La muerte de Odeh Hadalin: el último ejemplo de décadas de violencia colona e impunidad en Cisjordania
- En septiembre de 2024, RTVE documentó en esa misma región el auge de la violencia y el avance de la ocupación israelí
- Desde el inicio de la guerra en Gaza, los ataques de colonos se han intensificado en los Territorios Palestinos
Odeh Hadalin, activista palestino de 31 años y padre de tres hijos, ha muerto tras recibir un disparo durante un ataque de colonos en Umm al-Khair, en la Cisjordania ocupada.
Durante años, Hadalin documentó demoliciones, desalojos forzados y la presión constante sobre las comunidades palestinas de Masafer Yatta, una región rural del sur de Hebrón rodeada por asentamientos israelíes. También colaboró en la realización del documental No Other Land, galardonado con el Óscar y que ilustra el hostigamiento y la violencia creciente de los colonos hacia comunidades palestinas en su territorio.
Yinon Levi, el colono al que señalan los testigos
Un grupo de colonos irrumpió en la aldea con un buldócer. Mientras los vecinos trataban de bloquear su avance, el conductor embistió a uno de ellos con la pala. En medio del caos, uno de los colonos comenzó a disparar repetidamente. Hadalin, que no estaba cerca de la máquina, fue alcanzado por una bala.
Los residentes de Umm al-Khair y activistas internacionales presentes en el lugar, han identificado a Yinon Levi como el autor de los disparos. En varios videos, difundidos en redes sociales, se le ve disparando contra la multitud en las inmediaciones del pueblo.
Levi es una figura ampliamente conocida en la zona. Durante años, ha sido señalado por su implicación en ataques, amenazas y hostigamiento a comunidades palestinas. En 2024 fue sancionado por Estados Unidos, la Unión Europea, Reino Unido, y Canadá por su historial de violencia contra civiles palestinos. Sin embargo, en enero de este año, Donald Trump revocó las sanciones estadounidenses contra él y otros colonos extremistas.
'El Otro Frente: Cisjordania', un documental que explora la violencia de los colonos
En septiembre de 2024, un equipo de RTVE se desplazó a Masafer Yatta para grabar la serie documental "El Otro Frente: Cisjordania", centrada en el avance de la ocupación israelí en los Territorios Ocupados.
Durante la grabación, en el pueblo de Al-Tuwani, —a pocos kilómetros del lugar donde fue asesinado Hadalin —, el equipo fue acosado por un grupo de colonos vestidos con uniforme militar. Uno de los protagonistas del documental fue detenido en ese momento.
Días después, RTVE se trasladó a Zanuta, una comunidad que había sido prácticamente vaciada tras una campaña de ataques combinados de colonos y fuerzas israelíes desde el 7 de octubre de 2023. Allí, los pocos residentes que aún resistían en las ruinas de la aldea denunciaban episodios de violencia diaria: robos de ganado, amenazas de muerte, palizas, y la destrucción sistemática de casas, clínicas y escuelas.
Según los testimonios, Levi lideraba los ataques. Durante una entrevista con el jefe local, el propio Levi apareció en los alrededores subido a un tractor y lanzó insultos contra el entrevistado. Poco después, drones procedentes de asentamientos sobrevolaron la zona durante horas, y soldados israelíes irrumpieron en la aldea sin previo aviso.
Puestos de avanzada ilegales y apoyo institucional
Yinon Levi, de 32 años, dirige la Granja Meitarim, un outpost (puesto de avanzada) en Masafer Yatta considerado ilegal tanto por el derecho internacional como por la legislación israelí. Aun así, no solo opera con impunidad: las autoridades lo financian y protegen.
De hecho, la maquinaria pesada que posee Levi en esta colonia ha sido contratada en diversas ocasiones por la Administración Civil del Ejército israelí para demoler estructuras palestinas, tanto en Cisjordania como en Gaza.
La ONU y otros organismos internacionales llevan casi dos años alertando de que el Gobierno israelí y el movimiento colono están aprovechando la guerra en la Franja para acelerar la anexión del Área C de Cisjordania, controlada civil y militarmente por Israel.
Las cifras lo respaldan: entre noviembre de 2023 y octubre de 2024, se establecieron 49 nuevos asentamientos judíos y, en mayo, Israel anunció 22 más, incluyendo la legalización de varios puestos de avanzada.
En mayo de 2024, el Ejército de Israel permitió a los israelíes regresar a asentamientos del norte de Cisjordania, considerados ilegales por el derecho internacional y que estaban vetados desde 2005, cuando se implementó el plan de retirada de esta zona y de la Franja de Gaza. En julio de ese mismo año, Israel asumió el control administrativo sobre la zona B de Cisjordania —territorio bajo control administrativo palestino y militar israelí, según los Acuerdos de Oslo— lo que le otorgaba poder administrativo en un 82% del total del territorio.
Paralelamente, los palestinos siguen siendo expulsados de sus hogares. Solo en Jerusalén Este, las autoridades israelíes han desalojado una media de 49 palestinos al mes desde octubre de 2023 tras demoler sus viviendas.
En Masafer Yatta, ubicada en el área C, sus habitantes viven también bajo la constante amenaza de expulsión. Especialmente desde 2022, cuando el Tribunal Supremo de Israel autorizó la expulsión de sus residentes tras declarar la zona como "área militar".
Acusado de "homicidio imprudente"
El asesinato de Hadalin no es un hecho aislado. En 2022, su tío y líder de la comunidad de Umm al-Khair, Hajj Suleiman Hadalin, murió tras ser atropellado por un tractor israelí.
La muerte de Hadalin coincide además con un repunte de la violencia en Cisjordania desde el inicio de la guerra en Gaza. Según datos de la Oficina de Coordinación Humanitaria de Naciones Unidas (OCHA), al menos 973 palestinos han muerto a manos de colonos o fuerzas israelíes en los últimos 22 meses. Más de 200 eran menores de edad.
Aunque la policía israelí afirma haber abierto una investigación y haber detenido a Yinon Levi por "homicidio impudente", un tribunal de Jerusalén le ha concedido el arresto domiciliario. El juez admitió que Levi actuó en "defensa propia".
Mientras tanto, las fuerzas israelíes arrestaron a siete personas en Umm al-Kheir tras el tiroteo: cinco de ellos, familiares de la víctima; los otros dos, activistas internacionales.
La impunidad como norma
Los casos en los que colonos enfrentan consecuencias penales son excepcionales. La mayoría ni siquiera llega a una detención. Según un estudio de Yesh Din, una organización de derechos humanos israelí, solo el 6 % de las denuncias por ataques de colonos acaban en una acusación formal. De ellas, únicamente el 3 % termina en una condena.
El testimonio de Zakariya al-Adra a RTVE ilustra la situación. Él es otra víctima de la violencia colona en Masafer Yatta, que sí sobrevivió: "Aunque presenté el vídeo del ataque, el interrogado fui yo. Me acusaron de lanzar piedras. Mi agresor sigue libre. Aquí, si un colono te dispara o te golpea, no le pasa nada. El acusado siempre termina siendo el palestino".