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La última viñeta de Gallego & Rey

  • La pareja de humoristas gráficos se despide del diario El Mundo tras casi tres décadas publicando una tira diaria
  • Este sábado Informe Semanal repasa la trayectoria de los viñetistas
Los humoristas Gallego & Rey dejan 'El Mundo' tras tres décadas de viñetas
REBECA AUGUSTO

Un tintero derramado. De la mancha, dos pares de huellas que se alejan hasta perderse en la distancia. Con esa imagen, sobria y cargada de significado, Gallego & Rey firman su última viñeta en El Mundo tras casi treinta años de colaboración.

"Ha costado, porque claro, ¿qué contábamos en nuestra última viñeta? Al final llegamos a la conclusión de que teníamos que dibujarnos a nosotros dos y lo que hemos sido", confiesa Julio Rey desde su escritorio, donde piensa y crea los bocetos de las viñetas. La otra parte del dúo, José María Gallego, resume la escena con sencillez: "Hemos contado nuestra despedida. Hay un derrame de tinta y dos personas que se alejan hacia un ocaso, como en los comics de Lucky Luke".

Cuatro décadas de sátira a dos manos

Su historia comenzó en 1981, cuando Pedro J. Ramírez, entonces director de Diario 16, tuvo una idea poco común: unir a un guionista y a un dibujante en un mismo espacio. “Fue un experimento. Hasta entonces el humorista gráfico lo hacía todo, pero Pedro J. nos emparejó y funcionó desde el primer día”, recuerda Rey.

Desde entonces, han trabajado codo con codo, siempre con el mismo método: Rey escrutaba la realidad hasta dar con el tema del día y la propuesta gráfica para plasmarlo en viñetas. Gallego se encargaba de darle forma con su trazo, sobre papel y a tinta china. Al principio creaban sus tiras desde la redacción, porque se sienten "tan periodistas como dibujantes". Aunque desde la pandemia lo hacen a distancia: Gallego desde Madrid y Rey desde Asturias. Pese a ello, su engranaje creativo ha seguido funcionando con precisión milimétrica: apenas necesitan palabras para entenderse. "Con el tiempo, pues hemos ido depurando cada vez el papel de cada uno de nosotros en el dúo y somos departamentos estancos de un mismo buque", explica el guionista.

A lo largo de más de 40 años han firmado más de 30.000 viñetas y han pasado por cabeceras como El País, El Jueves o Marca. Pero fue en El Mundo donde recalaron en 1996, y donde consolidaron su lugar como cronistas gráficos de la actualidad. Desde esas páginas han caricaturizado cinco Gobiernos y han retratado los acontecimientos que han marcaron nuestra historia reciente: de los años de violencia de ETA al 11-M, la caída de las Torres Gemelas, o la reciente guerra de Gaza. “Los políticos acaban pareciéndose a su caricatura. Empiezan de una manera y acaban saliendo de la Moncloa idénticos a como los dibujamos”, bromea Rey.

La polarización, motivo de un adiós inevitable

El final de su etapa en El Mundo llega marcado por un clima político enrarecido. Lo que siempre fue una sátira transversal empezó a ser leído como un ataque ideológico. La presión de los sectores más afines a Isabel Díaz Ayuso y el ambiente cada vez más polarizado hicieron inviable continuar con su viñeta diaria.

“Es verdad que se nos adelantaron. El director nos llamó y nos dijo que la distancia entre el periódico y nosotros era cada vez mayor, y que prescindirían de nuestra colaboración unos meses antes de lo previsto”, admite Rey. La raíz del problema, asegura, está en cómo ha cambiado la audiencia: "El lector de prensa política se ha convertido en uno de prensa deportiva. No quiere saber si su equipo ha jugado bien o mal: lo único que quiere leer es que ha ganado", añade.

Con su marcha, la sátira política pierde a uno de sus referentes más longevos y afilados. Quizá sus huellas sigan encontrándose en el horizonte, quizá no. Pero su tinta ya forma parte inseparable de la memoria gráfica de nuestra democracia.