitaria Puri Liétor, en Mediodía en RNE: “En este caso lo que la madre está viendo es que peligra la preservación de su salud, de su estabilidad emocional, de sus proyectos de vida, por una obligación de una maternidad que no quiere, que no desea”.

Lo mismo relata Eva Rodríguez, de ACAI: "Lo que vemos cuando vienen a las revisiones es que lo que de verdad crea estrés y crea problemas es el embarazo no deseado, y que la mayoría de las mujeres lo que sienten en alivio después de interrumpir el embarazo porque han evitado algo a lo que tenían miedo y con lo que estaban luchando, que era ese embarazo no deseado".

"El síndrome post aborto no tiene ningún sustento, el embarazo no deseado es lo que crea estrés"

En estas circunstancias, las mujeres suelen experimentar alivio y recuperación de su bienestar, siempre que cuenten con condiciones seguras y apoyo sanitario. En muchos casos, la sanidad pública, en la información que ofrece sobre los procesos de IVE explicita que se ofrece acompañamiento psicológico pre y post IVE si fuera necesario, como por ejemplo consta en el portal de Salud del Gobierno de Navarra.

Lo que sí deja secuelas a la mujer que se somete a un aborto, subraya Liétor, es la presión social, la criminalización y el estigma: "Hay un encarnizamiento sobre una mujer en unas circunstancias de angustia extrema que precisa todo lo contrario de lo que esta gente está diciendo".

Un 'síndrome' sin "evidencia científica"

La Sociedad Española de Contracepción (SEC) señala que "no existe una evidencia científica que respalde dicha entidad" y, por tanto, "carece de fundamento la necesidad de informar de este concepto a las mujeres que solicitan una interrupción del embarazo".

"Las mujeres con embarazos no deseados pueden presentar problemas psicológicos, al igual que cualquier otra mujer. Dichos problemas habitualmente están condicionados por el propio embarazo no deseado o por su situación social o personal. La mayoría de las mujeres que demandan una interrupción de embarazo tienen ya su decisión tomada y no presentan ningún problema psicológico previo ni posterior al procedimiento", recuerdan.

La sociedad aboga porque las mujeres que solicitan una interrupción del embarazo reciban una "atención profesional, se les facilite un procedimiento realizado en condiciones de seguridad y sin presiones, y reciban un apoyo psicológico en los casos en los que éste sea necesario y no de forma generalizada".