PhotoEspaña 2025: Felipe Romero explora la frontera del Río Bravo en la Fundación Mapfre
- Las 52 imágenes y el audiovisual de la exposición Bravo pueden verse hasta el 24 de agosto
- El fotógrafo colombiano documenta cuerpos, cierres y brechas en el territorio fronterizo
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Del río Magdalena al río Bravo, el fotógrafo Felipe Romero (Bogotá 1992) explora territorios fronterizos en conflicto. Dentro de la sección oficial de PhotoEspaña 2025, la Fundación Mapfre expone Bravo, un ensayo fotográfico de 52 imágenes, acompañado por un audiovisual.
El trabajo del colombiano ganó la segunda edición del KBr Photo Award, con una reflexión sobre el río Bravo, agua que fluye a lo largo de más de tres mil kilómetros y línea fronteriza entre Estados Unidos y México.
La geografía se impregna con una carga política que acumula encontronazos desde el siglo XIX, hasta llegar a una situación insostenible en los últimos años. El artista sitúa al espectador en un tramo cercano a Monterrey, donde tanto el río como las personas que esperan para cruzar lo condicionan todo, desde la identidad a la vida de la gente.
'Brecha #33'. Felipe Romero Beltrán
Los migrantes no son solo mexicanos, hasta el río llegan personas de Colombia, Honduras, El Salvador o Guatemala, para quienes la travesía supone la última etapa de un largo y penoso viaje.
El río como límite
La frontera funciona como un imán, un foco de atracción, a pesar de los riesgos que implica atravesarla y de haberse convertido en una zona casi militarizada. "El río Bravo, más que como eje central que ordena el proyecto, funciona como límite, es decir, es un ejercicio de extenuación hasta llegar al río, sin posibilidad de cruzarlo. En ese sentido, el río existe en cuanto su negación visual, centrando el interés sobre aquello que precede: la entrada a Estados Unidos", apunta Romero.
La pieza audiovisual El cruce, realizada antes que las fotos, muestra un bautizo protestante en el río; un concurso de pesca entre Estados Unidos y México en la presa La Amistad, construida en el siglo XX para controlar las aguas; o los testimonios de Guadalupe, un hombre que ha crecido en la orilla mexicana y que nada de forma habitual sin intención de cruzarlo, y de Luis, quien pasa a recoger la ropa mojada que abandonan los migrantes y la vende de vuelta en México.
'Brecha #1'. Felipe Romero Beltrán
El artista explica que quería "construir un dispositivo visual que reflexione sobre algunas de las lógicas específicas cercanas al paisaje del río Bravo, pero al mismo tiempo, quizás hacer una reflexión visual sobre la propia retórica de la imagen y del estilo documental al que referencia".
En los paisajes se ve un terreno herido, maltratado, por donde se abren paso y dejan sus huellas las personas que buscan llegar al otro lado. Ellas al igual que el río son sometidas a una violencia que ha transformado su propia esencia.
Bravo documenta arquitecturas, personas y paisajes: cierres, cuerpos y brechas. Interiores casi desnudos, muros y superficies en las que destacan las texturas y los colores; partes y restos de carreteras y edificios donde se aprecian las huellas del paso de migrantes; y retratos de individuos que Romero ha ido encontrando en sus viajes a la zona del proyecto.
'Amigo de El Friki y pared rosa'. Felipe Romero Beltrán
Fotografía intuitiva
Romero asegura que su manera de trabajar "es bastante intuitiva y afectiva, y se guía por los afectos que voy construyendo a lo largo del tiempo con el lugar y las personas que encuentro".
La práctica de Romero se sitúa en los límites de la fotografía documental, asunto sobre el que versó su tesis en la Universidad Complutense. A lo largo de su trayectoria usa elementos propios de este lenguaje — registro de lo cotidiano, construcción de documentos sobre una realidad — y los pone a dialogar con otros de carácter artístico, pictórico o performativo.
Hasta la fecha, en sus principales proyectos ha abordado la violencia y la migración, en Magdalena, el río es un cementerio para los muertos de las FARC y el ejército colombiano, y en Dialecto mira hacia el estrecho de Gibraltar y los menores marroquíes que acaban recluidos en un centro de Sevilla.
'Marco. Habitación de Rafa'. Felipe Romero Beltrán
La exposición Bravo puede verse en la Fundación Mapfre de Madrid hasta el 24 de agosto. En la misma sede del Paseo de Recoletos y dentro de PhotoEspaña, se muestra el trabajo completo de Nicholas Nixon con la serie de las hermanas Brown y también se exhiben los paisajes de José Guerrero que inventan el horizonte.
