Jennifer Lawrence recoge el Premio Donostia: "Lo que está sucediendo es nada menos que un genocidio y es inaceptable"
- La actriz estadounidense es la ganadora más joven del premio honorífico del Festival de San Sebastián
- "La libertad de expresión está amenazada", ha denunciado sobre la situación en su país
Y, al octavo día del festival, apareció Jennifer Lawrence. San Sebastián pertenece este viernes a la actriz estadounidense que, con 35 años, es, gustos al margen, auténtico puntal de su generación y la intérprete mejor pagada. Sobran motivos para justificar la concesión del Premio Donostia más joven de siempre, galardón que ha recogido en el Auditorio Kursaal a manos de Juan Antonio Bayona.
En un breve discurso de agradecimiento, Lawrence ha destacado pasados ganadores del Donostia, "como la incomparable Meryl Streep, el talentoso Pedro Almodóvar o Bette Davies" para resaltar que es algo que le resulta "casi imposible de asimilar".
Unas horas antes, la rueda de prensa de la actriz ha estado marcada por las preguntas políticas sobre la situación en Gaza, que Lawrence no ha rehuido, pese a la prevención del festival de rogar a los periodistas ceñirse a la película y a la carrera de la actriz.
Al ser inquirida por si la masacre en Gaza le apela como madre, se ha mostrado firme: "Lo que está sucediendo es nada menos que un genocidio y es inaceptable. Estoy aterrorizada por mis hijos, porque lo que me entristece es la fata de respeto y el discurso político. A los chavales de 18 años que van a votar por primera vez les va a sonar normal que los políticos no tienen empatía y no tienen integridad. ha señalado. Cuando ignoras lo que pasa pasa en otro lado del mundo, tienes que entender que eso acaba llegando de algún modo u otro a tu país".
Al mismo tiempo, ha reflexionado sobre la utilidad del posicionamiento público de los artistas. "Ojalá haya algo que pudiera hacer o decir para arreglar esta horrible y compleja situación que me rompe el corazón. Hay un temor al responder a esas preguntas porque mis palabras se pueden usar para dar alas a la retórica negativa. Es importante entender quiénes son los responsables y no dejar que sean los actores y artistas, que se expresan a través de la películas y el arte, soporten una dificultad que es de los individuos que son realmente responsables".
Jennifer Lawrence, en el Festival de San Sebastián. EFE/Juan Herrero
Eso sí, ha sido rotunda en su defensa de la libertad de expresión, al cuestionarse su situación en EE.UU. "Nuestra libertad de expresión está amenazada. Y el mundo del cine participa de esa libertad utilizando su voz. Un festival de cine es un lugar donde podemos aprender unos de otros: todos estamos conectados y merecemos una empatía y libertad".
"Ahora se presta más atención a la madres como seres humanos"
Lawrence acompaña en san Sebastián la proyección de su última película, Die My Love, un trabajo dirigido por Lynne Ramsay del que la actriz también es productora, y donde interpreta a una madre con depresión posparto salvaje que estalla, llena de ira y depresión que no puede entender, en su relación con su pareja (Robert Pattinson) y el mundo, en una adaptación de Matate, amor, la novela de la escritora argentina afincada en Francia Ariana Harwicz.
"Hubo mucho con lo que me identifiqué, como con la crisis de identidad", ha explicado la actriz. "Afortunadamente tuve un posparto excelente con mi primer hijo y luego leí la novela. Debido a que no me encontraba en una situación tan mala, pude encontrarle mayor profundad. Pero después di a luz a mi segundo hijo y tuve un posparto más difícil. Así que fue increíble ver la película en retrospectiva, después de ese posparto, y atravesar, por así decirlo, ese bosque. La película realmente lo clavó".
Die My Love, en la que la actriz se expone en cuerpo y alma con una intensidad nunca vista en su carrera, también ilustra el deseo insatisfecho de su personaje tras la maternidad. "Es una experiencia común el querer ser excitante para tu pareja y mantener esa conexión, ese golpe de dopamina, y que todo cambie tras tener un bebé. Pero no tienes que pasar por la maternidad para entender eso: la represión sexual le pasa a cualquiera".
En general, la película explora de manera radical la maternidad, amplificando, con un lenguaje audiovisual que llega a aturdir, sus consecuencias. "Ahora se presta más atención a la madres como seres humanos y también al trabajo que tienen que soportar y aguantar: cuidar del hogar y la crianza conlleva mucha presión y energía.
La intérprete es una estrella desde que en 2012 ganó el Oscar por su papel en El lado bueno de las cosas. Protagonista de la trilogía juvenil Los juegos del hambre, Lawrence ha liderado varios años el ranking de actriz mejor pagada del mundo por sus apariciones en éxitos de la saga X-Men, que ha compaginado con proyectos como La gran estafa americana, No mires arriba o Joy.
"Mi consejo para alguien que quiera ser actor o actriz es ver cine. Aprender, ir a castings y seguir intentándolo, pero ver cine es muy importante", concluye.
Jennifer Lawrence, en el Festival de San Sebastián REUTERS/Pankra Nieto