Trump impondrá una tarifa de 100.000 dólares para una de las visas de trabajo más utilizadas en el sector tecnológico
- Las visas H-1B permiten que trabajadores extranjeros con calificaciones específicas vayan a trabajar a EE.UU.
- No obstante, el pago solo afectará a las nuevas solicitudes presentadas tras la firma del decreto presidencial
- También ha puesto en marcha la 'Gold Card' que agiliza el proceso de visado pagando un millón de dólares
La dirección de esta página ha sido copiada en su portapapeles
El presidente estadounidense Donald Trump ha anunciado el viernes una tarifa anual de 100.000 dólares para visas de trabajo muy utilizadas en el sector tecnológico, y que ha tenido en la mira durante años.
Las visas H-1B permiten que trabajadores extranjeros con calificaciones específicas (científicos, ingenieros y programadores informáticos, entre otros) vengan a trabajar a Estados Unidos. Estos permisos de trabajo tienen una duración determinada: un período inicial de tres años, prorrogable a seis, para extranjeros patrocinados por un empleador.
Desde su primer mandato, Trump ha expresado su intención de limitarlas para dar prioridad a los trabajadores estadounidenses. "La idea general es que estas grandes empresas tecnológicas u otros sectores dejen de formar trabajadores extranjeros", ha explicado el secretario de Comercio, Howard Lutnick, junto al presidente en el Despacho Oval, asegurando que "todas las grandes empresas están de acuerdo".
Si recurren a trabajadores extranjeros, “deben pagar 100.000 dólares al gobierno y luego pagar a su empleado, lo cual no es rentable”, ha agregado. "Si quieres formar a alguien, capacita a un recién graduado de una de las grandes universidades de nuestro país, forma a estadounidenses y deja de traer personas para que ocupen nuestros empleos".
Horas más tardes, el mandatario ha detallado que será aplicable únicamente a las nuevas solicitudes presentadas tras la firma del decreto presidencial.
Industria tecnológica Vs. Trump
La amenaza de Trump de restringir las visas H-1B se ha convertido en un punto conflictivo con la industria tecnológica, que contribuyó con millones de dólares a su campaña presidencial. Críticos del programa, incluidos muchos trabajadores estadounidenses, sostienen que permite a las empresas suprimir salarios y dejar de lado a ciudadanos que podrían ocupar esos empleos.
Los defensores, incluido Elon Musk, CEO de Tesla, argumentan que las visas H-1B traen trabajadores altamente cualificados y esenciales para cubrir vacíos de talento y mantener la competitividad. Musk, ciudadano estadounidense naturalizado nacido en Sudáfrica, ha tenido una visa H-1B.
Agregar nuevas tarifas "crea un desincentivo para atraer al talento más inteligente del mundo a EE. UU.", ha dicho Deedy Das, socio de Menlo Ventures, en X. "Si EE. UU. deja de atraer al mejor talento, reduce drásticamente su capacidad de innovar y crecer económicamente".
La nueva tarifa podría aumentar significativamente los costos para las empresas, especialmente para firmas tecnológicas más pequeñas y start-ups.
India, principal beneficiaria de las H-1B
Aproximadamente dos tercios de los empleos bajo el programa H-1B están relacionados con informática, según cifras gubernamentales, aunque los empleadores también usan la visa para ingenieros, educadores y profesionales de la salud. India fue el principal beneficiario de las visas H-1B el año pasado, con el 71% de los aprobados, mientras que China ocupó un distante segundo lugar con 11,7%.
En la primera mitad de 2025, Amazon aprobó más de 10.000 visas H-1B, mientras que Microsoft y Meta Platforms tuvieron más de 5.000 aprobaciones cada una. Las acciones de Cognizant Technology Solutions, que depende en gran medida de titulares de H-1B, así como de las firmas indias Infosys y Wipro cotizadas en EE. UU., cerraron con caídas de entre 2% y 5%.
Por el momento, grandes tecnológicas como Microsoft no han respondido al nuevo anuncio.
Otra medida más de represión migratoria
El programa H-1B ofrece 65.000 visas anuales para trabajadores extranjeros temporales en campos especializados, con otras 20.000 para quienes tienen títulos avanzados. Actualmente, los solicitantes pagan una pequeña tarifa para entrar en una lotería y, si son seleccionados, deben pagar tarifas adicionales que pueden ascender a varios miles de dólares, generalmente cubiertas por los empleadores. Las visas se aprueban por un período de tres a seis años.
Aaron Reichlin-Melnick, director de políticas del American Immigration Council, ha cuestionado la legalidad de las nuevas tarifas. "El Congreso solo ha autorizado al gobierno a fijar tarifas para cubrir el costo de procesar una solicitud", ha asegurado en Bluesky.
Esta medida se suma a los esfuerzos de la administración Trump para restringir o recaudar más dinero de la migración legal. El mes pasado, EE. UU. lanzó un programa piloto que permite exigir bonos de hasta 15.000 dólares para visas de turista y negocios a países con altas tasas de estancia irregular o datos limitados de verificación.
También constituye una continuación de la controvertida prohibición de viajes emitida por Trump en junio de 2017, que limitó temporalmente la entrada a EE.UU. desde 19 países, la mayoría de ellos de mayoría musulmana, alegando motivos de seguridad nacional.
Durante su primer mandato, Trump emitió regulaciones para limitar el acceso a las visas H-1B y otorgarlas a empleadores con salarios más altos, pero dichas regulaciones fueron bloqueadas en tribunales federales.
Trump pone en marcha la 'Gold Card' por un millón de dólares
El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó este viernes una orden ejecutiva para crear una 'Tarjeta Dorada', que agiliza el proceso de obtención de visados para ciudadanos de terceros países que demuestren su alineamiento con los intereses estadounidenses mediante el pago voluntario de un millón de dólares (unos 851.385 euros).
Según la Casa Blanca, el programa permitirá a los extranjeros optar a un visado de inmigrante mediante un proceso acelerado si hacen la donación personalmente, o dos millones de dólares (1.702.770 euros) si lo realiza una corporación en su nombre, siempre cumpliendo las leyes y las normas de seguridad nacional.
La iniciativa será supervisada por los secretarios de Comercio, Estado y Seguridad Nacional, y los fondos recaudados se destinarán a un fondo separado del Departamento del Tesoro para promover el comercio y la industria estadounidense. Trump ha justificado la medida argumentando que busca "realinear la política federal de inmigración con los intereses de la Nación, priorizando la admisión de extranjeros que beneficiarán a la Nación, incluidos empresarios, inversionistas y hombres y mujeres de negocios exitosos".
Lejos de las políticas migratorias anteriores que, según él, provocaron una avalancha de inmigrantes sin evaluar sus efectos sobre los intereses estadounidenses.
